Vivir en el tiempo de DIOS


Hace un rato le dije a un querido amigo: “no siempre lo que queremos es lo mejor para nosotros”.

Quise compartir contigo también esta enseñanza, creo que es importante tenerla en cuenta.
Nos evitará amarguras innecesarias, quejas sin motivo, fantasías pueriles dolorosas, rupturas dramáticas, esclavizarnos aun más al EGO.
Nos ayudará a valorar lo que tenemos, los que somos, lo que en verdad está a nuestro lado y nos hace bien.
Tú sabes que he escrito en otras ocasiones acerca del valor único del presente, de vivir el aquí y ahora a pleno.
Porque acostumbramos a sentir culpa por el pasado, o a angustiarnos por el futuro, y en eso perdemos de vivir el presente.
Escapamos de fantasmas idos y evitamos sombras que aún no están, y en esos juegos turbulentos desperdiciamos y despreciamos nuestro único tesoro: el tiempo presente.
En el escape es común repetir el pasado, fracasar una y otra vez en lo mismo o tan parecido, haciendo del hoy una copia borrosa e infame del ayer. Esto nos lleva a mortificarnos más, a temer más, a hundiros en la impotencia más, a prefabricar un mañana de angustias y horrores.
EGO, todo EGO…

Recuerda, el deseo es deseo de poder. Ese afán, ese desespero, esa esperanza vana nace en el sentido de impotencia, porque todo miedo, es miedo a no poder.
Y entre estas puntas se maneja el EGO.
Que te zarandea, de un lado para el otro.
Te mantiene preso, esclavo, sometido, embrutecido.
Quizás tienes una mente brillante, pero asfixiada por las emociones y pensamientos perturbadores que surgen del EGO.
Tal vez tu destino fuera de grandeza, pero estás aplastado por la bota ridícula del EGO, que te hace sentir miserable, que te arrastra en el cieno de la impotencia, que te lleva a desear y fantasear imposibles, para inflarte de nada y estar alterado por todo.

La mayoría de las personas no toma conciencia de este pasaje por la vida sin vivir.
Muchos tienen la excusa de estar atareados en sus corridas cotidianas.
Otros se distraen con las ocupaciones importantes de la nada misma. En el Río de la Plata esto tiene nombre y apellido, Marcelo Tinelli y el mundillo que gira a su alrededor. Es el famoso circo de antaño, para mantener adormecida a la gente, adoctrinada, quieta, en la ilusión de compartir la grandeza de otros que son enanos pero vendidos como gigantes. En todos lados están estos amos del circo, payasos en realidad, muy poderosos en términos mediáticos pero absolutamente esclavos en términos espirituales.
No hay tiempo para detenerse y pensar en uno mismo, en conectarse consigo, en hacer cinco minutos diarios algún ejercicio de armonización de sus múltiples dimensiones.
No, para eso no hay tiempo, porque el tiempo vale oro, aunque se lo desperdicia en lo superficial, en lo que no vale realmente.
Las agendas se sobre escriben, se apilan las actividades, el frenesí y la carrera se convierte en sinónimo de plenitud… ¿será así?
¿O esa actividad que satura cada minuto, que no da pausa, que aliena es solamente un modo de escapar de sí mismo?
¿No será que tanto jueguito y distracción, tanto partido importante de fútbol, tanta charada son solamente escapes de la realidad para postergar el inevitable encuentro consigo mismo?
Porque verse da miedo, porque nos desconocemos.
Somos nuestro vecino más cercano, y el más olvidado.
Difícilmente nos reconocemos en el espejo del alma.
Detrás de tantas máscaras, dudo que puedas saber cuál es tu rostro.
Nos escondemos detrás de los arbolitos, para que nuestra conciencia no nos alcance.
Porque de hacerlo, ¿cómo justificar lo injustificable?
¿Cómo rendir cuentas del tiempo perdido, de la vida gastada en nada?

El tiempo de Dios es un eterno presente. (Hablar del tiempo de Dios es una manera de decir las cosas, Él está por fuera de todo tiempo, de todo espacio, Él es contenedor del universo y nada lo contiene a Él).
Hoy para Él es el Big Bang, el momento inicial del Bereshit.
Hoy es el momento del final, si es que existe, no lo sé.
Hoy está un dinosaurio paseando por ahí.
Hoy Adam conoce a Java.
Hoy Noaj es ordenado en el pacto eterno de las naciones con Dios.
Hoy está Avraham circuncidándose.
Hoy Avraham está circuncidando a su hijo Itzjac.
Hoy están los judíos saliendo de Egipto.
Hoy ellos reciben la Torá para ser posesión judía por siempre.
Hoy los hijos de Israel están tomando posesión de su tierra.
Hoy David es coronado rey.
Hoy Salomón es coronado rey.
Hoy los judíos son exiliados en Babilonia y hoy retornan desde Persia.
Hoy luchan la independencia de Judea para expulsar a los romanos.
Hoy Colón llega a América y comienza el desastre para los habitantes de por aquí.
Hoy Neil Armstrong dice su discurso famoso y pisa la luna.
Hoy es hoy, nuestro pequeño hoy.
Hoy es el año siguiente y el siguiente.
Todo tiempo es presente para Dios.
Todo tiempo presente, es nuestro único real y existente tiempo para nosotros.

