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Aprender a silenciar significativamente

Las abuelas se ponen ansiosas para que el nene al fin diga su primera palabra. Sí, también los padres, que suelen convertir el “guaguagaua” en “papá”, asumiendo así que su hijo/hija les reconoce por su título de parentesco. Están los adultos que les enseñan otras palabras, algunas muy útiles y necesarias; a veces meras tonterías […]

Para futuros papitos constructores de Shalom

Ser padres se convierte en un reto que sin duda ofrece oportunidades para crecer, para construir, para unir, y sobre todo para sentirse parte de algo único y maravilloso «ser participes juntamente con el Eterno para dar vida».

Hoy la ciencia ha logrado atisbar algo del maravilloso proceso que ocurre durante la  gestación.  Esto hace que por ejemplo en las sucesivas visitas al ginecobstetra, y las posteriores al pediatra, se preste atención especial al estado de ánimo de la mamita durante el embarazo, pues se ha llegado a comprender la influencia que ejerce sobre el embrión;  que arranca un increíble proceso hasta la culminación del desarrollo intrauterino del bebé.

Pero aún la ciencia ignora cosas que siguen siendo un misterio, como por ejemplo:   ¿cuál es el factor que desencadena el inicio del trabajo de parto?, entre muchas otras dudas de este gran acontecimiento.

Como fieles al Eterno sabemos que nada ocurre porque si, TODO, está dirigido por nuestro Padre, a quien nada se le escapa.  “El proceso de gestación no arranca solamente con la fecundación del óvulo, sino que desde el mismo encuentro de los futuros papás al momento de su relación trasmitimos lo que somos, pensamos  ó sentimos a ellos”.

 

¿Cambios físicos y emocionales por el embarazo?

 

Es cierto que durante el embarazo, la mujer experimenta cambios en su cuerpo, acompañado de  una enorme carga hormonal, anímicamente también pasamos por algunos estados a causa de ello, pero ahora que conocemos del ego,  podría atreverme a decir y es mi opinión “que también muchas de nuestras emociones serán solamente resultado del mismo” de nuestro eterno compañero al que llamamos ego.

 Aunque quisiéramos trasmitir solamente lo bueno al bebé que se está formando, habrán momentos de olvido en el que caeremos presa el ego,  cansancio, estrés,  tristeza, no se … tantas cosas,  pero al tomar conciencia de ello también podremos ayudar a que la experiencia sea más enriquecedora en “todos los aspectos”  para el futuro bebé.

Lo que trasmitimos a nuestros hijos no se da  sólo durante la gestación sino que lo haremos en este camino que inicia  desde la concepción y continúa durante el desarrollo, nacimiento,  y aun  después” mientras asumimos responsablemente la educación de  esos bebes. 

Qué hacer durante  el embarazo

Como noájidas conscientes de nuestro legado, y entendiendo  que también estamos en camino de aprender a perfeccionarnos, del mismo modo podemos ayudar en ese proceso a nuestros hijos, lo importante es: tomar conciencia de nuestra identidad, para apropiarse de ella y vivirla como corresponde,  mientras transmitimos  ese conocimiento a nuestros hijos, sin olvidar obviamente al Ego.

Así que, para aquellos “futuros papás”, aprovechen este tiempo para dejarse envolver por la maravilla que es la vida,  y para encontrarse con  la mano del Eterno que la lleva a la realidad, busquen información para entender el maravilloso proceso, como por ejemplo documentales, o literatura acerca del embarazo, y hagan de esta experiencia única un deleite; mientras se maravillan de la enorme Grandeza de Dios.

Un abrazo y que sepamos construir shalom…

Carta de un hijo a todos los padres del mundo

– No me dés todo lo que te pida. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo tomar.

– No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.

– No des siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

– Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio dámelo; pero también si es castigo.

– No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y sí me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra.

– No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídete y mantén esa decisión.

– Déjame valerme por mí mismo. Si tu haces todo por mí, yo nunca podré aprender.

– No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices. 

– Cuando yo hago algo malo no me exijas que te diga por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.

