El credo de Noé

Probablemente ya está en alguna parte de este sitio; pero no está demás, para recordarnos que cumplir con los siete va mucho más allá de lo literal y que cada mandamiento tiene un significado profundo. Y para acordarnos también que se nos pide creer no a través de la fe sino del entendimiento:

Yo, hijo de Noé, cuidador de nuestro precioso planeta tierra, acepto sobre mi la responsabilidad por la paz y la unicidad en nuestro mundo, como fue aceptada por Adán y por Noé, transmitida por Moisés y su pueblo a lo largo de los siglos.

1. No adoraré a nadie ni a nada fuera del Creador Único, quien cuida de las criaturas de nuestro mundo, renovando el Acto de Creación en cada momento con sabiduría infinita, siendo vida para cada cosa En esta se incluye la oración, el estudio y la meditación.

2. No mostraré falta de respeto hacia el Creador de ninguna manera. Puede considerarse que esto incluye la falta de respeto por la belleza y la vida de la Creación.

3. No mataré. Cada ser humano, tal como Adán y Eva, es un mundo entero. Salvar una vida es salvar todo un mundo. Destruir una vida es destruir todo un mundo. Ayudar a otros a vivir es un corolario de ese principio. Cada ser humano que Dis ha creado está obligado a proveer a otros que estén necesitados.

4. Respetaré la institución del matrimonio. El matrimonio es un acto divino. El matrimonio de un hombre y una mujer es un reflejo de la Unicidad de Di-s y Su creación. La deshonestidad en el matrimonio es un ataque a esa Unicidad.

5. No tomaré lo que no me pertenece por derecho. Manéjese honestamente en todos sus negocios. Fiándonos en Di-s más que en nuestra propia connivencia, expresamos nuestra confianza en El como Proveedor de vida.

6. No causaré ningún daño a ninguna cosa viviente. Al principio de su creación, el hombre era el jardinero en el jardín de Edén, para que lo «cuidara y lo protegiere» Al principio, el Hombre tenía prohibido quitar la vida a ningún animal. Después del Gran Diluvio se le permitió consumir carne, pero con una advertencia: no causar sufrimientos innecesarios a ninguna criatura.

7. Tendré cortes de verdad y justicia en mi tierra. La justicia es asunto de Di-s, pero a nosotros se nos encarga establecer las leyes necesarias y hacerlas cumplir siempre que podamos. Cuando corregimos los males de la sociedad, estamos actuando como socios en el acto de sostener la creación.

Que las naciones conviertan sus espadas en rejas de arado. Que el lobo yazca con el cordero. Que la tierra se llene de sabiduría tal como las aguas cubren el fondo de los océanos. Y que todo eso sea pronto, durante la vida de todos nosotros, antes de lo que imaginamos.

Un comentario sobre “El credo de Noé”

Deja una respuesta