Piglet vivía en una casa muy grande en medio de un haya-árbol, y el haya- árbol estaba en medio del bosque, y Piglet vivía en medio de la casa.
Al lado de su casa había un pedazo de tabla rota que contenía en él: "TRESPASSERS W" ((“Intrusos W”, suponemos que originalmente decía “Trespassers Will Shot” = “Se disparará a los intrusos”.)) .
Cuando Christopher Robin preguntó a Piglet lo que significaba, dijo que era el nombre de su abuelo, y había estado en la familia durante mucho tiempo.
Christopher Robin dijo que no podía llamarse "TRESPASSERS W", y dijo Piglet que sí puedes, porque su abuelo se llamaba así, y la W era la abreviatura de Trespassers Will, que era el diminutivo de Trespassers William.
Su abuelo había tenido dos nombres en caso de pérdida de uno – Trespassers a causa de un tío, y William a causa de Trespassers ."Yo tengo dos nombres," dijo Christopher Robin despreocupadamente.
"Bueno, ahí lo tienes, eso lo demuestra", dijo Piglet.
De: “In wich Pooh and Piglet go hunting and nearly catch a Woozle, Winnie the Pooh, capítulo 3”. Traducción de Google Translate y mi modesta corrección (se agradece quien quiera mejorarlo).
Leer texto en inglés original: http://www.greeting-cards-4u.com/PooH/PooHBook/chap3.html
Este pequeño párrafo tiene muchas enseñanzas importantes, aunque a simple vista no lo pareciera ((Recomiendo la lectura de la entrada en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Winnie_the_Pooh)).
En una primera lectura puede resultarnos una charla incomprensible, propia de un soso cuentito para niños, de esos que pululan y llenan de vacío y tonterías las horas y mentes de nuestros hijos.
De esos que a menudo envician desde las pantallas de TV y a los que se añaden mensajes mercantilistas, imperialistas, religiosos, de sumisión a poderes ajenos, de embobamiento y no juicio crítico, etc. ((Si bien hay comiquitas muy interesantes para el estudio, tales como Bob Esponja, Los Padrinos Mágicos, entre otros.))
También nos puede parecer una conversación bizarra, sin sentido. Quizás no de niños precisamente, sino de gente que monologa de a dúos y opinan sin ton ni son.
Yo digo algo que me interesa, sin importarme lo que tú quieres decir; mientras tú dices algo que te interesa, sin importarte que es lo que yo quiero decir.
Esto también es muy frecuente, casi es la generalidad de las “comunicaciones” que nos circundan y de las que participamos, desprovistas de autenticidad, faltas de Yo Auténtico y deseo de entablar conexión real con el prójimo y el mundo.
Para ayudarnos a comprender mejor lo que quiero exponer a continuación te pido que, por favor, releamos el párrafo citado, con la dificultad que conlleva que sea una traducción, y veamos qué podemos aprender.
La gente, tú y yo, asumimos conceptos, prácticas, rituales, creencias, lemas, formas de vida, actitudes ante el mundo, ideolología, tradiciones, simplemente porque están ahí, porque nos han sido alcanzadas, porque las consideramos venerables y de valor.
Son como esa tabla rota, medio escrita, que nos impone una manera de pararnos en el mundo, de comprender la realidad, de asumir una identidad.
Queremos creer que nuestro abuelo (antepasado, líder, maestro, rabino, pastor, dios, emisario celestial, héroe patrio, personaje venerado, etc.) hacía o era tal o cual cosa, aunque en un análisis simple pero sincero reconoceríamos el disparate de nuestra asunción, de nuestra fidelidad de creencia.
Creemos y para mantener la absurda creencia vamos generando justificaciones y excusas.
Un error nos lleva a otro, y a otro, y este a uno más, hasta que por fin estamos tan lejos de la salida que nos dejamos hundir en la pequeñita celda mental que nos asfixia.
Nuestro espíritu grita y llora desesperado, anhelando la libertad, la responsabilidad, la vida, la luz, la plenitud, la bendición, todo para aquello que Dios lo ha creado y lo ha insuflado en nuestro ser; pero nuestro EGO lo mantiene encerrado, atomizado, atormentado, rodeado de paredes, de negaciones, de palabrería, de fantasías, de terrores, de miles de trampas para silenciarlo o simplemente ignorar sus sufridas y necesarias quejas.
Nos vanagloriamos en nuestra propia necedad a la que denominamos sabiduría.
Nos ufanamos de nuestra ceguera a la que llamamos fe.
Nos aplaudimos por nuestra fidelidad que realmente es esclavitud.
Mientras seguimos inventando argumentos, elaborando tesis complejas e intrincadas, llenas de palabrería hueca pero altisonante, simplemente para mantenernos presos de nuestra celdita ridícula, de nuestra personalidad sometida al deseo primitivo del EGO.
