AleCau  nos consulta:

Buen día, le damos una calurosa bienvenida y agradecemos que participe activamente en la construcción de Shalom.

Sobre el tema ya hemos explicado en otras ocasiones, le brindo dos links, pero busque usted otros y encontrará:

http://serjudio.com/rap701_750/rap735.htm

http://serjudio.com/rap651_700/rap660.htm

Ahora, supongamos que el pasaje que dice:

«Entonces dijo Elokim: ‘Hagamos al humano a nuestra imagen, con nuestra semejanza, y dominará sobre los peces del mar, y las aves del cielo, y las bestias, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra.’ Creó Elokim, al humano a su imagen; a imagen de Elokim lo creó; hombre y mujer los creó.»
(Bereshit / Génesis 1:26-27)

es una “prueba” de que no hay un Dios, sino dioses que conversan entre ellos.
Tomémonos el atrevimiento insolente de suponer tal cosa, ¿ok?
Ahora, ¿cómo saber que son tres y no dos, o cuatro, o mil, o un millón o infinitos dioses los que están supuestamente conversando en este pasaje?
Luego, cuando habrá que inventar algún truco de circo para llegar a decir que son tres… a ver, por ejemplo, confundiendo con el pasaje en el cual tres emisarios de Dios se presentan ante Abraham y decretando que los tres emisarios en realidad es Dios divido en tres… los malabaristas del circo son hábiles, sí señor…
Listo, los payasos astutos ya han determinado que son tres los dioses que hablan en el Génesis 1:26, pero, ¿cómo determinar que son Papá, Jesusito y el Espíritu Santo?
Bueno… este… ejem… algún truco… alguna confusión berreta… vaya uno a saber… pero sin dudas que algo inventan, porque son expertos en engañar, hacer trampas, jugar al truco, hacer morisquetas, difamar, presionar, mentir, manipular, tergiversar, condenar, infamar, ser intrusos, etc.
Así que “misteriosamente”, por el poder de la fe resultará que Génesis 1:26 es una “prueba” de que hay tres dioses pero que son uno, y que justito son los que quieren que sean los seguidores del mozo de la cruz. Simpático…

Es tan simpático que los petulantes traficantes de la fe han afirmado que este pasaje:

«Escucha, Israel: el Eterno nuestro Elokim, el Eterno uno es.»
(Devarim / Deuteronomio 6:4)

es otra “prueba” de que Dios es uno pero que son tres.
Sí, parece mentira, pero es cierto, eso afirman los payasos de la fe, que se enriquecen con estos trucos de circo (con todo respeto hacia los cirqueros de verdad).

Es que, la fe anestesia cualquier razonamiento.
La religión encadena cualquier pensamiento, análisis o protesta.

Ahora, si leemos imparcialmente el texto de la Torá, y dije LEEMOS imparcialmente, veremos que los judíos se desviaban detrás de creencias extrañas, pues vivían en un mundo lleno de idolatría, era muy difícil no caer en ella. No tenían, aquellos primeros monoteístas comunitarios, una experiencia, tradición, familiaridad  con el monoteísmo, así que los podemos disculpar por sus errores.
Pero, el texto de la Torá, y luego de los profetas, es eminentemente claro, inconfundible, cierto:

Dios es uno, no hay otro.

Dicho tal cual, por ejemplo:

«Acordaos de las cosas del pasado que son desde la antigüedad, porque Yo soy Elokim, y no hay otro. Yo soy Elokim, y no hay nadie semejante a Mí.»
(Ieshaiá / Isaías 46:9)

Un Dios, no hay otro.
Un Dios, nada ni nadie se le parece.
Esto significa, claramente, que no es un dios dividido, sino un Dios único, uno, sin partes, porque si fuera divisible, habría otros semejantes a Él.

En conclusión, los magos, los ilusionistas, son muy astutos y hábiles en sus trampas, por ello maravillan a los que no saben de sus trucos.
No se deje engañar, o llama al “mago enmascarado” para deschavar a estos truchos, que desde el serpiente del Edén en adelante andan hablando de ser como dioses, pero no dejan de ser mendigos de la fe

Que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco

 

 

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