Existen muchas palabras que podemos definir de manera distinta según sean dichas ó escritas en un contexto diferente al que en muchos casos estamos acostumbrados, por ejemplo, ahí tenemos la palabra “asfaltado”, normalmente sería una acción verbal que indica que algo esta cubierto de asfalto, ¿pero qué pasaría si usáramos esta palabra para otro contexto?, descubriríamos que puede tener más de un uso, la expresión “asfaltado” la usan mucho los maestros de escuela cuando su alumnos no van a diario a clases. ¿Se dan cuenta?
Así tenemos varias por enumerar, como por ejemplo:
DEPARA: Lo que dicen las tarjetas que le ponen a los regalos.
ENLOQUECEDORA: Algo en una sartén con aceite.
PASCUAS: Dos trancazos de Batman y Robin.
MINISTERIO: Pequeño aparato estereofónico.
BECERRO: Observar una loma o colina.
BENCENO: Lo que los bebés miran mientras se alimentan de su madre.
BERMUDAS: Observar a las que no hablan.
CAMARÓN: Aparato enorme que toma fotografías.
DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.
DIADEMAS: Veintinueve de febrero.
DILEMAS: Háblale más.
ENDOSCOPIO: Me preparo para todos los exámenes, excepto para dos.
MANIFIESTA: Juerga de maníes.
MEOLLO: Me escuchó.
NITRATO: Frustración superada.
ONDEANDO: Sinónimo de ¿dónde estoy?
POLINESIA: Mujer policía que no entiende razones.
REPARTO: mellizos.
SORPRENDIDA: Monja corrupta.
TELEPATÍA: Aparato de tv para la hermana de mi mamá.
Son sólo algunas de las infinitas palabras de nuestro idioma castellano que pueden ser usadas en uno o más contextos, por cierto, que muy diferentes entre si.