Pensar es…
Parece obvio, pero en realidad no lo es.
Puede resultar todo un ejercicio intentar definir “pensar”.
Luego es probable que nos sintamos confundidos, titubeantes, y acabemos por reconocer nuestra falta de definición.
(Otro ejercicio es que te preguntes acerca de todas las cosas “obvias” que asumes como sabidas, como compartidas con los demás… ¡te llevarás una gran sorpresa al darte cuenta de que sabes menos de lo que crees y te comunicas menos de lo que supones! Me lo puedes confirmar o denegar más abajo, en la zona de los comentarios. Gracias.)
Hagamos la sencilla fórmula de consultar el sabio consejo del diccionario.
Según la RAE pensar es:
(Del lat. pensāre, pesar, calcular, pensar).
1. tr. Imaginar, considerar o discurrir.
2. tr. Reflexionar, examinar con cuidado algo para formar dictamen.
3. tr. Intentar o formar ánimo de hacer algo.
A menudo suele ser de gran ayuda el amigo diccionario, tal útil y tan desaprovechado.
¿Es de provecho en esta ocasión?
Según 1 pensar es crear imágenes, aplicar la inteligencia, inventar, hacer conjeturas, evaluar, juzgar, figurarse algo.
¡Demasiadas cosas! ¡Demasiado abanico!
Por lo visto es un proceso que implica lo mental, pero que va desde la fantasía hasta la deducción, pasando por una variedad interesante de opciones.
La 2 parece concentrarse en la idea de juzgar por medio de un estudio dedicado, profundizar en alguna temática hasta alcanzar alguna definición o conclusión. Nos apartamos de la imaginación, de dejarse fluir entre ideas, para enfocarnos en un proceso que requiere atención, concentración y alcanzar algún resultado.
La 3, bueno creo que refiere al uso de “pensemos alguna cosa”, “pensemos qué vamos a comer”, “pensemos en dónde haremos la fiesta de aniversario”.
Me sigo quedando un poco a oscuras, les confieso.
Entonces, vayamos por partes.
Intentemos distinguir los factores que intervienen en el pensar:
- Sujeto pensante.
- Objeto que es pensado.
- Proceso físico-químico del pensar.
- Proceso psíquico del pensar.
- Nexos que se forman a través de estos procesos.
- Expresión –interna y/o externa- de lo pensado.
Estos procesos que ocurren no se dan en un vacío.
Es necesario un soporte físico, el cerebro; así como un contenido previo, percepciones y recuerdos.
Pensamos porque Dios a través de la creación evolutiva nos ha provisto de la herramienta esencial para hacerlo, el sistema nervioso central y los órganos de la percepción.
Pensamos porque hemos ido adquiriendo elementos mentales que vamos almacenando para luego manipular, combinar, remodelar y eventualmente recrear y crear.
Si el soporte físico falla, el pensamiento falla.
Si el soporte psíquico está contaminado o poblado de percepciones erróneas, recuerdos distorsionados o ideas corruptas, entonces el pensamiento también falla.
Así pues, un niño dotado de un cerebro con un potencial de genio es adoctrinado para la necedad, probablemente sea un necio.
Una mente potencialmente brillante es confinada a un reducto psicológico marginado y enfermizo, detrás de barrotes emocionales, entonces probablemente los pensamientos serán oscuros, reducidos, peligros y hasta macabros.
Un niño adecuadamente estimulado, educado con amor y responsabilidad, pero que su configuración física sea deficiente, probablemente no pasará de pensamientos pobres.
Un niño bien equipado, pero en un ambiente adverso, sin alimento, sin estímulos, sin educación, en constante riesgo de vida, difícilmente alcanzará la altura mental a la que podría estar “destinado”.
Y así podríamos conjeturar sobre combinaciones diversas y resultados alternativos.
Podemos resumir que el término "pensar" abarca actividades mentales de combinación y formación de ideas que pueden ser ordenadas o desordenadas. El pensar es lo que ocurre durante el juicio, la elección, la resolución de problemas, la originalidad, la creatividad, la fantasía y los sueños. Piensas en todos ellos, aunque en apariencia son bastante diferentes.
Si buscáramos cuál es la finalidad en común de todo pensamiento, quizás podríamos concluir que es lograr contestar alguna pregunta, aunque no esté siquiera formulada como tal.
Pienso para encontrar comida, porque mi cuerpo me reclama nutrientes y me asalta la pregunta de qué, dónde, cuándo, etc. encontrar la comida e ingerirla.
Pienso para encontrar compañía, porque es una de las necesidades humanas básicas, entonces imagino situaciones, fantaseo, me contacto, hago y deshago con tal de resolver esta necesidad.
Pienso para resolver un problema matemático, o un sudoku, o un crucigrama, o una adivinanza, o un inconveniente laboral, etc., porque está planteado el desafío al que debo hallar respuestas.
Pienso porque “metí la pata”, entonces me devano en inventar alguna buena excusa, en justificarme, en descubrir culpables, en elaborar historias creíbles que me liberen de la carga de la responsabilidad.
