Resp. 10 – Preguntas de una joven sabia

Con cariño le doy agradecimientos por su respuesta; Por voluntad propia he leído
muchas secciones de la Pág., Y por Orden de Dios serviré de la mejor manera en
mi vida. Estoy contenta de saber que voy en el camino correcto, mis preguntas son:
1 ¿Una mujer Judía puede trabajar normalmente en lo que sea? (Mientras sea un
buen trabajo)
2 ¿Nadie me puede obligar a creer en la virgen ni en nada de eso?
Mi familia esta algo molesta conmigo puesto que renuncie a mi religión católica
con 15 años pero Dios es Dios es solo uno, eso aprendí
3 ¿Es malo reconocer que estuve equivocada al hacer 3 sacramentos en la iglesia
católica?
Gracias por tomarse la molestia de leer esto y ayudarme… Créame que tengo poca
edad pero quiero cumplir la meta de mi conversión y servirle a Dios como lo
estuve haciendo hasta los momentos gracias a Usted, sin Idolatrar a más nadie…
A. M.
Estudiante.
15 años
Maracay-Venezuela

Hola, espero que estés muy bien.
Quiero agradecerte porque te has tomado el trabajo de escribir tus líneas, y quiero felicitarte porque se nota que eres muy valiente e inteligente.
Que sea la Voluntad del Padre bendecirte en todos tus caminos.

Paso a responderte en orden tus preguntas:

1- Sí, una mujer judía, tal como una noájida, puede trabajar en cualquier trabajo que sea digno.

2- Nadie DEBE hacerte creer en la virgen, en santos, Jesús o cualquier otra idolatría.
El deber de toda persona es servir a Dios, amarLo a Él, adorarLo a Él y a nadie más, rezarLE directamente a Él.
No permitas que nadie te lleve por un camino defectuoso, que te aparta de la verdad, que te aleja del tierno abrazo del Padre celestial.
Tu vida es preciosa y no puedes desperdiciarla en vicios, tales como lo es la idolatría.
Tenlo presente, por favor.
Y sé compasiva con los que aún permanecen en el error. No los juzgues duramente, ni te opongas con tenacidad, sino que haz tu camino a la Luz del Eterno y sirve tú como buen ejemplo para los que aún estás perdidos.

3- ¡Al contrario!
Reconocer el error cometido y confesarlo (a uno mismo, a Dios, o a aquel a quien ofendiste) es el comienzo el verdadero arrepentimiento.
Por supuesto que tales sacramentos son ajenos a la sincera devoción del Eterno, tal como también es ajeno el invocar a Jesús o a cualquier otro dios falso.
Cuando has reconocido tus errores estás en condiciones de reparar los daños, y por lo tanto de crecer y recibir bendiciones desde Arriba.

Para finalizar nuestro diálogo de este día, te sugiero que quites de tu linda cabeza ideas tales como «conversión al judaísmo», puesto que el buen Padre te ha dado la virtud de nacer noájida, y Él te ha dado un precioso camino para que Le sirvas y seas íntegra.
Estudia con dedicación lo que debes hacer como noájida, ayuda a rescatar al resto de tus queridos familiares, y participa con ganas en la hermosa tarea de construir un mundo mejor.

Quedo a tus órdenes, y me despido deseándote mucha paz.

Lic. Yehuda Ribco

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