Un día en que no había clases me desperté muy temprano con la idea de hacer una tarea sobre la esclavitud y como la única persona despierta en la casa era la tía Estrella, le pregunté: -Tía, ¿Cuánto trabajo tenían los esclavos para hacer?
La tía no dijo nada, pero sí me indicó que la siguiera, doblando y moviendo hacia ella su índice derecho.
Desde entonces hasta varias horas más tarde, la tía preparó el desayuno y adelantó algunas cosas del almuerzo; hizo el pan del día; barrió y limpió la casa; regó las matas; le dio de comer a los animales; sirvió el desayuno; recogió y fregó los platos; arregló las camas de sus hijos y sobrinos; lavó la ropa que habíamos ensuciado el día anterior; preparó el almuerzo; planchó la ropa que descolgó de las cuerdas para dar cabida a la que había lavado un rato antes; pasó un plumero sobre los muebles; hizo una torta de chocolate para la merienda de esa tarde; sirvió el almuerzo; recogió nuevamente y fregó los platos otra vez.
Cuando se disponía a coser la ropa del tío Ramón Enrique y estaba eligiendo los ingredientes para la cena, me eché a llorar y le dije que no quería que siguiera siendo nuestra esclava.
En ese momento llegó el tío Ramón Enrique y, cuando supo la causa de mi llanto, se puso rojo como las cayenas del patio.
Esa misma tarde nos repartimos las labores de la casa y aunque el tío Ramón Enrique, mi hermano Gustavo, mis primos y yo rompíamos platos, cocinábamos mal y hacíamos muchos desastres involuntarios, la tía Estrella nos dejaba hacer y decía:
-Nadie nace sabiendo y nadie aprende sin equivocarse.
(Cuento de Armando José Sequera)
Magnifica descripción de algunas «Tareas» que dedican algunas mamás y los esposos no saben que tienen esclavas en lugar de Esposas, o mejor dicho no quieren reconocer ese tipo de labor encomiable que dedican algunas Madres hogareñas. Ha y tambien son Madres muy Sabias ya que tambien saben que si un esposo hace ese tipo de tareas se rompera algo. Por eso talvez no lo dejan hacerlo.
Me alegro de saber que aqui tambien son admirables las Mujeres.
Y que tengan Shalom.
Me di cuenta que tenía a mis hermanas por esclavas ;casi sin pensarlo ni quererlo.Trabajaba de sol a sol en educación pero me hice la siguiente pregunta ¿y si mi vida fuera sola sin ellas? debería llegar y hacer muchas cosas aunque estuviera cansada,me di cuenta que me encerraba en mi mundo y me dejaba atender,decidí cambiar y pude demostrarles amor desde otro ángulo.
Hay un dicho que dice»El que no sirve para servir no sirve para vivir»
Felicitaciones a las amadas tías Estrella que se pasean por nuestro mundo en el anonimato y haciendo tanto bien