Consuelo para el ateo, si existe alguno

El otro día en Facebook preguntó un amigo (judío observante de los preceptos y estudioso de Torá) qué se le podría decir a un ateo para consolarlo, confortarlo, fortalecerlo ante la idea de la muerte.
De manera veloz respondí: “Vive de tal manera que la existencia tenga sentido”. El sentido lo construye cada uno, no está impuesto por otros, no tiene porqué ser compartido, ni siquiera ser valioso para determinada cultura. Por supuesto que al ser nosotros seres sociales, nosotros mismos construidos –en parte- por otros y por nuestras interacciones, difícilmente habremos de idear un sentido por completo ajeno a otros.
El inteligente amigo respondió que era muy bonita la idea que planteaba, pero que de ser él la persona atea, no hallaría en esas palabras consuelo.
Entonces, de inmediato agregué: A ti quizás racionalmente no no te sirve, porque no eres ateo. No piensas, ni sientes, ni crees, ni tienes las perspectivas de uno. Para quien se identifica como ateo, o cree que lo es, este ideal de vida es mas que suficiente. Porque, no hay más que esta existencia, el aquí y ahora. Al morir, se pierde toda conciencia, ni hay una chispa que permanezca, el silencio y el olvido es el destino. Pero, hay una especie de trascendencia sobre la muerte, y son las obras que nos sobreviven. Si hemos formado familias con valores, con acciones de bondad y justicia; si hemos contribuido a la sociedad y quedan personas que nos recuerdan o alguna construcción que perpetúe nuestro pasaje por el mundo; si aunque sea modificamos para bien un pedacito del cosmos, ese es el paraíso para el ateo. Aquí, en este mundo. No se vive pensando en retribuciones metafísicas, sino solamente en lo que se beneficia al entorno y tal vez a la posteridad. Eso cuando uno es realmente ateo y ético. Pero, si uno aparenta ser ateo, pero en el fondo sigue apegado a deidades (la Verdadera, o todas las otras falsedades que el hombre se inventa y erige en el trono de un dios); o si uno lleva una existencia de pobreza de sentido; o si falta a la ética; entonces, por supuesto que la frase “vivir con sentido”, no tiene ningún sentido ni provee de ninguna consolación. ¿Cómo se consolará aquel que despilfarró su vida en vanidades? ¿O el que vive con temor a dioses, pero reniega de ellos? ¿O el que hace de su vida un combate contra la deidad, pero iza la bandera del ateísmo? ¿O aquel que defrauda al prójimo y/o a sí mismo con acciones innobles y perjudiciales? Podemos mentirnos, ocultar la amargura de nuestra conciencia, convencernos de que somos geniales y buenos, pero la vocecita de la neshamá (espíritu, Yo Esencial) no puede ser silenciada, aunque mucho alboroto la tape. Claro, para el ateo la neshamá es una ficción, tal como son los dioses; ¡pero qué importa lo que crea la gente! Ni Dios (el Verdadero), ni la neshamá piden permiso para existir al hombre, ni dejan de ser porque el hombre diga que no existen.
Sí, hasta el ateo más irreverente, o el más pulido, sigue siendo una neshamá encarnada en sus otras dimensiones que lo forman como hombre en el mundo. Esa neshamá sigue alumbrando su existencia, a pesar de las pantallas, máscaras, cáscaras y racionalizaciones; y esa neshamá se “conforta” con las acciones nobles, que acercan al hombre al Creador. Porque, hasta los ateos más recalcitrantes tienen momentos, y probablemente abundantes, de sincera cercanía con el Uno. Si no te das cuenta cómo ni cuándo, tienes tarea para hacer. De hecho, hasta podría haber ateos mucho más apegados al Eterno que otros que se declaran “espirituales” (no sé bajo cual definición) y son un manojo de religiosidad, de ritualismo, de supersticiones en ropaje de santidad.
Por lo que sé, a Maimónides y otros grandes no le agradaban los ateos, pero al mismo tiempo sé que en el Talmud Ierushalmi se cita en nombre de Dios:

“Dice Dios: que me dejen a Mí pero que no abandonen el cumplimiento de los mandamientos, porque de cumplir con ellos sin creer en Mí, eventualmente terminarán también por creer en Mí… (lamed Torá shelo lishmá shemitoj shelo lishma at ba y etc.)”
(T.I. Jaguigá perek 1 halajá 7)

(Más en http://serjudio.com/exclusivo/respuestas-a-preguntas/resp-44-creer-en-dios-amor).