Dejar pasar este instante es perder tu única oportunidad.
Es derrochar un tesoro, es gastar un recurso limitado e irrecuperable.
Pero, cuando lo vives a plenitud, cuando haces actos de bien generosamente, cuando eres altruista, cuando eres solidario, cuando eres una sinfonía perfecta de tus multidimensiones, cuando encuentras la conexión entre tus planos y por ello con el prójimo y con Dios, entonces estás haciendo la mejor inversión de todas.
Estás consiguiendo aprovechar tu vida.

Muchos viven pendientes de un promisorio futuro, el de la Era Mesiánica.
Está bien que así sea.
El ideal mesiánico apunta a que en aquella Era el hombre será más hombre, a causa de lo cual se dará cuenta de que es también “divino”. No por ser como dioses, o parte de dioses, o como Dios, o que Dios mora en nosotros, sino porque existimos por Él, estamos en permanente conexión con Él, nos vivifica Él.
En esa Era añorada, el hombre no será más divino, porque ya ahora lo es. Lo que pasa que tenemos tan escondido nuestro Yo Esencial, tan tapado por caretas del Yo Vivido que ni siquiera nos reconocemos en nuestra humanidad.
Somos semejantes a animales, que viven en inconsciencia, sin alzar su mirada, sin resplandor del espíritu. Es una pena por nosotros, siendo que tenemos la capacidad de unificarnos y conectarnos con la eternidad.

Comencé este breve encuentro con las palabras “no siempre lo que queremos es lo mejor para nosotros”.
¿Qué aprendiste ahora a querer, que realmente sea mejor para ti?

20 comentarios sobre “Vivir en el tiempo de DIOS”

  1. “No siempre lo que queremos es lo mejor para nosotros”. Una bella frase que responde mil interrogantes. Como ej: (porque a mi)

    Es real: A quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Dar consejos pareciera lo mas facil , pero hasta en esto debieramos cuidarnos. Bello post.
    Gracias More.

  2. Yo era uno que por un gran tiempo vivía obsesionado con todo menos el presente, pasaba con agendas a reventar, de un lado para el otro y demás, hasta que un día me senté y vi cómo había pasado el tiempo y no había logrado hacer mucho conmigo mismo. Ahí y fue donde realmente entendí por qué el tiempo es la materia prima más importante. El dinero se puede recuperar, pero el tiempo no.

    Para aquéllos que les gusta la ciencia, hay un libro muy bueno sobre la cuarta dimensión dentro de la teoría de la física cuántica, se los recomiendo. En este momento no recuerdo el nombre pero apenas tenga oportunidad, se los digo.

  3. a querer no hacer siempre lo q tengo ganas? me cuesta mucho controlarme en cierta manera. A veces me vienen inseguridades porque no empiezo hoy.
    Saludos.

  4. Eso es normal Daniel. El EGO siempre está ahí, lo que pasa es que no hay que obsesionarse, el EGO no es algo malo, es como decir que porque se tiene un mazo para arreglar cosas que se va a utilizar para darse de mazasos uno.
    El problema no es el EGO, el EGO es parte de nuestra existencia, el problema es obsesionarse, porque la obsesión es EGO. Se empieza con un paso a la vez. El que mucho abarca poco aprieta. Es mejor despacio pero con buena letra, decimos acá en Costa Rica.

    Lo primero que hay que hacer es no obsesionarse con liberarse del EGO pero tampoco someterse a él.

  5. «Dejar pasar este instante es perder tu única oportunidad.
    Es derrochar un tesoro, es gastar un recurso limitado e irrecuperable»…

    ¡que ciertas esas palabras!,… y mientras el «mundo» siga especulando sobre vidas, rencarnaciones karmas, mientra sigan mirando a través de las cortinas de las religiones, las sectas u otro movimientos, mientras fijen su ojos tras un un lider, una moda, tras lo fácil, lo pasajero, tras lo que no salva , aunque con bombos y platillos se diga lo contrario,» mientras» … hace eco en el tiempo esa palabra el tiempo pasa, y con el las oportunidades reales para ser mientras se vive.

    Me alegra tanto, mi identidad, y el saber que tengo tanto por hacer por mi, por el otro, por el mundo de shalom que cada día anhelo más y más…

    Un abrazo, y mil gracias por este bello texto.

  6. Profunda y sabia reflexión estimado maestro, estoy leyendo obligado (trabajo) la mentalidad del hombre medieval del primer milenio y lo que hay es la espera de la muerte, una espera inmovilizante, aturdidora, que elimina la voluntad y el deseo de vivir el presente, detrás de todo ello, la oscura influencia religiosa.

