Una carta de un padre a su hijo. «Sólo» un consejo

En el siglo XIII El talmudista Najmánides se ve obligado a dejar Cataluña natal para ir a Jerusalén. Allá funda una sinagoga y le escribe una carta a su hijo que le enseña el valor de la humildad con Él y con el prójimo.

Siendo humilde tu corazón se interrogará permanentemente acercas de cuál es tu origen y hacia dónde te diriges, tomando conciencia de la pequeñez de la vida e incluso de la muerte, y pensarás delante de Quién estará obligado a rendir cuentas, pues Él es el Rey de la Gloria… Y ahora, hijo mío sabe y ten en cuanta que aquél cuyo corazón se siente orgulloso con su prójimo, en realidad se rebela contra la Majestad celeste, pues su pretensión es lucirse con las vestimentas del Rey acerca de las que el salmista dijo: El Eterno es Rey y la Majestad es Su vestimenta

3 comentarios sobre “Una carta de un padre a su hijo. «Sólo» un consejo”

  1. Los siglos XIII, XIV y XV son siglor de persecución y dificultades para los judíos de españa, Potugal y más paises de Europa.

    Salvo alguno períodos de calma, los judíos se ven obligados a pagar impuestos especiles, residir en determinados barrios de las ciudades, ejercer solo determinados empleos, llevar vestimentas concretas y con estrella de david, son obliados a recibir sermones, forzados a conversiones, algunas veces le secuestran hijos, se les acusa de utilizar sangre de cristians para oscuros ritos (sobre todo de niños menors).

    También el Talmud es perseguido, robado y quemado, algunas veces rectificado paracialmente, se le obliga a defenderse en confrontaciones, en las que no pueden expresarse libremente.

    Tambien son torturados, expulsados, insultados y agredidos, en algunos casos asesinados individualmente, en otros casos son objeto de matanzas colectivas. Y todo ello con el apoyo de señores feudales, reyes y papas (que solo muy puntualmente detinen los atropellos).

    Y también algunos apostatas judíos, cristianos conversos ejercen terribles persecuciones y animan a agresiones a judíos que no se convierten, y queman las sinagogas. Son perseguidos tanto por católico, como por cristianos, protestantes y tienen que ir cambiando de residencia, para intentar evitar males mayores.

    Todo esto se mantuvo, posteriormente al s. XV, y llego a las terrible persecucions y genocidio, que hacen los nazis en el s. XX, en que continuan lo que los luteranos y católicos habian ido haciendo y promoviendo.

    Yo como ex-católico pido perdon, y aunque en los lugares de residencia de mís padres en castilla-leon no hubieron tantos excesos pido perdón por si hicimos persecuciones  (aunque tal vez también tengo algo de sangre judía, pues había comunidades). Con todo, todos los gentiles, debemos pedir perdón pues de niños se nos adoctrinaba para odiar y tener por malísimos a los judíos, que acusaban de deícidas.

    Paz y amor, y colaboración de judíos y noájidas en la construcción de Shalom. Amen.

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