Adicto a la RELIGIÓN

Colaboración de Raquel Cervantes.

¿Qué diferencia hay entre ser adicto a las drogas y ser adicto a la religión?

La adicción a las drogas, como a la religión necesita de ciertos factores culturales y emocionales. Ambas surgen como una necesidad de compensar algo que no tenemos, por ejemplo, cariño, aceptación, apoyo para resolver nuestros problemas, entre otros. Cuántas veces no hemos visto o escuchado de personas con tantos conflictos en su vida que recurren a probar alguna sustancia para “olvidarse” de lo mal que los trata la vida o de aquellos a quienes han sufrido siempre el desprecio de su familia o simplemente por seguir a los amigos y no perder su amistad.

Ciertamente la religión funciona de la misma manera; aparece cuando tu estado emocional está en sus momentos más bajos, ahí comienzan a subirte el ánimo con música alegre, a decirte que todo está bien, que no pasa nada, te ponen después música para hacerte sentir la peor criatura del mundo y de repente te hablan al oído y te dicen que ahí tus problemas se van a terminar y que lo malo que has hecho será perdonado aceptando a Jesús en tu corazón. De momento ya aceptaste, de igual manera que te ofrecen una droga “de cortesía” para que la pruebes.

Poco a poco comienzas a ver que todos te saludan con una sonrisa, te invitar a sus hogares, te están aceptando y por primera vez en mucho tiempo te sientes querido y comprendido. ¿Qué pasa con las drogas y su ambiente? Te hacen sentir alegre, contento, optimista y con muchos amigos.

¿Pero qué pasa cuando la droga ya no tiene el mismo efecto en tu organismo? Tu cuerpo empieza a pedir más y más porque no quieres despertar a la realidad, no quieres sentir la caída de ver a tu alrededor y darte cuenta de que estás peor que antes, las pocas personas a las que tenías a tu lado las alejaste, que estás en bancarrota, y los problemas que tenías son aún más grandes. ¿Parecido con la religión?, claro que sí. Empiezas a querer estar en todo (dar clases dominicales, participar en las sesiones de oración, dirigir al grupo de jóvenes, etc. para ser “más espiritual” y compensar todo lo que careces), tu vida tan vacía que no quieres voltear a tu lado y darte cuenta de que estás solo y que tus problemas aún existen.

¿Qué pasa cuando te das cuenta que te estás haciendo daño y que la cosa no es así? Si bien el aceptar la adicción es quizá lo más difícil en el proceso, no deja que trabajar en dejar el vicio sea complejo. El organismo, y en el caso de la religión, el EGO, se hacen tan dependientes de la droga que a pesar de que sepamos que está mal queremos seguir ahí por el miedo a perder las amistades que tenemos, miedo a que nos señalen y nos juzguen, miedo a volver a ser parte de nada y obviamente por bajar de nuestra nube y ver la realidad de las cosas.

El proceso de purificación en ambas circunstancias necesita de ayuda verdadera y profesional, necesitando como primer requisito y quizá más importante la voluntad del adicto al querer hacer cambios en su vida transformarla de una vida oscura y sin sentido, a una vida llena de luz.

En lo que nos ocupa, es necesario vencer al EGO que no nos deja ver lo hermosa que puede ser la vida alejándonos de creencias erróneas, de actividades y palabras vacías. Si bien es cierto que como seres humanos somos temerosos a lo desconocido y a dejar de lado muchos conocimientos adquiridos desde pequeños, debemos ser valientes y aceptarnos como somos, haciendo un recuento de las virtudes y defectos que tenemos y trabajar en ello. Debemos darnos cuenta que nuestras debilidades y problemas no deben ser obstáculos y no tienen que ser escondidas ni compensadas con nada. Al contrario, aprendamos a verlos como oportunidades para mejorar y ser mejores personas con el prójimo y con el Eterno.

Jamás creas que por no ser religioso o cristiano (o cualquier religión que te aleje del Eterno) eres parte de nada, al contrario, siéntete orgulloso porque eres parte de toda la creación, y por ello debes participar activamente en la mejora continua de tu entorno, de tu familia y de tu comunidad. Desintoxícate y date cuenta que nunca es tarde para un nuevo comienzo.

13 comentarios sobre “Adicto a la RELIGIÓN”

  1. Recuerdo haber visto en varias ocaciones , posters , camisetas , personas que se auto denominan «adictos a jesus». De por si , el Gentil conciente no utiliza esta clase de terminos para referirse al Creador.

  2. Las drogas tambien asemejan a las religiones en que muchas veces la gente enloquece en su droga y realizan actos terribles…robos, asesinatos, atentados y un gran etc.

  3. y estan los traficantes, los pequeños q hacen los mandados y dan la cara, y los grandes «empresarios» q nadan en millones gracias a la enfermedad de los consumidores…
    y estan las organizaciones mafiosas con sus practicas, para dejar fuera o bajo tierra a los q molestan.
    y esta la negacion de la enfermedad, el adicto siempre da excusas para seguir, aunque tenga un rayo de conciencia q le haga darse cuenta igual no abandona su droga.
    religion=droga

  4. Hay algo peor que caer en una religión y es recaer en ella. Pienso en los muchos que han pasado por aqui y trataron (lo hicieron?) de vencer su adicción, pero con el paso del tiempo ésta los venció e hicieron de ella su dios salvador, terminaron volviendo a lo de antes, o peor aun, encontrando razones «validas» para ser parte de algo peor.

    Gracias por el texto, excelente, cuál será el próximo?

  5. Yo creo que la recaída es por la pérdida de las supuestas amistades, tal es el ejemplo de mis padres que cuando acudían a la iglesia tenían muchos amigos; con el paso de los años dejamos de asistir y ¿dónde quedaron los amigos? Ahora somos los pecadores, los herejes, hijos de satanás, etc. Si supieramos valorar y tolerar que otro ve mis creencias de otra manera y que de él puedo aprender mucho, les apuesto lo que quieran a que muchos de los que ya no están aquí estarían ahora en el buen camino.

  6. Muy bueno vuestro articulo, una ponencia del la adiccion a la religion, bastante grafica, os felicito yo tambien soy de Queretaro, Mexico, ojala tuviera la oportunidad de conoceros algun dia.

    Bendiciones

  7. todo conocimeinto es filtrado por el Ego que es el centro del mismo ser, cuando no esta el Ego, es cuando el conociemto se aprehende y forma parte de la vida misma, ya no se dice, Yo, esto o Yo lo otro

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