La despedida del patriarca, un legado de vida

El patriarca Iaacov/Israel se sabe próximo a su deceso, entonces se encarga de lo trascendente:

«(28) Todos éstos llegaron a ser las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo al bendecirlos; a cada uno lo bendijo con su respectiva bendición.
(29) Luego les mandó diciendo: ‘Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo;
(30) en la cueva que está en el campo de Macpela, frente a Mamre, en la tierra de Canaán, la cual compró Avraham [Abraham] a Efrón el heteo, junto con el campo, para posesión de sepultura.
(31) Allí sepultaron a Avraham [Abraham] y a Sara su mujer, allí sepultaron a Itzjac [Isaac] y a Rebeca su mujer, y allí sepulté yo a Lea.
(32) El campo y la cueva que está en él fueron adquiridos de los hijos de Het.’
(33) Cuando acabó de dar instrucciones a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró. Y fue reunido con sus padres.»
(Bereshit / Génesis 49:28-33)

Bendice a sus hijos, a cada uno de acuerdo a sus cualidades, a cómo se iría desarrollando en tribus.
Una bendición específica, la adecuada, que contemplaba desde la inspiración divina las necesidades y realidades del hijo y descendencia.
Una perspectiva positiva y realista, de vida.
Es comprensible esta despedida, este legado sagrado.

Sin embargo, sus últimas palabras parecen un poco extrañas.
No se dirigen a reforzar el ritualismo, ni prácticas “religiosas”, ni una identidad tribal en particular.
Ni es un pomposo estudio acerca de la divinidad y cuestiones teológicas.
Ni una prédica moralista cargada de imperativos religiosos.
Ni un quebrado corazón recurriendo a los últimos ardides del EGO para obtener compasión.
Ni un lastimero adiós a esta vida.
Miremos bien sus palabras.

Es un extenso recordatorio, lleno de detalles que parecen realmente innecesarios para estar rememorando precisamente en este preciso momento.
Vamos, relee el párrafo y admite junto conmigo que parece un tanto raro que el patriarca moribundo gaste su último aliento en lo que está contando.
Pero entonces, recordamos que Dios había prometido dos cosas a Avraham: descendencia y la tierra de Israel.
Y hacemos rápidamente el enlace mental con lo que está sucediendo en este momento.
Iaacov se encargó de guiar con sus bendiciones a sus hijos, la descendencia del pacto sagrado.
Y tenía que conducir las mentes y corazones a afianzar la idea de que la alianza eterna también incluye la tierra para que moren en paz y plenitud.
Por ello se enfoca en mencionar tanto detalle, en recordar historias antiguas conocidas, en ser exacto en las descripciones; por amor a su tierra, para que esa sana pasión se preserve y fortalezca en sus continuadores.

El Eterno no había prometido una Torá a los patriarcas, ni mandamientos, ni rituales, ni un templo sagrado, ni un plan para ser “salvos” de pecados, ni la vida luego de la vida.
Él prometió y pactó la descendencia y la propiedad de la tierra de Israel.
Lo cual reiteró cabalmente cuando los israelitas salían de Egipto:

«(8) Yo he descendido para librarlos de la mano de los egipcios y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y amplia, una tierra que fluye leche y miel, al lugar de los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos.»
(Shemot / Éxodo 3:8)

«(6) Por tanto, di a los Hijos de Israel: ‘Yo soy el Eterno. Yo os sacaré de debajo de las cargas de Egipto y os salvaré de su esclavitud. Os redimiré con brazo extendido y con grandes actos justicieros.
(7) Os tomaré como pueblo mío, y yo seré vuestro Elohim. Vosotros sabréis que yo soy el Eterno vuestro Elokim, que os libra de las cargas de Egipto.
(8) Yo os llevaré a la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Avraham [Abraham], a Itzjac [Isaac] y a Iaacov [Jacob]. Yo os la daré en posesión. Yo el Eterno.'»
(Shemot / Éxodo 6:6-8)

Y no son las únicas ocasiones en que encontramos similar mensaje: la redención de Israel se completa con ellos viviendo en la tierra de Israel redimida.
Siendo así, ¿cómo y dónde entra la Torá y los mandamientos?

(Publicado originalmente en SERJUDIO.com, compartido aquí por contar con interesantes enseñanzas para los noájidas. ¿Sabes cuáles?).

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