No tenemos el poder para elegir nuestros pensamientos, pues estos surcan a una velocidad increíble la breve pantalla de la conciencia.
Pero sí contamos con la capacidad para enfocar o dejar fluir, sin apegarnos a los que no nos benefician.
Como si estuviéramos en una estación de tren, donde van y vienen infinidad de trenes, a numerosos destinos. Nosotros queremos viajar a un determinado lugar, por lo cual, estaremos atentos y nos iremos en aquel que nos sirva, o al menos nos aproxime. Dejaremos que los otros sigan su curso, sin dedicarles energía ni tiempo; aunque tal vez notemos su presencia, si tuviera alguna utilidad, en caso contrario simplemente pasarían sin atrapar ni una molécula de nuestra preciosa atención.
Podemos entrenarnos en enfocar nuestra conciencia en aquellos pensamientos que sean de LUZ.
Posiblemente no alcanzaremos la maestría en poco tiempo, pues será necesario dedicar mucho trabajo y esfuerzo para pulirnos; habremos de tropezar y caer, para luego incorporarnos y tomar experiencia e impulso renovado.
La cuestión radica en no perder el rumbo, a pesar de la contrariedad y fallos.
Por supuesto que de acuerdo a nuestras condiciones heredadas, así como a lo que hemos ido aprendido y adquiriendo como hábito, podremos encontrar mayor dificultad o facilidad.
En líneas generales, todos podemos mejorar.
Si cruzan por tu pantalla pensamientos de miedo, odio, ira, celos, venganza, culpa, manipulación, agresión, mentira, chantaje, amenaza, degradación o similares; estás enfocándote en la muerte en vida, o en la vida muerta.
Pero, si tus pensamientos proyectados en tu conciencia son derivados del AMOR, tales como agradecimiento, elogio sincero, aprobación, bondad, ánimo, acuerdo, crítica constructiva, amabilidad, solidaridad, correctivos; entonces, la LUZ irradia en tu pantalla, dotándote de verdadero optimismo, de una mirada más clara y poderosa.
Aquí tienes el secreto del pensamiento positivo en su rostro puro, sin malabarismos pintorescos, sin recurrir a farsas de ilusionista, sin mística de circo. El efecto benefactor del pensamiento positivo está en apartar la oscuridad para dar el espacio que le corresponde a la LUZ, para de esa forma tener una perspectiva realmente optimista y que promueve palabras y acciones beneficiosas.
Tenemos el poder de expresar verbalmente muchísimos de nuestros pensamientos, y cuando sirve para la construcción de SHALOM, es bueno y necesario hacerlo. La expresión constructora de SHALOM la denominamos Comunicación Auténtica.
Cuando no usamos la Comunicación Auténtica, estamos impidiendo fortalecer nuestro pensamiento creativo y saludable, porque profanamos nuestro santuario interior.
Porque, aquello que debiendo ser dicho fue silenciado, puede convertirse en un foco infeccioso emocional.
Aquello que debiendo permanecer silencioso fue dicho, probablemente se transforme en un problema.
Lo mencionado agrediendo, basándose en falsedades, confundiendo, siempre terminan en callejones sin salida, donde se amontona energía y debilita al ser.
Entonces, no esperes a que el bienestar provenga de afuera, comienza tú a poblar de bien tu ser, para de esa forma generarlo y compartirlo, al mismo tiempo que hacerte receptivo en caso de que te sea dado de fuera.
Así, los tres ropajes de la NESHAMÁ (pensamientos, palabras, acciones) la representan con calidad.
Vamos por la vida construyendo SHALOM, en los actos de bondad Y justicia; en las palabras bondadosas Y justas; en los pensamientos que juzgan meritoriamente.
Entonces, incluso cuando estamos en dificultades, reaccionamos positivamente, buscando soluciones reales y no fantasías o ahondar los problemas.
Aunque alguien diga alguna cosa agraviante, no respondemos desde el EGO, sino desde el AMOR, sin por ello permitir que prevalezca el mal y lo torcido.