– Cuando estés equivocado en algo admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti. Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

– Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos; ya que porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también.

– No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas; pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

– Cuando te cuente un problema mío no me digas «No tengo tiempo para tonterías» o «eso no tiene importancia».

– Trata de comprenderme y ayudarme. * Y quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no lo creas necesario decírmelo. 

– Abrázame, necesito sentirte mi amigo, mi compañero a toda hora.

Un viejo secreto para la buena vida

Muchos veneran a Miguel de Cervantes, aunque no sé cuántos lo han leído y comprendido.
Una de sus frases celebres reza así:

“El que larga vida vive, 
mucho mal ha de pasar. “

A primera vista, resulta deprimente… ¿o es solo mi parecer?
Te daré uno de mis motivos.
Si el que larga vida vive mucho mal ha de pasar,
significa que el “mal pasar” es una constante, o al menos una muy frecuente visitante,
por lo cual,
quien más vive, más sufre.
El sufrimiento está aquí, no hay escapatoria… mejor vive poco, así sufrirás menos… ese podría ser el corolario del pensamiento del Manco de Lepanto…
¿Estas de acuerdo con que así es la vida?
¿O quizás para Miguel era así, pues en su vida padeció mucho, o tal vez no supo disfrutar de lo bueno que tenía?
No lo sabemos…
Pero lo que sí puedes saber es si estás de acuerdo con que la vida es una hilera incesante de dolores y dramas…
(Yo no lo estoy, aunque a veces pareciera ser cierto. Me gustaría oír tu comentario al respecto).

Por su parte, Jean de La Bruyère nos regaló esta idea:

“No hay nada que los hombres más 
deseen conservar y menos cuiden 
que su propia vida.“

Resulta de cierta manera antagónica con la frase previamente citada.
Para el español aparentemente la vida es dolor y pena, para el francés aparentemente es un gran tesoro, anhelado y deseado.
Sin embargo, a nuestro entender tienen un punto en común: la tragedia. Para uno es la norma, lo que conlleva el vivir; para el otro es producto de la desidia, del olvido, de la desgana, de las conductas erróneas.
Si fuera Cervantes el acertado, estamos condenados a sufrir.
Pero si fuera de la Bruyère, tenemos a nuestro alcance la oportunidad de enfocarnos en lo positivo y conservar con cuidado el tesoro de la vida.
¿Tu qué crees?
¿Con cuál de los autores te afilias para debatir al respecto?

Ahora llamamos a un tercero para que opine, a Benjamin Disraeli quien nos dice:

“La vida es demasiado corta 
para que la hagamos mezquina.”

Bueno, tenemos un destino: la vida es demasiado corta; y tenemos la libertad de elegir: vivirla de manera mezquina o altruista.
Interesante el aporte del inteligente hombre inglés.

Ya que estamos con grandes muchachos de la vieja Europa, te presento a Leonardo da Vinci, a quien no se le ocurrió otra cosa que decirnos:

“El que no aprecia la vida 
no la merece.”

Quisiera extenderme en comentarios que tan condensada frase me motivan, pero prefiero abstenerme y darte tiempo y espacio a ti para que pienses, participes, aportes, evalúes tu propia vida.
¿Aceptas mi invitación?
Espero que sí…

Podríamos seguir recopilando citas por toda la internet, pero no te quiero aburrir, ni hacer el trabajo que tú también puedes hacer si te lo propones; por lo cual, te daré un mensaje más de parte de una celebridad.
Para variar, es una mujer la que tiene la última palabra en casa, Simone de Beauvoir:

“La longevidad es la recompensa de la virtud.”

