Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.

Todas las personas que no son judías son noájidas.
Así es como el Todopoderoso ha diseñado a la humanidad.
O somos judíos, o somos noájidas.

La persona que ha nacido judía, o que habiendo sido gentil se convierte a judía, NO tiene manera de ser noájida.
NO existe, ni existirá una conversión al noajísmo.
Y esto es así porque ser noájida es una condición espiritual y no una religión o secta.
(El motivo por el cual el judío no puede convertirse a noájida es muy simple, el judío debe cumplir 613 mandamientos, en tanto que el noájida 7. Se puede ascender en la escala de responsabilidad y compromiso, pero no se autoriza a descender, no es lícito quitarse de encima responsabilidades, aunque es permisible buscar asumir más. ¿Se comprende?)

El noájida por su parte, si lo desea y cumple un estricto plan de estudios y preparación, puede eventualmente convertirse al judaísmo.
Pero, este paso es por completo innecesario, ya que el Eterno ha provisto a los noájidas de todo lo que precisan para desarrollarse en Este Mundo a plenitud, así como para gozar de los bienes perpetuos del reino celestial (tras el deceso).

Por lo expuesto NO hay ritual para ser noájida, ya que se nace noájida o se es judío. No hay más opciones.

Por otra parte, es bien cierto que la mayoría de los noájidas del mundo aún desconocen su identidad espiritual noájica. Son noájidas pero ignorantes de sus mandamientos, de su pacto eterno con el Padre celestial.
Esta ignorancia se debe a que sus antiguos antepasados se confundieron y perdieron el sendero de la pura relación con el Padre celestial, e introdujeron ídolos y «redentores», que solamente los llevó al caos y la corrupción moral, social y espiritual.
Gracias al Eterno en estos tiempos se está dando el renacer de la identidad noájica, por lo cual cada día más personas gentiles van descubriendo su esencia espiritual y asumiendo con integridad su parte en la tarea de perfeccionar al mundo.

Para reasumir su camino como noájida tampoco tiene necesidad de ritos, compromisos público, ceremonias o símbolos externos. Alcanza con el serio compromiso y la responsabilidad de aprender lo que le corresponde y vivir con pureza el modo de vida noájico.
Nada más.
No es una religión, ni una secta, ni un club privado, ni una filial inferior del judaísmo.
Es una identidad propia, bella, perfecta en sí misma, tal cual el Eterno la ha diseñado.

Por otra parte, hay gente que comprende el valor de lo simbólico, que necesita el ritual, que busca la conformidad social.
Estas personas pueden declarar su compromiso de fidelidad al Eterno ante tres maestros judíos, estudiosos de la Torá y respetuosos de sus mandamientos.
Así mismo, pueden afiliarse a las filas de FULVIDA, para que de esa manera tengan el sostén y conducción que los lleve por el buen camino.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Dios te bendiga, y que podamos ser constructores de Shalom.

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