El justo fundamento

Dijo el más sabio de los hombres, Salomón el rey, que fue también él mesías de Israel:

«El justo es el fundamento del mundo»
(o en otra versión posible: «El justo tiene sus fundamentos muy fuertemente establecidos y no será movido jamás»)
(Mishlei / Proverbios 10:25)

¿Sabes qué podemos aprender de esta magnífica enseñanza?
Que no importan tus ayunos,
ni tus salmos, ni tus ensalmos,
que no interesa tu pose de santidad,
que no cuenta cuánto te niegas a gozar de lo permitido,
que es poco lo que vale tu docta impostura,
que tu «fe» es secundaria,
que tus opiniones son bien tuyas…

El justo, ese que vive de acuerdo al modelo de la conducta justa,
el justo, es el que construye un mundo de Shalom.

Para ser justo no precisas subir a la cima más elevada,
no necesitas negarte los placeres permitidos,
no requieres de otra cosa más que de una conducta que sea de justicia.

Ya lo sabes, te lo han enseñado,
tu deber es ser justo y bueno,
caminar con humildad delante del Eterno,
porque de esa manera estás cumpliendo tu misión en Este Mundo,
de esa manera fundamentas una realidad de Shalom.
Y por si fuera poco, no serás arrancado, ya que tu raíz es buena,
se nutre de la mejor de las savias,
la que proviene directamente del Manantial de Vidas.

Sé justo y bueno,
construye Shalom
y deja de lado cualquier otra filosofía.

3 comentarios sobre “El justo fundamento”

  1. muy cierto Moré, el justo es como la roca inamovible, que seamos asi en todo momento, sobre todo cuando nos quieren decir que somos herejes y esas cosas…que buen texto

  2. «El justo florecera como la palmera; crecera alto como el cedro en el Libano.  Plantados estaran en la casa del Eterno;  floreceran en los atrios de nuestro Elokim.  Aun en la vejez fructificaran.  Estaran llenos de Savia y frondosos, para anunciar que el Eterno, mi roca, es recto, y que en El no hay injusticia».

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