Pero, señora mía, doña Simone, no quiero parecer malintencionado, pero o no le tradujeron bien la frase, o no la entendí en su esencia, o usted dijo algo como que no es así… ¡cuánta gente buena, pero buena de verdad, se ha muerto joven!
¿Usted cree realmente, doña Simone, que no hay tipos malos, pero realmente malos, que viven largas vidas y hasta llenas de riquezas, salud, placeres, etc.?
Porque, doña Simone, usted no dice (a no ser que no la hayan traducido correctamente) “La buena vida es la recompensa a la virtud”, usted dice “La LONGEVIDAD”, es decir, la larga vida.
Como que no cierra esta frase con lo que cualquier hijo de vecino, como quien esto escribe, se puede encontrar cada día.
En verdad, me encantaría que algún entendido (o entendida, por supuesto) tengan la amabilidad de darnos una luz al respecto de lo dicho por la sabia señora, a la que respetamos y valoramos, pero que en esta ocasión no comprendemos su cita.

Pero por ahí, otro hijo de vecino tiene algo para contarnos.
Hace un año y poco fallecía a los 113 años de edad el hombre europeo más longevo con vida (en el 2009), se llamaba Henry Allingham.
En alguna entrevista que le hicieron dijo algunas cosillas interesantes acerca de su secreto para su longevidad.
Atendamos a sus palabras:

“Consultado sobre el secreto de su larga vida, el hombre en silla de ruedas dijo:
"No lo sé, pero te diría que trates de ser tan bueno como sea posible". ”

Ok, parece que este hombre fue el ejemplo literal de las palabras de la inteligente dama francesa.
El dice que vivió más de un siglo gracias a la nobleza de carácter, encare positivo, bonhomía, el ser tan bueno como le fuera posible.
Así que, aquí está la virtud que le dio larga vida a este buen señor (que en paz descanse, junto a los otros citados hasta ahora en este artículo).

Pero, don Henry tenía un datito más reservado bajo la manga:

‘A la pregunta sobre su receta para llegar a tan avanzada edad,  Allingham respondió una vez con un guiño:
"Tabaco, whisky y mujeres muy salvajes".
Después añadió, más serio:
"Hay que cuidarse y conocer  los límites propios".’ 

Bueno… esté… cómo seguimos ahora…

Creo que lo dejamos en “hay que cuidarse y conocer los límites propios”… ¿te parece bien así?

Mr. Henry llegó a vivir 113 años, hasta su último suspiro lleno de vitalidad, gusto por la vida y lucidez.
No era Don Perfecto, pero tampoco lo contrario.
Era una persona, común, como todos, porque hasta las celebridades y gente de poder somos comunes, pero en distintos roles.
Esto deberíamos recordarlo cada día, sea siguiendo a don Cervantes o a don de la Bruyère: puedes parecer importante, detentar una posición de preeminencia, ser admirado, ser elogiado, ser mimado, ser un conquistador con tus dotes y carisma, gozar de privilegios, pero no eres más que una persona común y corriente.
Son tus actos los que te ennoblecen o degradan.

Por lo cual, sería bueno tomar nota y no acostumbrar avergonzar al prójimo, sea persona de preeminencia o del llano.
Poner las cosas en su sitio, está muy bien.
Denunciar al estafador, no permitir que el perverso se apropie de lo que no le pertenece, clamar por justicia, poner límites, desenmascarar al prófugo de la Verdad, todo eso es correcto y no debe omitirse de realizarse, pero sin avergonzar al prójimo.
(De acuerdo a la halajá, la normativa judía, es lícito burlarse de la idolatría, así como señalar pública y claramente a aquellos que obran maldad y pueden causar daños a los que andan desprevenidos. Sin embargo, mejor es actuar con prudencia y moderación.)

Ten presente que si haces sonrojar a tus padres, a tus maestros, a los ancianos, a tus menores, a tu cónyuge, o a cualquier otro semejante, a cualquier persona inocente, no solamente estás procurando el mal sobre ella, sino que estás preparando un caldero de agua hirviente sobre tu cabeza, que en cualquier momento se derrama y te despelleja vivo…

Así que te aconsejo que te dediques a estudiar (y a aplicar) los principios de cómo relacionarte efectivamente con tus semejantes.
Cuando estés ante una persona simple de entendimiento, buscaba resaltar un pensamiento en común para que les sirva de encuentro y motivo de vinculación.
Si estás ante alguien más experto, calla, pregunta con humildad para aprender y aprovecha para aprender.
Cuando estés con un amigo, que te sea doblemente valioso su honor y el tuyo.
Si estás con tu cónyuge, valórala (valóralo) más que a ti mismo, pero sin desmerecerte en lo más mínimo.

