8/9/2017
Los años pasan y la vejez sin falta llega, los días se nos escapan y la salud se aleja.
El alma no envejece, el alma los años no los cuenta, pero las arrugas en el cuerpo, sus huellas siempre dejan.
Nuestra mente falla y la familia se inquieta, la paciencia se les escapa, pero el Eterno nos consuela.
Nuestro caminar se hace lento y nuestras canas nos corona, nuestros concejos, ya estorban y nuestros años incomodan.
El alma se mira al espejo y solo juventud ve, y así nos mira el Eterno, pues nuestra alma es parte de El.
A la juventud les digo, que a la vejez llegaras, y posiblemente estos versos tu también repetirás.
By
Magda Colón