Rey y Madre

Elohim creó el universo, TODO lo que existe, existió y existirá.

Es sencillo decirlo, hasta podemos imaginarlo; pero, cuando nos ponemos realmente a reflexionar en la frase y medir su enormidad sin límites, porque conocemos de ciencia y estamos conscientes de que es impresionante sin palabras; más y más podemos caer en la incredulidad o en la absoluta fascinación en el Eterno.

La Torá nos brinda en pocas líneas una descripción (no histórica ni científica) del proceso de creación, ¡vaya uno a saber el motivo para esta narración!
El hecho es que nos incluye en esta majestuosa realidad que nos estremece por sus detalles, sus gigantes proporciones, su infinita capacidad de maravillarnos. Y cuanto más estudiamos, más sorpresas encontramos.

Pero, de repente en el segundo capítulo del libro Bereshit/Génesis la cosa cambia.
Vemos al Eterno Elohim ocupándose de que el ser humano no se angustie por la soledad, por lo cual le procura una pareja acorde. Y además, se ocupa el Eterno Elohim en la adecuada alimentación del humano, permitiéndole lo permitido y prohibiéndole lo prohibido.
¿Cómo comprenderlo, el Rey majestuoso en poder pasa de un capítulo al siguiente a ser una Madre atenta al bienestar de Sus hijos?
Hay varias respuestas posibles, una podría ser la tuya que con gusto leeré y quizás comentaré si la compartes en la zona de comentarios aquí debajo.

6 comentarios sobre “Rey y Madre”

  1. Se me ocurren tres ideas a modo de posibles respuestas de por qué El Eterno en un capítulo es el Rey y al siguiente se ocupa del bienestar del hombre como una Madre:

    1. “Para que nos acercarnos a la comprensión de Dios por medio de conocer sus atributos o cualidades”: Creo que percibir a Dios, como un Rey Majestuoso, como el Creador o como una Madre, se debe más al ojo humano y a la manera que ha aprendido para definir o comprender un aspecto propio de Dios. Me explico, como humanos y para nuestra mejor comprensión en relación a las cualidades, atributos del Eterno, precisamos asociar definiciones a una palabra, así por ejemplo :

    Creador: que Crea,
    Rey: que tiene poder y dominio sobre un reinado,
    Madre: que engendra, cuida y protege a sus descendiente, (no son definiciones a profundidad, pero es para dar la idea),

    Cuando se expresa que : “Elohim creó el universo, TODO lo que existe, existió y existirá”. Podría suponer que también creo incluso esos conceptos que al ser humano le permitieran comprender o percibir sus atributos, de forma independiente, y se ocupa de que las percibamos o las entendamos, por ello por partes nos va mostrando el Todo, Esa podría ser una respuesta de porqué el texto nos muestra al Creador por partes, según sus atributos o cualidades de modo que las vayamos asimilando o entendiendo, es así como el Rey majestuoso en poder pasa de un capítulo al siguiente a ser una Madre atenta al bienestar de Sus hijos.

  2. 2. “Para que sepamos que podemos ser Reyes, pero estamos creciendo”: Por un lado El Creador de TODO también nos inclye como parte de su obra creada, pero con una gran diferencia cuando crea al ser humano a quien hace a Su imagen y semejanza, se entiende lejos de conceptos religiosos equivocados que esa similitud hace referencia a cualidades o atributos del Creador, y si hemos sido dotados o podemos desarrollar esas cualidades o atributos de nuestro Hacedor, podríamos decir que también somos reyes.

    «Aun cuando el hombre es corona de la creación, fue la última de las creaciones; porque así Dios sentaba una lección eterna con un simbolismo respecto al papel del ser humano en el mundo. Cuando el hombre está cumpliendo con la voluntad de Dios, se ubica por encima de todo lo que fue creado antes que él y es verdaderamente corona de la creación. Pero cuando cae en desobediencia, es la última y más baja de todas las criaturas, incluso inferior al mosquito que pasa improductivamente su vida entera, símbolo del peor egoísmo. Pero aun el más pequeño de los mosquitos cumple con el deseo de Dios. Sólo el hombre tiene la opción de trasgredir (o no).» (Camino del Gentil Justo, reseña historíca)

    Pero un reinado, precisa un reino, que generalmente se sucede, se adquiere tras una herencia de padre a hijo, no inmediatamente, toma tiempo, hay que crecer, alcanzar la madurez necesaria para tomar la dirección de un reino, y obviamente el Rey se ocupa de vigilar que sus descendientes sean dignos de dirigir un reino. El Eterno es, no hay más… tras su creación existe un reinado, la obra de sus manos y ahora sus hijos, aquellos a quienes concibió en su idea con anterioridad y para quienes deseo hacer un mundo, como Rey tiene herederos» pequeños reyes», que precisan de cuidado para que ese bebe frágil, indefenso, sea un día grande, fuerte, con sabiduría y con esos requerimientos propios de un rey, y es por ello que también se ocupa de ellos como lo vemos en el segundo capítulo, para que esas primeras etapas le permitan alcanzar un crecimiento pleno.

  3. 3. “Para que sepamos acerca del Amor y de los Límites”: Por otro lado se me ocurre el primer capítulo nos recuerda que hay Alguien que más que nadie sabe de qué estamos hechos, que sabe todo de nosotros porque en últimas Él nos Creo, y precisamente es El Creador, el Rey majestuoso Aquel que también conoce las debilidades de la obra creada, sabe más que nadie como somos desde nuestras emociones, no las niega (la soledad por ejemplo) las comprende, por eso le vemos en otra faceta en el segundo capítulo en el que le ayuda al hombre para que en su dimensión no se perciba como solo, enseña como ama al cuidar la obra de sus manos como una Madre, que incluye el hacer por otro, protegerlo, cuidarlo para que crezca,

    Claro, la enseñanza del amor no queda allí, porque también nos enseña que ese amor tiene un equilibrio, y ese verdadero amor ese que espera crecimiento, que desea lo mejor del otro, también requiere límites (esto es permitido y esto no) todo con un propósito loable, nuestro crecimiento.

    Bueno, creo podrían ser algunas ideas, gracias moré por la invitación a responder la pregunta!

      1. Ahora que lo vuelvo a ver con detenimiento también digo ¡cuanto texto!… lo siento, me extendí en la palabra, y al hacerlo quizás se pierde la idea.

        Aquí entre nos, en persona hablo más, ¡ mujeres….!

        Gracias moré, por la enseñanza!

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