Pienso para adaptarme, para resolver el problema o conflicto que tengo ante mí.
Pienso para responder a preguntas que todavía ni siquiera han sido formuladas, para adelantarme a posibles inconvenientes, y de esa forma prevenir o disminuir los colapsos y pérdidas.
Y muchas veces pienso para no resolverlo, pero hacer de cuenta que lo resolví huyendo, mintiendo, fantaseando, delirando, obsesionándome para no encarar cambios reales, negando la realidad…
De acuerdo a quien soy y cómo estoy siendo mi pensamiento será más elaborado, más ajustado a la realidad, más beneficioso, más resolutivo, más brillante, o todo lo contrario.
Por lo que estamos viendo hasta ahora, no basta solamente con un “buen” cerebro, sino que además es necesario tener contenidos que combinar y entre éstos el haber sido educados para pensar.
Tristemente, no es lo habitual, no nos enseñan a pensar.
Igualmente pensamos, pero no al máximo de nuestra capacidad, no libres de vicios e insuficiencias producidas por el EGO a través de sus variadas herramientas de manipulación y dominio de la persona.
Una buena y sabia amiga de este hogar nos ha dado este comentario que quiero resaltar ahora y compartir contigo:
Podría decir que: pensar es un proceso en el cual todas esas “ideas, imágenes, vocecitas internas” vienen a nosotros cuando intentamos responder a “algo”, y cuyo origen está arraigado a los yoes que hacen parte de nuestro ser.
La manera como organizamos estas “ imágenes, ideas, vocecitas” para transmitir el resultado, ó para actuar; se convierte en lo que conocemos como el “pensamiento” .
Aunque creo que cuando nos detenemos para hacer el ejercicio “correctamente y elaborar la respuesta más acertada”, estaríamos ejerciendo realmente esta actividad de “pensar”.
Pasa que; muchas veces , cuando “creemos pensar”, obedecemos de forma inconsciente a las imágenes que se elaboran a partir de uno sólo de los yoes, del “yo vivido”, para responder de forma automática (una de las herramientas ofrecidas por nuestro Ego). Entonces no buscamos una respuesta acertada ó correcta sólo… actuamos. “Actuamos sin pensar”.
¿Tú qué piensas?
Me encantaría recibir tus aportes, para de esa forma ampliar y profundizar este importante tema.
Nos estamos viendo.
http://fulvida.com/ajenos/misioneros/t-piensas
pq les parece q seria relevante para el noajida tener bien en claro este concepto?
Lei este texto esta mañana y aun estoy pensando en el asunto, pero comentaré al respecto.
Por lo general damos muchas cosas por sentado, e incluso nos atrevemos a pensar en lugar de otro, en el peor de los casos cremos que pensamos pero no es asi, y el dialogo cotidiano nos lo muestra.
Frases como: «Yo pensé que tú me saludarias primero, por eso no te saludé»
Y: «Fulano seguro está pensando que yo estoy molesto porque no lo saludé»
Finalmente: «No sé qué pensar del comportamiento de fulano, por qué no me saludo».
Y asi andamos por la vida, todos los dias.
De paso, es relevante para nosotros los noájidas puesto que nuestros antecesores nos criaron (en mayor o menor medida) a base de suposiciones, miedos, medias verdades, mitos, tabues, etc. Y como integrantes de una generación que es pionera en el despertar noájida, tenemos por delante una gran tarea que comienza por usar esas herramientas que quedaron en el letargo y la telaraña, tal como lo es el pensamiento.
dentro del pensar se elabora el discernimiento que nos ayuda a hacer mejor elecciones en nuestra vida, asi como a no transgedir los mandamientos.
muchas veces decimos «lo hice sin pensarlo»
Estoy pensand…
Vaya, algo que creemos hacer casi todo el tiempo, debería tener un proceso y un orden que muchas veces omitimos cuando actuamos automáticamente ó respondemos a la ligera.
Pocas veces, ó mejor, casi nunca prestamos atención a lo que hemos permitido entrar a nuestra mente, aceptamos mentiras, religiones, explicaciones, ritos, creencias, en fin; y luego muchas respuestas del pensamiento serán tan equivocadas como lo que aceptamos en un momento.
Pero allí donde nos hemos llenado de “banalidades” que acompañaran nuestro pensamiento NUNCA se nos invita a pensar.
En Fulvida se nos dice “pensemos”.
Muchas gracias Moré
Ayer me di cuenta que no sé pensar. Necesito agitar mi mente porque realmente estoy en el vacío…
entonces, querido amigo, ya ha comenzado a pensar!
Gracias Moré, me siento honrando al llamarme amigo a este pequeño discípulo.
Pensar es el primer paso para salir de la idolatría. A los noajidas nos hace revernos a diario en cada elección, en cada paso, en cada estudio; para no hacer las cosas por simple aceptación sino por conocimiento pleno, por elección basada en sabiduría y no en un simple acatamiento de órdenes.