En las ciencias jurídicas, una palabra no siempre expresa su sentido propio.
Por ejemplo, la palabra “alimentos” se interpreta en un sentido tan amplio que incluye ropa, zapatos, medicinas, dinero, comida, diversión, estudios, etc.
El mismo caso encontramos con la palabra “excepciones” que no necesariamente expresa anomalías o rarezas a la regla general, sino que se entiende más como medidas de defensa ante las pretensiones de la contra parte (excepción de pago, prescripción, caducidad, etc).
Pero también, en las ciencias jurídicas se articulan palabras que forman frases cuyos significados no son precisamente según su sentido propio. Tal es el caso de la frase “buen padre de familia” cuyo significado jurídico es el de ser una persona diligente, responsable y cumplidora; aunque sea soltero, sin hijos, sin padres o hermanos.
Y así, en dicha ciencia social se pueden encontrar miles de palabras o frases cuyos significados, a veces, son contrario al sentido propio de sus significados comunes, o bien, muy amplios. “Alimentos”, “excepciones”, “patrimonio”, “bien jurídico”, “servidumbre” “hipoteca”, “cancelación prendaria”, etc son algunos pocos ejemplos.
Pero este fenómeno no es patrimonio exclusivo de las ciencias jurídicas, sino que también lo he notado en algunas enseñanzas que se proporcionan en este sitio, y que tienen relación directa con La Ley Universal, El Código Legal Noájida, o como se quiera ver a las Leyes Universales.
Por ejemplo, en su sentido literal, La Prohibición a la Idolatría no implica adoración, rito o ademán alguno hacia ningún dios, ídolo, o hacia el Creador; sino la abstención completa de la persona de esas acciones, aunque fuesen bien intencionadas, como más adelante expondré.
Y sobre esto, el maestro expone en su artículo “Irhat Hashem–temor/reverencia del Eterno” (1) como puede entender “temor/reverencia” el no-judío al que le está prohibido una acción religiosa.
Es decir, “temor/reverencia” no necesariamente significan el sentido propio de dichas palabras, sino que conllevan sentidos mucho más amplios, que a su vez, no implican violación a la prohibición principal.
Del artículo indicado, así como del que le da origen, personalmente puedo resumir lo que entiendo así:
– no vivir con miedo o temeroso de castigos divinos.
-gozar el placer que otorga la vida mientas se aparta de lo prohibido, falso, equivocado.
-vivir con conciencia.
-tener presente, individual y colectivamente, la Ley Universal para todos los actos humanos.
-Aprender Comunicación Autentica y ejercitarla.
-Construir Shalom con actos de justicia y bondad.
Así, puedo entender que “temor/reverencia”, lejos de lo que religiosa y ritualmente se puede entender, tiene que ver con la forma en que se administra la propia vida y como puede la persona apegarse a una ética superior. Sobre la forma en cómo se construye una sociedad más apegada a valores y principios, y menos a prejuicios arcaicos hartos superados.
De resultar medianamente razonable mi conclusión, las acciones que propone el maestro en su artículo “Irhat Hashem–temor/reverencia del Eterno” no me resultan contradictorias ni a mi propia identidad, ni a mi propia Torá, ni a la Prohibición a la Idolatría; ni incluso me parece que sean contradictorias a los que siguen una posición no teísta, ya que es razonablemente lógico y humanista.
Sin embargo, el problema lo noto en mis amigos creyentes bien intencionados, los que con el gran deseo de realizar un acto de amor hacia El Creador, se inclinan por realizar actos de “temor/reverencia” no requeridos, obviando la prohibición idolátrica. O noto también un problema en mis amigos ateos, los que por su extremismo legalista, se ven imposibilitados en ampliar el significado de la prohibición.
De los primeros quisiera comentar en breves líneas algunas de mis conclusiones. De los segundos, posteriormente en algún otro artículo.
¿Qué le está pasando al noajida creyente bien intencionado?
Juzgando por lo que he visto en mi Facebook, en su buena intención de realizar una acto público de amor para demostrar su “temor/reverencia” hacia El Creador, estan idolatrando su propio concepto de dios, idolatrando a maestros o rabinos, está apartándose de sus amigos noajidas no teístas; cuando la obligación principal debería estar centralizada en mejorarse individualmente, mejorar la sociedad, y estudiar las profundidades abismales que tienen nuestro “simple” Código para descubrir cada día un poco más de La Verdad y aplicarla a nuestra Realidad.
Obvian que para el hombre resulta imposible conoce al Creador.
Resulta imposible para los mortales saber qué es lo que él quiere individualmente para cada quien. Por ende, resulta imposible saber con plena seguridad que el Creador quiere, individualmente, un acto de “temor/reverencia” y amor del creyente bien intencionado.
Aunque SI podemos estar seguros de lo que NO quiere el Creador, pues la propia legislación taxativamente lo expresa. La imposibilidad humana sobre conocer al Creador implica que no lo busquemos, pero SI implica que lo imitemos. «Imitar las acciones de Dios» pareciera ser el deber del hombre, como resultado lógico de la imposibilidad entenderlo. Necesariamente nos obligaría en estudiar con seriedad las Prohibiciones para discernir las acciones correctas. Pero es tema de otro artículo y de maestros, no mío.
Pero volviendo al tema de mis conclusiones sobre el concepto de “temor/reverencia” y su malpraxis en algunos noajidas creyentes bien intencionados:
¿Cuál es el fundamento para una conclusión así?
Pues, apelo a los antecedentes y respondo con preguntas:
¿Quién le dijo al siervo de Abraham que debía, bienintencionadamente, realizar actos religiosos que no le había enseñando su maestro? (2)
¿Paso años sirviendo y educándose a la par de un maestro noajida, aprendiendo sobre las Leyes Universales y sanas conductas, y le gano la buena intención de adoración a dios sin que nadie se la pidiera? (3)
¿Y qué me dicen de Noé? Le pidió el Creador que recogiera animalitos para salvarlos del Diluvio, y lo que hizo fue matarlos para agradar al Creador ¡¡ (4)
Si “de buenas intenciones está construido el infierno” decían los viejos.
Pero ni el El Texto Fundamental, que nos narra la entrega de nuestra legislación, se logra detectar un mandato o una ley que implique un ritual bienintencionado de “temor/reverencia” hacia el Creador ¡¡ (5)
En síntesis, puedo entender que la mejor loa que puede hacerle un mortal al Creador en “temor/reverencia” es desarrollar una existencia, individual y colectiva, que sea evolutiva en dignidad de hombre; en explorar y explotar sus potencialidades y capacidades. En hacer de este mundo un paraíso, un Edén, un lugar santo (no santurrón), un lugar donde el hombre se naturalice y la naturaleza de humanice. No un acto bienintencionado subjetivo.
Muchas gracias por su lectura, comentarios y correcciones; pues la intención es que de los errores aprendamos todos.
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(1) http://fulvida.com/2015/07/06/irhat-hashemtemorreverencia-del-eterno/
(2) http://fulvida.com/2014/12/02/avraham-y-su-siervo-se-inclinaron/#comment-61340
(3) http://fulvida.com/2014/12/07/en-busca-de-sentido-de-la-prohibicion/
(4) http://serjudio.com/shemot/tetzave66.htm
(5) http://fulvida.com/2008/03/27/un-texto-fundamental/
interesante texto para estudiar con atencion y al detalle.
muchas gracias por la valentia de compartirlo.
seria interesante ver las criticas que despierta en los lectores.
Las gracias a usted por leerlo y comentarlo.
SI, sería muy enriquecedor ver que ideas tienen otros.