Si, sería bueno recibir ese golpecito de suerte, esa noticia (buena) inesperada, esa herencia o ese depósito incógnito, que el familiar que se hizo millonario se acuerde de mí, ese pozo que lleva semanas acumuladas, ese billete con varios ceros tirado en el piso, o qué se yo, ese momento especial que no llega por más que lo deseamos.
Pero también es muy bueno y maravilloso, que al no llegar esa «bendición», pensemos en nuestra parte, responsabilidades, planes, anhelos o sueños y mediante nuestras posibilidades busquemos la manera de llevarlos a cabo. Que al dejar de esperar regalos mágicos, podemos agradecer sobre algunas maravillas que vemos a diario, o simplemente por el placer de vivir un día más para hacer aquello que está REALMENTE bajo nuestro control.
Y si no sabemos cual es, si nunca nos preguntamos sobre nuestra vida, si es que hay un propósito para cada Ser, sea pequeño o con «poder»…
Aunque no suena a bendición, créeme que lo es. Yo he querido verlo así, podrás tú?