Luego de sobrevivir

En diciembre de 1972, hubo una noticia que le dio la vuelta al mundo… 16 personas habían aparecido vivas en medio de las heladas montañas de la Cordillera de Los Andes.

El viernes 13 de octubre de 1972, un avión uruguayo, con 45 pasajeros, se estrelló contra la cordillera. Tras el impacto, 12 de los 45 murieron. Luego, por el frío, avalanchas, y la debilidad por la falta de alimentos fueron muriendo los otros 17.

Entre los sobrevivientes estaba Gustavo Zerbino, que con 19 años y tres meses de estudio de medicina, asistió a sus amigos heridos, con operaciones y amputaciones, y fue uno de los primeros en ingerir carne humana de sus compañeros fallecidos, después de haberse marcado el objetivo de la supervivencia.

Zerbino ha dado conferencias en todo el mundo en Universidades y Empresas de primer nivel, donde extrapola al actual modelo empresarial la actitud «positiva» y los valores de «honestidad, compromiso y esfuerzo» que, según dice, les permitieron continuar con vida tras el accidente aéreo.

Las siguientes son algunas de sus expresiones extraídas de sus conferencias:

“Con frecuencia planificamos nuestra vidas de un modo que la realidad se encarga de alterarlas con escenarios totalmente imprevisibles, en estas circunstancias: ¿como podemos seguir asumiendo la responsabilidad en nuestras empresas y trabajos, pese a la incertidumbre y adversidad de los acontecimientos que nos rodean, y todo ello con una actitud positiva y la habilidad necesaria para responder a todo ello de una manera constructiva?”

«Nosotros teníamos un objetivo, que era sobrevivir, y sabíamos que habría que hacer cosas extraordinarias para crear soluciones, no hicimos nada sobrehumano porque, sencillamente, somos seres humanos».

«En la vida lo importante no es lo que nos ocurre sino lo que hacemos con las cosas que nos ocurren. Se trata de adoptar objetivos, ideas y actitudes capaces de modificar aquellas realidades que nos son adversas o difíciles”.

«Hay que mirar la vida o la empresa desde el punto de vista de aquello que depende de nosotros mismos, desde el lugar o el momento en el que yo puedo crear valor, aportar y transformar los problemas en oportunidades de solución”.

“Tras el accidente la primera norma fue no quejarse de nada. La valentía de romper el silencio sólo era posible para ofrecer alegría, una idea positiva o una propuesta de acción…”

«A través de los valores de la solidaridad, el respeto, la honestidad, la humildad, la entrega y el compromiso del esfuerzo, decidimos poner nuestra mente al servicio de nuestro objetivo, que era sobrevivir, y acordamos no volverla a escuchar –a la mente– para utilizarla únicamente como instrumento capaz de aportar soluciones para alcanzar el objetivo”.

Zerbino alienta a las personas a “disfrutar de la vida, a poner entusiasmo y a elegir cada día lo que uno quiere hacer, ya que un perdedor no es el que lo intenta y se equivoca, sino el que no lo intenta. Lo imposible no existe, sino que es una querencia que debe superarse…”

6 comentarios sobre “Luego de sobrevivir”

  1. un mensaje noajico!
    hay gente q llega al extremo y encuentra un camino de superacion, de crecimiento.
    otros q llegan al extremo, se dejan hundir en todo tipo de miserias.
    la mayoria, q no viven situaciones desastrosas prefiere la calamidad de una vida comoda en la falsedad.
    compromiso, honestidas, esfuerzo, dediacion, son palabras q para muchos no entran en sus mentes y corazones…
    a seguir trabajando
    gracias profe

  2. Este hombre sobrevivio a una de las catastrofes aereas mas dificiles de la historia. Hoy en dia da conferencias sobre superacion.

    Yo como muchos de ustedes soy un sobreviviente de la horripilante idolatria aunque no doy conferencias (Por ahora) Invito a los que encuentro a mi entorno a su verdadera identidad. Noajismo , 7 preceptos , Fulvida.

  3. Que terrible manera de sobrevivir, y como quedan las conciencias despues de consumir ese «alimento».  No sabemos de que es capaz el ser humano, hasta que llega una situación tan límite. Bentido sea HaShem. Amen.

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