Re-encuentro Familiar I

Existen muchas razones de por qué se producen distanciamientos familiares, entre ellas: viajes, mudanzas, cambio de trabajo, entre otros. Dichos distanciamientos son justificables y aceptables. Por otro lado, existen casos en que las familias* se distancian no sólo en el plano físico, sino en el plano emocional, la mayoria de las veces producto de disputas, discusiones, riñas, altercados, orgullo, intromisiones, y más.

¿Hasta qué punto se justifican tales separaciones?

Enfoquémonos en el primer caso. El de aquellos que por razones de fuerza mayor se vieron en la obligación de alejarse de sus primeros seres queridos, entiéndase, papá, mamá, hermanos y hermanas.

En muchos casos los distanciamientos causan que la comunicación se pierda. Bien sea por falta de costumbre, de tiempo, o cualquier otra causa.

Hablemos de situaciones y posibles soluciones:

1. Situación: Los familiares que dejaste atrás ya no te llaman.

– Solución: No esperes a que te llamen, llámalos.

2. Situación: Tu familia tiene la posibilidad de visitarte pero no lo han hecho.

– Solución: No esperes a que te visiten, haz el esfuerzo y visítalos.

3. Situación: Tienes dinero para cubrir los gastos del viaje, pero temes llegar con las manos vacias.

– Solución: A tu verdadera familia poco le importan los regalos, en realidad el mejor regalo en ese momento es saber que estás vivo y saludable.

4. Situación: Temes que al llegar te reclamen por qué tenias tanto tiempo sin visitar.

– Solución: Toma conciencia que el 99% de las cosas a las que tememos nunca sucederán.

5. Situación: Tienes compromisos de trabajo que te impiden realizar un viaje que implicaria ausentarte del laburo.

– Solución: En lugar de pensar «no puedo dejar de ir al trabajo», es mejor pensar: «¿Cómo puedo hacer para ausentarme del trabajo sin que me afecte?» Enfócate en la solución, no en el problema.

Existen cientos de situaciones más, y miles de posibles soluciones.

El punto a resaltar es que, lamentablemente, los distanciamientos se producen porque ninguna de las dos partes toman la iniciativa de acercarse, o sencillamente ambas partes esperan a que sea el otro quien dé el primer paso.

Ambos tienes justificaciones. Y justificarse es válido, es natural y hasta normal. Pero pensemos por un momento cómo reaccionamos cuando oimos que otra persona se justifica por algo que dejó de hacer. Llegamos a pensar que ESA justificación es absurda, infundada, y hasta ridícula. Que solamente se necesitaba esforzarse un poquito más para hacer lo que correspondia.

Y qué sucede cuando somos nosotros quienes nos justificamos ante otros. Sucede que creemos que nuestra justificación sí es válida, incluso que todos deberian entenderla y aceptarla ciegamente.

¿Curioso verdad?

¿Tienes tiempo sin visitar a alguien de la familia?

¿Qué piensas hacer?, ¿Justificarte? o…

Esperar a enterarte que se ha muerto (¿sabias que la gente se muere?), y comenzar a darte golpes de pecho?

Planifica un reencuentro familiar, hazlo. Reencontrarse con la familia tambien es ser constructor de shalom.

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*Definición. No hay un concepto delimitado de ella. La ley no da una definición. Para definirla se buscaron diversos elementos: sujeción (de los integrantes de la familia a uno de sus miembros), la convivencia (los miembros de la familia viven bajo el mismo techo, bajo la dirección y con los recursos del jefe de la casa), el parentesco (conjunto de personas unidas por vínculo jurídico de consanguinidad o de afinidad), la filiación (conjunto de personas que están unidas por el matrimonio o la filiación, aunque excepcionalmente por la adopción).

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