Sé virtuoso, sé bueno, sé justo, conoce tus límites, se leal… entonces no sé si vivirás mucho o poco, pero cada día será una vida, de placer, de bendición, de santidad, de plenitud ((Vivir es nacer a cada instante.
Erich Fromm
Cada día es una pequeña vida.
Horacio
Sólo vive el que sabe.
Baltasar Gracián)).

Nunca olvidemos, que la maldad que provocamos contra otra persona termina retornando como un bumerang, y a veces duplicada o multiplicada en sus daños.
Si tratas con honra al prójimo, aunque sea tu adversario, encontrarás el camino para una buena vida…

Una lechuga no es un plato – Para estimular a los niños a ser generosos

¡Hay un gusano en mi plato! ? dijo Matías haciendo gestitos con la mano como para ahuyentarlo.
El gusano primero miró el plato, después miró a Matías y luego dijo: ¡Glup!
– Parece que me equivoqué. Esta no es una hoja de lechuga.

Cuando se le pasó un poquito el miedo, Matías, que era muy curioso, se acercó a observar muy bien a don Gusano.
– ¡Vaya! -pensó- No sólo es bastante extraño y bonitos sus colores, sino que también tiene muchas patitas. Debe estar desorientado.
Desorientado no, apenas un poco cegato ?corrigió el gusano- pero en voz tan bajita que nadie lo escuchó.

Por un instante el gusanito detuvo su marcha, encorvó su lomo verde y miró a Matías con sus ojitos finitos de gusano perdido. Seguir leyendo Una lechuga no es un plato – Para estimular a los niños a ser generosos

Comunicación Auténtica para mejorar la vida

83/365 - Operator, Get Me Transatlantic!Si somos conscientes de las cosas de nuestra vida, podemos reconocer que solemos tener dificultades con las personas que están próximas a nosotros.
Especialmente la pareja, los hijos, los padres, los hermanos.
Es que, no resulta simple acordar en las grandes cosas, pero tampoco en las pequeñas.
Los intereses suelen estar contrapuestos, cada cual ve sus propios deseos y está espantado de sus propios miedos, sin considerar al otro en su “otredad”.

Nos dejamos llevar entonces por nuestros pensamiento y sentimientos, que tienden hacia la negatividad, hacia el egoísmo.

Hemos de recordar que nuestra Tradición nos enseña que los pensamientos y los sentimientos son secundarios a las acciones.
Esto es, que si una persona repite una determinada conducta, de manera
tal que se transforma en un hábito, está también entrenando su
pensamiento y sentimiento.

Por tanto, tenemos a nuestro alcance una herramienta para adecuar nuestra vida, equilibrarla, hallar relativa armonía con nuestros prójimos.
¿Cómo?
Pues, actuando con positividad.

Entre los fundamentos esenciales se encuentra la Comunicación Auténtica, que ciertamente nos abre el camino para un gran entendimiento y verdadera aproximación con el otro y con nuestra interioridad.

La Comunicación Auténtica que se compone de cuatro elementos esenciales e indispensables:

1- Ser sinceros en lo que expresamos.
2- No querer agredir ni permitir la agresión.
3- Respetar al otro, y respetarse.
4- No dar nada por supuesto, sino preguntar hasta alcanzar la comprensión.

Si nos manejamos con estos cuatro elementos, con el principio rector de la Comunicación Auténtica, estamos ejercitando nuestra conducta, perfeccionando nuestro pensamiento, canalizando nuestros sentimientos para fortalecer nuestro ser y nuestro vínculo con el prójimo.

Espero que este sencillo consejo de vida te sea de beneficio y bendición.