En nuestra impotencia nos dejamos engullir por nuestro EGO.
Somos ardientes esclavos de pasiones banales, pero que santificamos.
Somos torturadores, pero nos hacemos pasar por santos.
Somos inquisidores y terroristas, pero nos deleita presentarnos como “victimitas” a las que se les debe perdonar cualquier trapisonda.
Encontramos cualquier pretexto para seguir haciendo lo que nos viene en gana, creyéndonos muy sabios, muy santos, muy inteligentes, muy buenos, muy esclarecidos, muy libres, pero a la LUZ no somos más que pedantes pedazos de carne, comida por el gusano aún en plena vida.
Rimbombantes palabrerías y títulos, amiguitos y maestros, socios y compinches, seguidores y mecenas se suman a nuestra locura, a nuestra invención de un mundo de fantasía, lo que nos hace sentirnos más fuertes, más poderosos, cuando en verdad somos impotentes, nada pudientes, nada misma.
Nos gusta sumarnos a grupos, a masas de anónimos con nombre, a grupejos, a sectas, a foritos, a clasecitas, a aduladores de maestros, a seguidores de patancitos en apariencia bien intencionados pero ávidos de un poquito del sorbo de “poder”.
Es que tenemos a mano un tablón borroneado con palabras que no comprendemos, pero que repetimos como loros llenos de idiocia, que interpretamos a gusto del consumidor, que repetimos como lemas religiosos, para darnos ánimo, para no sentirnos tan poco.
Somos Piglets, pobres bobones viviendo en un mundo ficticio pero poblado de pruebas complejas, elaboradas por mentes sagaces, veloces para huir de la vida.
Mientras hago este análisis del pequeño párrafo del cuento que te cito, veo en mi memoria circunstancias, personas, agrupaciones que han pasado por mi vida, son retratadas con crudeza pero veracidad por estas duras palabras.
Y sé que para el esclavo del EGO estas palabras son solo eso, palabras, aire para dejar correr, cuestiones que no son entendidas y mucho menos asumidas para hacer un cambio radical en la vida, que dirija tus pasos hacia la Vida.
La mayoría seguirá detrás de barbados y pintorescos clérigos religiosos (con título o sin él), en pos de maestros ascendidos que revelan “la verdad” predicando en sus estraditos, venerando líderes que bailotean entre creencias de un día para el otro, genuflexos ante el que aparente poder, adoradores de deidades muertas como sus corazones.
No quieren seguir el camino de Dios, les parece poca cosa, deploran el noajismo aunque anhelan el judaísmo (para luego acomodar las cosas a su pobre criterio y según su apetito).
La mayoría andará adorando dioses, adulando personajes, invitando personalidades a sus hogares, repitiendo lemas y frases huecas pero que suenan tan lindo, comprando libritos y abalorios religiosos, rezando en idiomas ajenos a su esencia, perdiendo su vida pero teniendo a mano siempre muy buenas excusas para hacer lo que hacen.
Todos tenemos tablones podridos con mensajes del pasado, de otros, de los que pautan nuestra vida y que colgamos con orgullo como símbolo de nuestra precaria y aparatosa identidad.
Todos queremos creernos poderosos en los cinco planos de la multidimensionalidad humana.
Todos somos Piglets, aburridos, fracasados, extraviados, pero llenos de fe, de discursos preparados, de frases hechas para invocar, de figuras poderosas a las cuales citar.
Llenos de artimañas, de trucos, de magia para engañarnos y engañar a otros.
Nuestro espíritu se da cuenta, sufre, pero lo encadenamos y amordazamos.
No queremos ser libres.
Odiamos la libertad.
Odiamos que nos mencionen la palabra “responsabilidad”, y “compromiso” y “esfuerzo”… por eso preferimos dioses que nos hacen los mandados, cabalisteros que nos regalan profecías untuosas, maestros que nos halagan hasta el empacho, creencias que nos dan esperanza y sentimiento de paz en la pereza.
Odiamos ser humanos, preferimos ser Piglets…
¿Tú que opinas?
Excelent artículo Moré. Me hacer acordar de la serie de tv Law and Order – Criminal Intent. En la cual el personaje Det. Robert Goren (Vincent D’Onofrio) somete a los sospechosos a un «bombardeo» psicológico en el cual intenta eliminar todas las capas que usa el sospechoso para ocultar las intenciones que lo llevaron a cometer el o los delitos.
Lo curioso de esto es que luego de ese bombardeo, en la mayoria de los casos, el criminal termina por aceptar que sólo ha ocultado su debilidad dañandose a si mismo y a otros.
En el caso de la serie de tv, para el criminal ya es tarde el hecho de reconocer su mal proceder. PERO, esto es FULVIDA, aqui son bienvenidos y están a tiempo todos aquellos y aquellas que quieran encaminarse por la buena senda.
