Shalom,
"¡Bendito el que viene en el nombre del Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.

Es importante la vestimenta y la actitud, tanto para el hombre como para la mujer.
La ropa y la manera de expresarse debe ser siempre dentro del marco de la modestia, del recato, de la mesura.
Es correcto vestir ropa agradable, maquillarse y acicalarse bellamente la mujer, perfumarse, tener una presencia saludable y hermosa.
Pero, que el cuerpo no sea el centro de atención.
Pues, las relaciones humanas deben estar basadas en algo más que lo estrictamente físico. (Por supuesto que lo corporal es parte sustancial, que no debe descuidarse, afearse o someterse a humillaciones).
Así pues, que la mujer use pantalón o falda, según sea su gusto y el buen uso social, siempre y cuando cubra aquello que es honroso cubrir.
Que vistan con elegancia, pero sin olvidar que la hermosura no está en el envase sino en el contenido.

En la intimidad conyugal, que la actitud recatada sea también el tinte general de la obra maestra que es un matrimonio edificante y bendito. Pero, que no olviden los cónyuges que deben amarse intensamente, en todos los planos de su personalidad (físico, emocional, social, intelectual y espiritual). Por tanto, al momento del mutuo deleite que compartan aquello que disfruten, con amor y respeto, pero sin otras limitaciones.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco