Una de las primeras referencias a la Ley Noajida aparece en el Libro de los Jubileos* 7:20-28, que es generalmente datada del segundo siglo antes de la era común:
«Y en el vigésimo octavo jubileo [1324-1372 A.M.] Noaj comenzó a transmitir a los hijos de sus hijos las ordenanzas y mandamientos, y todos los juicios que él sabía, y exhortó a sus hijos para que observaran la justicia, y para cubrir la vergüenza de su carne, y para bendecir a su Creador, y al padre y la madre dar honor y el amor al prójimo, y que guardaran sus almas de la fornicación y la inmundicia y la perversión. Ya que a causa de estas tres cosas vino el diluvio sobre la tierra … Porque quienes derramaren sangre de hombre, y quien come la sangre de cualquier carne, todo será destruido de la tierra. «
De R.H. Charles (1913) una traducción del griego koiné, los Jubileos es también común en Geez y textos múltiples encontrados en Qumrán, que aún están siendo examinados.
*Recordemos: Los libros apócrifos son de NULO VALOR ESPIRITUAL, pero contienen algo de valor histórico.
Fuente: Wikipedia http://en.wikipedia.org/wiki/Seven_Laws_of_Noah
Citando a nuestro maestro:
Nuevamente contemplamos que desde hace mucho tiempo, siglos, milenios, está muy claro el rol sagrado que pertenece a los hijos de las naciones, a los gentiles.
Está perfectamente delimitado su precioso lugar en la tarea de construcción de Shalom.
No es un “invento” nuevo.
No es una moda de las últimas épocas, ni un impedimento para que los gentiles alcancen su salvación y bendición.
Todo lo contrario, es el camino real, marcado con amor y sabiduría por el Padre Celestial para que Sus hijos de entre las naciones puedan desarrollar su máximo potencial y lograr verdadero éxito en este mundo y placer perpetuo en el mundo eterno.