Comunicación Auténtica para mejorar la vida

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Constructor o Destructor


La formación de nuestra vida y de nuestro interior es como la construcción de un edificio, se construye sobre bases solidas y fuertes para que esa edificación tenga la capacidad suficiente de soportar  cualquier fenómeno que pueda afectarlo.

Nos tomamos toda la vida, construyendo esa edificación y para ello se requieren diferentes materiales, y con el pasar del tiempo llegan constructores a esa edificación, Todas las experiencias que vivimos, de las cuales aprendemos y las cuales nos dejan enseñanzas importantes. Todos los sueños que tenemos, las metas que trazamos y los logros que obtenemos, la experiencia que vivimos con nuestros padres, hermanos, amigos, maestros etc. son constructores para nuestra edificación. Y de eso algo bueno queda en nuestra vida, son andamios que se suman a nuestra gran construcción y tenemos el deseo de que nuestra edificación llegue muy alto. Pero muchas veces no solo existen constructores de vida, existen destructores de esa misma vida, situaciones que nos desgastan, pensamientos que nos lastiman, que no nos dejan avanzar que nos estancan, que nos arruga el corazón y que nos quitan todas las fuerzas de seguir adelante. El desconcierto y la desesperación se adueñan de nosotros y es como una venda que ponemos frente a nuestros ojos que nos impide seguir construyendo y esa construcción se detiene y con esa detención se estancan muchos de nuestros pensamientos y deseos.

Muchas personas llegan a nuestras vidas a destruir, son destructores, destruyen hogares, destruyen vidas, acaban con los sueños, nos arrebatan las esperanza trabajan en pro del mal, del odio del rencor, de generar discordia entre los demás. Son causantes de dolor y desesperanza, son disociadores, imprudentes, manipuladores y finalmente logran destruir grandes edificaciones, viven por la vida de los demás y  es ahí cuando sentimos que nada tiene sentido, porque otro a destruido nuestras ilusiones.

Nunca es justo que existan personas capaces de lastimar a los demás y de adueñarse de la vida que nos les pertenece. Porque cada quien en la vida va construyendo su edificio  y cada quien determina su altura, van desapareciendo gradualmente los andamios, terminando la parte externa de la fachada. La base de nuestros primeros andamios nos permitirá cierta altura pero también es importante nuestro acabado interior. ¿Qué hay dentro de cada uno de nosotros?  Porque entonces existen seres que quieren decidir por nosotros y acabar con nuestro interior?

La base de esa edificación siempre deberá ser DIOS pues es la base más solida sobre la cual se puede construir. Cuando esa edificación se construye sobre otras bases esa edificación tiende a destruirse y a destruir sus alrededores.

¿En qué bases construyen sus vidas estas personas que solo saben hacerles daño a los demás?

¿Que estamos siendo, constructores o destructores de vida y  edificaciones?

“¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?”….

En cierta ocasión, años atrás, durante una charla que di ante un grupo de profesionales, me hicieron esta pregunta:

“¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?”.

En mi condición de ingeniero, sabia que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mí trabajo, entonces les respondí:

Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo lugar el 9 de Mayo …….

Comencé el día jugando con un amigo al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé.

Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que al bebé se lo habían llevado de urgencia al hospital.

En un instante, mí amigo se subió al auto de su padre y se marcho.

Yo, por un momento, me quedé donde estaba, sin saber que debía hacer. ¿Seguir a mí amigo al hospital?. Mí presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura estará al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.

¿Brindarle mi apoyo moral?. Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarían rodeados de parientes, que les ofrecerían el apoyo necesario. Lo único que haría yo sería estorbar.

Así que decidí ir mas tarde al hospital a visitar a mi amigo. Al poner en marcha mi auto, me percaté que mi amigo había dejado su camioneta con las llaves puestas, estacionada junto al campo deportivo
.
Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a entregarle las llaves. Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares. No tardo en presentarse un médico, que se acercó a la pareja y, en voz baja les comunicó que su bebe había fallecido.

Los padres se abrazaron y lloraron, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Al verme mi amigo, se refugió en mis brazos y me dijo: Gracias por estar aquí.

Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él.

Esto, es lo más importante que he hecho en mí vida, y aquella experiencia me dejo tres enseñanzas:

Primera: lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer.Nada de lo racional que aprendí en la universidad, ni en el ejercicio de mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas les sobrevino una desgracia y lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar; pero estar allí, era lo principal…

Segunda: aprendí que al aprender a pensar, casi me olvido de sentir.

Tercera: aprendí que la vida puede cambiar en un instante.

Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo real, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave o un accidente y muchas otras cosas más, pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.

Desde aquel día, busqué un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo compensa perderse unas vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia.

Y aprendí que lo más importante en la vida, no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores…

Lo más importante en la vida, es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad.

POR ESO AL ETERNO DIOS LE AGRADEZCO:

Por mis hijos que NO limpian sus cuartos, pero están viendo la tele, porque significa que están en casa y no en las calles.

Por mi sueldo, porque significa que estoy trabajando.

Por el desorden que tengo que limpiar después de una fiesta, porque significa que estuvimos rodeados de seres queridos.

Por las ropas que me quedan un poco ajustadas, porque significa que tengo más que suficiente para comer.

Por mi sombra que me ve trabajar, porque significa que puedo salir al sol.

Por las plantas que tengo que cuidar, ventanas que necesito limpiar, cañerías que arreglar, porque significa que tengo una casa.

Por las quejas que escucho acerca del gobierno, porque significa que tenemos libertad de expresión.

Porque no encuentro estacionamiento, esto significa que tengo auto.

Por los gritos de los chicos, porque significa que puedo oír.

Por la ropa que tengo que lavar y planchar, porque significa que me puedo vestir, aunque no tenga una muchacha de servicio que me planche.

Por el cansancio al final del día, porque significa que fui capaz de trabajar duro.

Por el despertador que suena temprano todas las mañanas, porque significa que ¡¡Estoy vivo!!.

y finalmente, por la cantidad de mensajes que recibo, porque significa que tengo amigas y amigos que piensan en mí…

Cuando pienses que todo en la vida te va mal, lee esto otra vez y recuerda que cada dia tenemos que construir un mundo mejor olvidando todo lo negativo que hay a nuestro alrededor y con la firme convicción que los cambios comienzan en nuestro interior para que se manifiesten en el exterior…… .

Un abrazo y un buen día.

Como se compra un milagro….

Una pequeña niña fue a su habitación y sacó un frasco que estaba escondido en su closet. Esparció su contenido en el suelo y contó con cuidado.

Tres veces, incluso. el total fue contado a la perfección. No había cabida a errores.

Con cuidado regresó las monedas al frasco
y cerrando la tapadera, ella
salió sigilosamente por la puerta trasera y caminó
6 cuadras hasta la Farmacia de Rexall, que
tenía un gran signo de jefe indio sobre la puerta.

Ella esperó pacientemente a
que el farmacéutico le prestara atención,
pero estaba muy ocupado por el momento

Tere movió sus pies para que rechinaran
sus zapatos. Nada. Se aclaró la garganta
lo mas fuerte que pudo.
No sirvió de nada, finalmente tomó
.25 centavos del frasco y tocó en
el mostrador de cristal. Con eso fue suficiente!

‘Y que es lo que quieres?’ le preguntó el
farmacéutico con tono de disgusto
en la voz. ‘Estoy hablando con mi hermano
que viene de Chicago no he visto en años…’

‘Bueno, quiero hablar contigo
acerca de mi hermano’, Tere le contestó
con el mismo tono de impaciencia. ‘El está
realmente muy, muy enfermo . . . y quiero
comprar un milagro’.

‘Perdon ?’
dijo el farmacéutico.

‘Su nombre es Andrés y algo malo ha
estado creciendo en su cabeza y mi papi
dice que solo un milagro puede salvarlo,
ahora dime, cuanto cuesta un milagro?

‘Nosotros no vendemos milagros aqui, chiquita.
Lo siento pero no puedo ayudarte’, dijo
el farmacéutico, con voz suave.