Están a tiempo!!!
bueno profe, entiendo la idea pero no nos veo en el papel de detectives demoliendo a sospechosos para q confiesen el crimen, mas bien como rescatistas entre aguas embravecidas q socorren a los naufragos q por incompetencia, torpeza o malicia cayeron al mar en medio de la tormenta monstruosa.
si moré, yo tampoco nos veo asi. Ni como perseguidores de nada. Solo q por un momento me imaginé al ego sentado y siendo sometido a un interrogatorio. «Confiesa!, sabemos que eres tú» jeje
abrazos !
jeje, asi si.
duro con el ego y con los fetraficantes, sea q sea hgan llmlar rabninos mesianicos, pastores, lideres noajicos o uadever!
stop al ego!
Hoy leia en el periodico que las iglesias vienen hacer como tiendas o shopping centers. En Colombia en una misma vecindad , en una , el tipo les cobraba $10.00 dolares por entrada a cada persona y les hacia una especie de riegos y «oraciones» para la suerte , una señora a viajado como 2 o 3 horas , durante 4 años a este lugar.
A las pocas cuadras estaba situada otra que era visitada por muchos enfermos y se les sacaba la platica pero de otra forma.
«Mientras que existan «enfermos» , existiran las iglesias».
Gracias more.
Nuestro espíritu se da cuenta, sufre, pero lo encadenamos y amordazamos.
No queremos ser libres.
Odiamos la libertad.
Odiamos que nos mencionen la palabra “responsabilidad”, y “compromiso” y “esfuerzo”… por eso preferimos dioses que nos hacen los mandados, cabalisteros que nos regalan profecías untuosas, maestros que nos halagan hasta el empacho, creencias que nos dan esperanza y sentimiento de paz en la pereza.
Odiamos ser humanos, preferimos ser Piglets…
Libertad! ¿Cuántos pueblos no la han buscado y cuánta sangre se ha derramado en pos de su adquisición? Finalmente vemos la luz y preferimos encadenarnos. Me encanta el ejemplo porque lejos de buscar ser humanos preferimos ser lechones, es decir, cerdos. Tanto como estos animales, los esclavos por escogencia propia se revuelcan en el fango de la idolatría o de la egolatría y engullen las palabrejas de algún fetraficante de cuarta.
No quise sonar muy melodramático pero sentí la necesidad de plasmar el sentimiento espontáneo porque es sumamente doloroso ver cómo es que las personas buscan la oscuridad cuando tienen la luz en frente. Gracias al Eterno que nos ha permitido salirnos de los calabozos de las distintas clases de idolatría.
Quiera El Eterno que las personas comiencen a despertar y le adoren como tiene que ser. No adorando a muertos o peor aún los astros en el cielo disfrazados como colgados o profetas voladores o cualesquiera que sean las historias falsas en que se basan los fetraficantes para cometer sus fechorías.
Me encantó el post querido Moré. Gracias por esa iluminación que solo puede venir de la pureza del alma que le sirve fielmente al Eterno.
pureza de mensaje para persona de pureza multidimensional…
aquellos q estan enfermos en sus planos emocionales, mentales o espirituales, dificilmente digieran este buen pan de santidad…
Buen día maestro: » Junto a su magnifica enseñanza, lo percibo de diferente manera: Veo a Piglet solo, de su necesidad de llenar ese vacío busco una justificación q le diera sentido a su vida, lo q tenia a la mano era el tablón; el tablón no hablaba, no regañaba, no aconsejaba, pero le daba esa seguridad q tanto necesitaba. A partir de allí, se forjó en su mente la idea de q tenía identidad, podría aseverar q tenía un pasado (representado por su abuelo) que le daba la calidad humana q necesitaba reconocer en el»…
Lo mismo sucede en la actualidad: En la necesidad de llenar ese vacio que siente el hombre cuando no cumple con los designios del Eterno, justifica un acercamiento a su Tablón (su Dios muerto y tantas fantasías asi) para darle sentido a su vida y sentirse -en su mente- como los demás… Sin darse cuenta q por ese camino no dejara de ser una criatura sin rumbo… unicamente el q con un análisis lógico decide cambiar su vida (las tradiciones heredadas) con fundamentos de verdad, se despoja de un Tablon q con el tiempo es mas dañino…
interesante aporte mauricio.
es una interesante perspectiva, muy apropiada.
Gracias por el cumplido Moré y gracias a todos los amigos y amigas por sus aportes. El problema con el EGO es que somos tan ensimismados que lejos de buscar el bien de los demás buscamos el propio más allá de los límites necesarios para la supervivencia. Quizás el peor de los casos es cuando aducimos preocupación por otros cuando en realidad enmascaramos nuestro egoísmo porque pretendemos ser humildes cuando no lo somos. Sería mejor si dejáramos al EGO de lado y buscáramos de forma genuina ayudar al prójimo.