No sé en qué siguió mi amigo con sus laberintos intelectuales, es un muchacho muy agradable y sagaz, rompe con muchos moldes sin salir del marco.
Lo que sí sé es que este mensaje en realidad es válido para los creyentes en cualquier deidad (sea el Uno y Único, o cualquiera de las falacias), para los ateos sinceros y despojados de adoraciones (creo que no conozco a ni uno así, siempre el EGO está sentado en el sitial de la deidad, de una u otra manera), así como para los que se proclaman ateos pero son religiosos.

Todos deberíamos llevar una existencia que tenga sentido, vivir a pleno el aquí y ahora, disfrutar de lo que tenemos permitido, actuar de tal manera que el paraíso lo hagamos en este mundo. De esta manera, gozaremos de esta vida y recogeremos los frutos en la posteridad.
El mejor camino es el de la construcción de shalom constante, esto es, que todo nuestro quehacer (pensamiento, discurso, acción) este regido por la bondad Y la justicia, con fidelidad al Eterno.

¿Quiere decir esto que es mejor ser ateo?
¡Por supuesto que no!
Pero, la manera que propongo para confortar a un ateo ante la desesperación, tiene valor para toda persona. Y si nos lleva a una vida mucho más creativa, rica, beneficiosa, solidaria, atenta, comunicativa, provechosa, bondadosa, justa… ¡qué bueno!

Recomiendo: http://serjudio.com/personas/etica/imitatio-dei-actuar-como-dios

3 comentarios sobre “Consuelo para el ateo, si existe alguno”

  1. Bueno, algún consuelo debe haber, la continuidad de las ideas, hacer un buen ejercicio de la vida, o tener comportamientos adecuados como ser justos y bondadosos, tal como hemos aprendido aquí. Ralph Waldo Emerson decía “…saber apreciar la belleza y hallar lo mejor en el prójimo; dejar un mundo algo mejor, bien sea por medio de un hijo sano, de un rincón de jardín o de una condición social redimida”…, No siendo ateo, soy de los que pienso que al morir se acaba la conciencia de existir, pero eso no le quita un ápice a la bella experiencia de la vida, ni a la idea que hay algo más trascendente, que no logro comprender porque me supera, las explicaciones hasta ahora son infantiles o insuficientes y los discurso ateos, si bien son sólidos intelectualmente, no tienen mucho sentido porque se apoyan en nuestras propias experiencias.

  2. Para un ateo no hay vida despues de la muerte, solo esta y nada mas y luego la nada ( nunca e conocido ateos que crean en otra vida ) y fui ateo por buen tiempo y estaba en foros de ateismo, pero el ateo en algun momento dudara o tendra miedo de la muerte y buscara una respuesta, pero hay surgia otra pregunta si hay personas que viven su vida respetando las leyes, son buenos padres, buenos hijos ( porque ser ateo no es sinonimo de malvado ) pero y aquellos que no respetan las leyes, son corruptos y amasan fortunas, otros son genocidas y al final tienen el mismo destino que yo ? , cual es el beneficio
    de ser bueno entonces ?, otros en mi trabajo son corruptos, o pertenecen a una red de corrupcion y tienen mejor estilo de vida, sus hijos estudian en mejores escuelas y tienen acceso a mejores universidades que los mios, que beneficio o recompensa tengo de ser bueno y respetar las leyes si muero y todos quedamos en nada ?.
    De hay surgen las dudas y tarde o temprano busca las respuestas y las obtendra de la religion que tenga a la mano y hay varias que estan hay esperando mas adeptos, si yo no hubiera encontrado este sitio bien hubiera terminado de evangelico o vuelto al catolicismo.

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