Januca es el tiempo en el cual nuestros hermanos judíos recuerdan como hombres judíos valerosos, seguidos de una parte del pueblo, fiel a D»s, derrotó al imperio del mal, recuerdan como la luz que irradiaron los macabeos y sus seguidores venció a la oscuridad imperante.
Recuerdan, cada vez que sus niños juegan con el sevivón, que un "Gran Milagro ocurrió allá" (En Israel), recuerdan cada vez que cantan "Maoz Tzur" que Su D»s los salva, que está con ellos, que los proteje, que los defiende; recuerdan al encender cada luz durante ocho días que el valor y el coraje de los que siguen la Justicia y la Rectitud valen la pena, porque obran milagros.
En estas fechas los noajidas podemos aprender de los judíos que la Luz que irradia la persona es la que realmente ilumina las largas y oscuras noches del invierno boreal y no las que se colocan rebeldemente en arbolitos ó simbolos idolátricos, podemos aprender que el tiempo no es para perderlo en vanidades, sino para invertirlo en el crecimiento constante de nuestra personalidad; la fiesta de las luminarias debe ser para los noajidas referencia de lo que fue la resistencia de aquellos que, viendo la decadencia de parte de sus coterráneos, no desmayaron, y lucharon hasta conseguir expandir la Verdad, la Luz.
Este tiempo debe servirnos para alumbrar con verdadera luz a quienes aún permanecen inmersos en la terrible oscuridad que produce la idolatría, llevando, con nuestra actitud, el mensaje que D»s ha plasmado en Su Torah, para todas las naciones.