  7. querido curioso, arquitecto de almas, cuan diferente es la predica espiritual, la realmente espiritual, de lo q es religioso. no?
    como se puede ser ateo, o llamarse asi, y ser plenamente espiritual… no?
    o ser «religioso», con dios o dioses cada dos palabras en la boca, pero absolutamente vacios de espiritualidad…
    creo q pueden ser ideas para compartir con sus amigos ateos, q me parece son bastante espirituales en realdiad..
    un abrazo

  8. Es curioso, pero leyendo el post, me sonaba el término bipolaridad. Ese desgastante ir y venir entre deseos de hacer cosas que en reallidad son inacesibles, para así poder luego preocuparse por lo que no podemimos llegar a concluir.
    Llenarse de tareas (algo parecido a lo que dijo Felipe de sus agendas a reventar) preocuparse por todo; y en esa melange olvidarse de que uno no es la enfermedad; es mas que eso.

    «¿O esa actividad que satura cada minuto, que no da pausa, que aliena es solamente un modo de escapar de sí mismo?»
    Es escaparse de sí mismo, de la vida, de los afectos. Porque da miedo verse, da miedo no tener todo controlado.

    «No hay tiempo para detenerse y pensar en uno mismo, en conectarse consigo, en hacer cinco minutos diarios algún ejercicio de armonización de sus múltiples dimensiones»
    Quizás se piense que si paramos se nos va la vida… O que podemos encontrar que las preocupaciones son tan insulsas que nos han llevado demasiado tiempo, y que definitivamente lo hemos perdido.

  9. Allí es cuando viene la otra etapa, la depresion, el quedarse quieto porque hemos descubierto que»Todo tiempo presente, es nuestro único real y existente tiempo para nosotros» y que haber dejado «pasar este instante es perder tu única oportunidad.Es derrochar un tesoro, es gastar un recurso limitado e irrecuperable»
    Y eso da pánico, porque descubrimos que «tenemos tan escondido nuestro Yo Esencial, tapado por caretas del Yo Vivido que ni siquiera nos reconocemos en nuestra humanidad»
    LA cura (o la mejora) es justamente dejar que nuestra conciencia nos alcance; aprender a parar la pelota a tiempo y reconocer que muchas veces está en nosotros y en nuestro potencial divno- esa llamita que nos sobrevuela- ponerle garra a la vida. Hacernos cargo de que hoy es el día que tenemos por delante, lo que hicimos ayer está hecho (los bipolares solemos tener varios verrinches de los que luego nos avergonzamos), y no podemos llevar siempre la carga si no nos sirve para aprender . Porque eso inmoviliza y no permite atender lo que relmente es importante: nuestra familia, nuestra conexion con la eternidad.

  10. Muchas veces he dicho «soy bipolar» En este tiempo he descubierto que muchas veces me sentía cómoda con ese rótulo. Lo quería. Me daba muchas chances: podía dormir más de lo adecuado, podía hacerme un poco la víctima de la enfemedad y esconder mis responsabilidades detras de ella. Pero en estos presentes momentos (y gracias a un pequeño comentario de un moré) se que lo mejor que puedo desear es ser sólo Claudia.

    Vivir siempre el tiempo de Dios es escencial para un enfermo bipolar porque normalmente se está en el pasado sufriendo por lo que pasó, o en el futuro imaginando cosas tan «grandiosas» que poco problable sucedan. nunca viven el presente.
    Y como dice una canción
    Cuanta verdad
    hay en vivir
    solamente
    el momento
    en que estas
    si el presente…
    el presente y nada mas.

  11. El peor hacer es no hacer nada, sin embargo es muy tentador porque significa no alcanzar el hoy, posponerlo para que no llegue, así se vive en el ayer y se pasa el hoy para mañana, es infantil e inútil pero tan humano como intentar evitar el «fugit irreparabilis tempus». En Alicia el Sombrerero cree que ha matado el tiempo -o que el tiempo piensa que lo quiere matar, el aparente efecto práctico es el mismo- pero ¿acaso eso es bueno? es una trampa que se cubre por una larga serie de servicios de té, cuando alguien se para a mirarlos lo que se ofrece es… otra taza de té para desviar la atención del conjunto que muestra el intento de aplazar el hoy para cuando llegue mañana.

  12. Si no se procura vivir el presente, necesariamente terminamos anclados en el futuro o el pasado, ambas condiciones son irreales. Se estima que nuestro presente solo dura 3 segundos, por lo que aun cuando por mas esfuerzos que hagamos nunca logramos estar completamente en el presente. Existe la necesidad de procurar mantenernos allí, en el presente, aun cuando eventualmente nos ubiquemos en el pasado y el futuro, ya que ambos estados nos pueden beneficiar, para aprender de los errores o para planificar, siendo el pasado y el futuro auxiliares complementarios como lo debería ser el ego.

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