Es sabido que la historia de Iosef, hijo de Iaacov, guarda relaciones muy fuertes con la historia de Purim.
Podemos sorprendernos al descubrir que también las tiene con la próxima festividad de Jánuca.
En una breve sinopsis veremos algunos de los puntos de conexión:
- Iosef estaba llamado a la grandeza, pero es esclavizado y oprimido en (y por) el extranjero.
Judea debía conducir a las naciones por la senda espiritual, al encuentro de Dios, pero es esclavizado y oprimido por el extranjero. - Iosef fue despojado de sus ropajes de distinción y realeza.
Usurparon de los judíos sus lugares sagrados, introduciendo en ellos corrupción e idolatría. - Iosef a pesar de todo, logró sobresalir de en medio de las dificultades.
Los judíos continuaban con sus tradiciones, a pesar de soportar terribles prohibiciones en contra y castigos al ser descubiertos. - Iosef fue acusado vilmente de actos aberrantes, luego de haberse resistido a las insinuaciones libertinas.
A los judíos se les incitaba y provocaba a todo tipo de perversiones, y cuando se resistían eran acusados y maltratados. - Iosef pudo haber sido asesinado mil veces, pero el amo siempre prefirió otro destino para él.
Judea era cautiva, podría haber sido exterminada su población, destruido el Templo, echado a los remanentes al exilio; pero el conquistador quería hacer olvidar la Torá, evaporar la personalidad judía, y no dañar adrede físicamente a los judíos o su patria. - Iosef además de esclavo y en país extraño fue encarcelado.
Los judíos sufrían todo tipo de persecuciones simplemente por querer seguir viviendo como corresponde a los judíos. - Iosef había soñado con grandeza y mantenía su confianza en el Eterno ,aunque todas las cartas parecían echadas en su contra.
Los judíos seguían soñando y confiando en el Eterno, no decaían en poder ser algún día libres de las ataduras que los atormentaban y así preservar su propia cultura. - Iosef fue útil al conquistador, quien le sacó de la cárcel, dotó de poder, pero a cambio exigió llevara una máscara de pertenecer a la cultura egipcia. Iosef siguió siendo Iosef, aunque por fuera era Tzafnat Paneaj.
Hubo judíos que gustosamente se helenizaron, otros que por conveniencia o temor se aproximaron al enemigo, y otros que se mantuvieron firmes en la lealtad a su cultura judía. - Eventualmente Iosef exteriorizó su personalidad real, la hebrea, y logró limpiar las oscuridades de Egipto con las luces de su familia.
Los judíos echaron a los seléucidas de Judea, retomaron el Templo, lo limpiaron y volvieron a los oficios santos allí. Encendieron la luz de la Menorá, que recordamos cada Jánuca.
Hay otros nexos, pero con estos ya tenemos suficiente para aprender y meditar.
Podríamos hacer el ejercicio de ver cómo se aplican estas situaciones a nuestra realidad, por ejemplo. Si lo haces y descubres algo que quieras compartir aquí, en los comentarios, será un honor leerlo.
Jag urim sameaj
(Publicado originalmente en SERJUDIO.com, republicado aquí por su interesante aporte a la identidad espiritual del noájida).