Oye, tengo dinero para pagarlo. Si
no es suficiente, conseguiré
lo que falte. solo dime cuanto cuesta’

El hermano del farmacéutico que era un hombre
muy bien vestido. Intervino y le
preguntó a la niñita, ‘Que clase de
milagro necesita tu hermano?’

‘No sé, replicó Tere, con los
ojos muy abiertos. Yo solo se que está muy enfermo
y mami dice que necesita una
operación. Pero mi papi no puede pagarla,
por eso quiero usar mi dinero’
‘Cuánto tienes?’, le preguntó el hombre de Chicago

‘Un dólar con once centavos’, contestó Tere,
apenas audible.

Y ese es todo el dinero que tengo,

pero puedo conseguir mas si es necesrio’

‘Bueno, que coincidencia’, sonrió el hombre.

‘Un dólar y once centavos—el precio exacto
de un milagro para los hermanitos’.

El tomó el dinero en sus manos y con
la otra sostuvo su manita enguantada
y dijo ‘Lleváme a donde vives. Quiero
ver a tu hermano y conocer a tus padres..
Veamos si tengo el milagro que necesitas’

Ese hombre bien vestido era el Dr. Carlton
Armstrong, un cirujano especializado en neuro-cirugía.
La operacion fue completamente gratis y sin
cargo alguno por su estancia en el hospital, hasta que
Andrés regreso sano a casa.

Mami y papi comentaron felices de
la cadena de eventos que les trajo a todo
esto.

‘Esa cirugía’, susurraba su madre, ‘fue un
milagro real. Ya me imagino cuanto
podría costar?

Tere sonrió. Ella sabía exactamente cuanto
cuesta un milagro. . . un dólar con once
centavos. . .mas la fe de una chiquilla.

En nuestras vidas nunca sabemos cuantos
milagros vamos a necesitar.

Un milagro no es la suspensión de una ley natural
sino la implementación de una ley superior.
Yo se que mantendrás la pelota en movimiento!

Esto es, mandásela a quien signifique algo para ti!

Una bola es un círculo, sin principio ni fin.
Nos mantiene juntos como un círculo de amigos.
El tesoro que encierra es ver la amistad que me has regalado.

Hoy te paso la pelota.
Dásela a alguien que consideres tu amigo.

YO TE JURO

Cuando estes triste. . .Secaré tus lagrimas
Cuando tengas miedo. . . calmaré tus miedos.

Cuando estes preocupado . . . te daré esperanza.

Cuando estes confundido. . .te ayudaré
a encontrar tu camino.

Y cuando estas perdido.. . .y no puedas ver la
luz, yo seré tu faro . . .Brillando radiante.

Este es mi juramento .. . . que sostengo hasta el final.

Que mas podrías pedir. . .Si tu eres mi amigo.

Firma: Dios

Tu deseo del Mashiaj

Según dicta la Tradición, los judíos deben esperar con confianza plena la llegada de la Era Mesiánica.
A diario pedir los judíos por el entronamiento del rey de Israel sobre el trono de Israel en la tierra de Israel para el pueblo de Israel.
Muchos lo hacen, con gran pasión y entrega esperan.

La pregunta que podríamos hacer con justicia es: ¿PARA qué esperan la Era Mesiánica?

Veamos:

«El Eterno hará que sobreabundes en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tus animales y en el fruto de tu campo, en la tierra que el Eterno juró a tus padres que te daría.
Él te abrirá su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Tú darás prestado a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado.»

(Devarim / Deuteronomio 28:11-12)

Están los que anhelan la tranquilidad material, el retorno al hogar, la prosperidad, el tranquilo transcurrir de los días, la amplitud, la certeza del desahogo y placer.
En la base profunda del sionismo laico se encuentra este anhelo de redención mesiánica, el retorno del individuo a su tierra original, el arraigo a una patria, el sentirse independientes y fuertes en su propios límites.

«Cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera. Y no habrá quien los amedrente«
(Mijá / Miqueas 4:4)

Están los que añoran una vida placentera, de comodidad, de seguridad, de fin de las persecuciones antisemitas, de terminar con el vagabundeo por la diáspora. No se prioriza el aspecto territorial, ni de disfrutar de una patria, de un seno materno nacional, sino el simple y sencillo gozo de no seguir en el desamparo, en la perpetua duda de si el día de mañana se estará aquí o nuevamente será exilado o exterminado el judío.

«Él juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos. Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.»
(Ieshaiá / Isaías 2:4)

Están los que sueñan con un ideal de independencia política, de renombre nacional en el concierto de las naciones, de liderar como nación el auge de una nueva era de plenitud mundial.
Su patria mesiánica es un paso indispensable para levantar la bandera de la humanidad unida, de encontrar nuevos rumbos a la vanguardia de las naciones verdaderamente unidas.
Sueñan con la paz internacional, con los prodigios de la ciencia y la técnica al alcance de todos, con el final de la hambruna y de los negociados multinacionales. Sueñan con un mundo unido sin imperialismos, ni ideologías que pudran las entrañas de las personas y las sociedades.

«Pues no saldréis con apresuramiento, ni iréis huyendo; porque el Eterno irá delante de vosotros, y el Elokim de Israel irá a vuestra retaguardia.»
(Ieshaiá / Isaías 52:12)

Están los que calculan los beneficios personales o colectivos de la Era Mesiánica. No se detienen en una patria o tierra como hogar, ni en el descanso del exilio, ni en un mundo de belleza y plenitud pacífica; sino que analizan y especulan sobre la temática.
Abundan en datos, estudian posibilidades, se esfuerzan por comprender y por penetrar el manto de secreto del futuro tiempo, pero como si fueran desprovistos de emociones.
Es un tema de estudio y no mucho más; aunque, entre los más prácticos, es también una propuesta para realizar humanamente.
Idear mundos utópicos para ser construidos por el ser humano y no por estar asociados con Dios en la redención de la Era Mesiánica.
Podrían pretender fabricar la Era Mesiánica por caminos netamente humanos, tales como los grandes soñadores filantrópicos de todas las épocas.
Llenos de ideas e ideales, pero ausentes de la realidad espiritual.
Los que confían en el hombre, y solamente en él, pueden tener buenas intenciones morales, ser muy humanistas, pero cuando dejan fuera de la fórmula al componente principal, a Dios, entonces no están construyendo con buenos fundamentos.
Apresuran una venida del Mashiaj de un modo alternativo y no consagrado.

«Porque éste será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Eterno: Pondré Mi Torá en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Elokim, y ellos serán Mi pueblo.
Ya nadie enseñará a su prójimo, ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Eterno.’ Pues todos ellos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el Eterno. Porque Yo perdonaré su iniquidad y no Me acordaré más de su pecado.’
«
(Irmiá / Jeremías 31:32-33)

Están los que trabajan ahora por construir shalom, por ser socios del Eterno para el advenimiento de la Era Mesiánica.
No buscan ventajas personales, no desean premios, no demandan beneficios, sino simplemente se reconocen como siervos del Eterno y buscan la Era Mesiánica para que los bienes materiales faciliten el conocimiento del Eterno, el desarrollo de una vida de servicio al Eterno por medio del cumplimiento de Sus mandamientos.
Trabajan por vivir en una Era de plenitud en todos los planos, pero no para regodeo del EGO, sino para servicio del Eterno.

Tales cinco tipos de personas que a su modo se vinculan con el ideal mesiánico.
También entre los gentiles existe el deseo del Mesías, en parte como copia de la creencia judía; pero en parte por el «recuerdo del futuro» marcado en los espíritus de todas las personas que impulsan al anhelo de un mundo mejor.
¿Con cual de los tipos que mencionamos puedes identificarte?
¿Con el que espera para su provecho material;
con el que espera para su beneficio emocional;
con el que espera para el beneficio social;
con el que espera para el beneficio mundial;
con el que espera para servir a Dios, tal como le corresponde como noájida fiel en un mundo de fidelidad?