Érase una vez un mundo que vivía en armonía, cosechando, cuidando de los suyos, descubriendo, admirándose del universo, evolucionando, viviendo. Hasta que un día llegó la creencia sin pruebas a decir que tenía la verdad, llegó el autoritarismo, la dictadura, el asesinato en nombre de sus corrientes, de los dogmas, de la ignorancia, el dominio por medio de mentiras, la manipulación, del miedo, la culpa… y desde entonces se ataca a quienes volvieron a su forma natural… un ser humano que duda, descubre, piensa, ama, analiza y procura actuar bien porque es lo mejor, no por esperar recompensa.