Shalom,
"¡Bendito el que viene en el nombre del Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.

Brinde especial atención a las palabras de la Torá que le trascribo a continuación:

 "Éstas son las leyes y los decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que el Eterno, Elokim de vuestros padres, os ha dado, para que tengáis posesión de ella todos los días que viváis sobre la tierra.
Ciertamente destruiréis todos los lugares donde las naciones que vosotros habéis de heredar han servido a sus dioses sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares, romperéis sus piedras rituales y quemaréis en el fuego sus árboles de Asera; quebraréis las imágenes de sus dioses y haréis desaparecer sus nombres de aquel lugar.
No haréis así para con el Eterno vuestro Elokim"
(Devarim / Deuteronomio 12:1-4)

Como puede comprobar el mandamiento ha sido establecido para la nación judía.
Pero, su realización está supeditada a un hecho concreto: a que la mayoría de nación judía esté asentada en la Tierra de Promisión y la posean; es decir, que tengan un gobierno autónomo e independiente de otros regímenes o estados.
En ese momento, en esa coyuntura tan particular, la nación judía debe proceder a purificar la Tierra de Santidad de todas las manchas y ofensas con las que los extraviados la han contaminado.
Así pues, esto queda como mandamiento dado por Dios para la nación judía, y en particular para su rey (también conocido por el titulo del "ungido" o "Mashiaj"), que es el indicado para llevar a sus súbditos al cumplimiento de este precepto.

Ahora bien, esto por supuesto que solamente podrá acontecer en la futura Era Mesiánica, pues es bastante dudoso que se alcancen las condiciones previas necesarias para su cumplimiento antes de esta Era.

Pero, atienda al siguiente punto.
Como es sabido, en la Era Mesiánica la idolatría perderá todo poder o influjo sobre las personas.
Las personas reconocerán sin dudas la tosquedad, falsedad, malicia y negatividad de la idolatría.
Las personas se volverán con franqueza, veneración, fidelidad y amor al Uno y Único.
Las personas, por tanto, se despojarán de todos los objetos perniciosos de la idolatría. Quitarán de sus vidas y pertenencias todo aquello inmundo que durante tantos siglos ha venido carcomiendo al individuo y a la sociedad.
Morirá la idolatría, y se pudrirán en el olvido todos sus horrendos artilugios.

Así pues, cuando lleguemos a la Era Mesiánica los propios ex-idólatras se habrán encargado de extirpar las aberraciones que en el pasado los esclavizaban; en todo lugar, sin excepciones.

Mientras esa prodigiosa Era no llega, los noájidas pueden ir construyendo Shalom también desechando los objetos de idolatría que quizás poseyeron en su vida anterior, mientras estaban confusos y en sombras, sometidos a los pérfidos dictámenes de las idolatrías.
Cada noájida que retorna al camino del Padre celestial, puede y debe romper las cadenas de la idolatría, destruir las drogas espirituales y emocionales que son herramientas de la idolatría.

Espero que esta respuesta le sirva para crecer más en su fidelidad y amor al Eterno, y en su personalidad como noájida.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco