Cinco años han transcurrido desde la deplorable matanza de inocentes dentro de los edificios del WTC, cinco años desde que un acto de violencia, claramente concebido para desestabilizar al mundo, ideado por alianzas que desean solo poder material, que desean solo beneficios personales, sin importar que tanto haya que destruir en el camino, llevó a cabo, asesinando cientos de miles de personas y afectando miles de millones en todo el mundo.
Desde Septiembre 11, hemos venido en una pendiente sin freno, como sociedad nos hemos hundido en el más profundo de los pozo morales.
La violencia generó más violencia, la muerte generó más muerte, las mentiras se repiten, muchos medios se han corrompido, la información verídica se ha hecho difícil de conseguir.
Así como en la tierra media de Tolkien la sombra del señor oscuro dominó los cielos, sirviéndose de sus Nazguls, orcos, y otras criaturas que abiertamente hacían el mal y sirviéndose de otros personajes, que aparentando piedad y enemistad con Sauron también colaboraron en la destrucción del mundo, así hoy se cierne sobre la tierra real, fuera de la fantasía de un escritor, la sombra de un señor oscuro que pretende dominar al mundo, establecer el imperio de la maldad, de la impiedad e injusticia.
Pero así como al final del libro prevaleció la voluntad de hacer lo correcto de los jóvenes Frodo y Sam, hoy debe ser nuestro estandarte la voluntad de traer salud al mundo. Y así como caballeros pertenecientes al linaje real lucharon cuerpo a cuerpo contra las fuerzas del mal, al lado de valientes hombres, y razas, sin distinción, hoy todas las razas debemos luchar sin distinciones entre nosotros, cuerpo a cuerpo contra los males que azotan a este mundo.
He comparado nuestra realidad con una obra épica inspirada en momentos que el mundo se veía socialmente agitado, porque cuando el hombre experimenta los cambios que vienen por la evolución natural de las cosas, ocurre caos, ocurre inestabilidad en nuestras relaciones sociales.
Estamos viviendo un tiempo de cambios que son difíciles de asimilar, estamos en los umbrales de una nueva era.
La cultura popular ha dicho: “Luego de la tormenta siempre llega la calma” y esto es porque la tormenta pone todo en su lugar, cuando se ha acabado la tormenta todo esta en orden.
Pronto tendremos ese orden que esta tormenta traerá, pero en la tormenta muchos no resisten, mueren presa del pánico-inmovilidad, movámonos y vayamos al ritmo de los hechos, adelantémonos a los acontecimientos y preveamos nuestras acciones.
Así participaremos del orden en el mundo