Una vez arrancamos este proceso de conocernos y en el acto reconocer como opera nuestro ego, es hora de retomar los buenos concejos que nos ayudarán a alcanzar ese estado saludable en el que: Aunque seguimos caminando con nuestro ego, “compañero eterno en nuestro andar”, podemos optar por no hacerlo bajo su mando; sino bajo nuestra dirección.
Hace unos días el moré publicó el post que encontrarás siguiendo este link:
http://fulvida.com/ajenos/misioneros/t-mandas-en-tu-mente#comment-39705
En él nos invita a realizar un ejercicio, del cual copio la primera parte:
Imagina a un elefante rosado con un hombre ebrio encima. Visualízalo bien, con detalles.
Repite mientras lo haces: “Veo un elefante rosado con un hombre ebrio encima”.
Velo pero favor, encuentra los detalles de esa imagen.
Hazlo hasta que lo tengas definido claramente en tu mente, luego continúa leyendo.
Gracias.
Ahora, tómate un par de minutos de descanso, haz otra cosa, no sigas leyendo esto, ocúpate en algo, solo un par de minutos y luego continúa leyendo lo siguiente.
Siéntate en algún sitio tranquilo ten a mano papel y lápiz.
Ordénate que por los siguientes cinco minutos por tu mente no cruce la imagen de un elefante rosado con un hombre ebrio encima.
Quédate ahí sentado, sin hacer nada, solamente viendo el reloj hasta que pasen los cinco minutos que te he pedido.
Recuerda, no pienses en el elefante rosado con un hombre ebrio encima.
Si pasa por tu mente, aunque solo sea fugazmente, haz una marca con tu lápiz en el papel que tienes a mano.
Con que aparezca alguno de los elementos de la imagen, o alguna de las palabras asociadas directamente, ya es suficiente para rayar una marca en el papel.
Gracias.
Ahora, ya han pasado los cinco minutos.
Quisiera que contaras cuantas veces pasó por tu mente la imagen que debías no recordar, no visualizar. ¿Puedes hacerlo y luego compartir con nosotros el número?
Estos fueron mis resultados al realizar el ejercicio,
En mi hoja quedaron marcadas 2 rayitas (cabe anotar que no había pasado ni medio minuto cuando hice la última raya, habrían sido más en ese minuto, de no ser porque pensé que iba a resultar inútil tratar de vencer la imagen que difícilmente puede introducir en mi mente al intentar definirla : un elefante, grande, pequeño, real, ó dibujo animado, al igual que si el borracho era viejo, joven en fin , entonces me imagine una hoja llena de rayitas, y me detuve intentando definir más aspectos de mi elefante le di más tiempo a esa imagen, tanto así que llegue a imaginar mi elefante con un copetín rosado… entonces mire el reloj y faltaban largos 4 minutos, … y me dije: “la hoja llena de “n” rayitas.
Decidí levantarme e intentar hacer algo que me apartara de la pantalla, deje la agenda y el lapicero sobre la mesa y como se acercaba la hora del almuerzo, aliste a mi bebé en su coche y lo que necesitaba para salir a la huerta y tomar algunas verduras. Puedo asegurar que no volvió esa imagen a mi mente… me sorprendió incluso pasados mucho más de cinco minutos, el haberlo olvidado y sólo recordarlo cuando volví a sentarme frente a la computadora. Me reí al ver mi agenda, no lo creía!
Al terminar de leer el post, lo entendí y recordé también una de las herramientas dadas por el moré en un post de esta serie del ego.
No recuerdo las palabras exactas, pero un primer paso para vencer al ego, luego de reconocer nuestra impotencia, es sumirse en ella, dejarse llevar por la impotencia, hacerle ver a nuestro Ego que ha ganado, y dejarlo que saboree su victoria… bueno me di por vencida casi que arrancando!
¿Cuáles con las herramientas que podemos usar para quitarle poder a nuestro Ego?
Cuando aprendes a ubicar a tu EGO, a admitir tu impotencia, a no luchar contra aquello que no es para luchar, sencillamente te sueltas y sales de tu pequeñita y tenebrosita celda mental que te asfixiaba.
Yehuda Ribco
Hemos sido instruidos en muchas de ellas, están aquí en este hogar, en la serie del Ego, cada artículo te brinda una luz, un aporte, una ayuda, pero no basta con mirarlos, para luego pasarlos por alto, hace falta detenerse, anhelar conocerse y descubrir al verdadero ser que se oculta tras las máscaras que conocemos como “yo”.
Seguir algunas de estas recomendaciones me ha ayudado no sólo para quitar una imagen inofensiva de mi mente (como la del elefante con el borracho encima), sino para conocerme, re-conocerme, entender mi potencia y mis impotencias, entender cómo opera mi ego y descubrir al ego de otros, hay tantos ejemplos… tantos. Y estoy segura que tú encontrarás otros.
El ego no acaba de sorprendernos, puede ser tan “multifacético”, poderosamente hábil para justificar, ofrecer alternativas, e intentar hacer ver que no está en ti, mientras maneja gran parte de tus actos, y se encuentra en nuestras muchas respuestas y acciones.
Pero siempre hay alternativas para reconocerlo, y disminuirle, seguir ejercicios como este, leer, y releer las publicaciones acerca del Ego, anhelar ser libre y reconocerse tal y como somos, sin disminuirnos, sin encumbrarnos, pero ubicándonos en el justo lugar que nos corresponde, humanamente “humanos”, pero perfectibles, una obra perfecta opacada con las imperfecciones que ha creado nuestro Ego, pero a pesar de ello … perfecta.
Entonces desde nuestra condición “humana” y no de “dioses creados por el ego”, amarnos y amar a nuestro Hacedor, ha sido un bello transitar en este hogar… que quisiera que más se atrevieran a unirse, para ser libres “de aquello” que nos hace sentir infelices, aun cuando tenemos todo para ser felices…
Aprovecho para desear una ¡feliz fiesta de Sucot!, y al ego… dejémoslo de lado para disfrutar a pleno, mientras reconocemos nuestras limitaciones y la Enorme potencia del Creador.
Un Abrazo amigos noájidas, y un agradecimiento especial al Moré Yehuda, por ayudarnos en este transitar a la libertad y brindarnos herramientas para alcanzar la felicidad.
Pd: ¡que buen plan tenemos para esta semana…! releer los textos del Ego, y aprovechar para ser felices, he aquí una perla: http://fulvida.com/ajenos/misioneros/romper-el-crculo-vicioso