Constructores de hecho y no de palabra

Recientemente leí en un diario la noticia de la detención de un falso sacerdote que había estafado  a algunas familias y profesionales de buen corazón que le ofrecieron su ayuda tanto económica como profesional para la creación de un hogar destinado a  niños en riesgo social.Un detalle fue que al allanar la casa donde se hospedaba, junto con encontrar libros religiosos,la policía halló material pornográfico descargado vía internet.No es mi intención juzgar al sujeto, pues yo he cometido muchos errores que  me alejan de ser un ser humano perfecto, pero debo decir que así como él hay muchos que se aprovechan de la confianza y fe de la gente para satisfacer sus intereses.

Hay muchas personas hoy en día  que han perdido el encanto de vivir y necesitan algo o alguien que les de esperanzas de que las cosas van a mejorar y que su existencia no ha sido en vano y  que tiene un sentido.En algunos casos es por la indiferencia que hay entre los miembros de su familia que en vez de amarse sinceramente, parecieran estar  juntos por rutina u obligación.En otros es por decepciones personales ya sea de amigos, parejas ,matrimonios o bien por el sufrimiento provocado por una enfemedad u otro perdida importante.Otras igualmente importantes podrían ser la cesantía violaciones, maltratos,etc.

Como sabemos la vida no  siempre es como uno quiere que sea,bien sea por causa de nuestras propias decisiones o por lo que pasa en nuestro entorno.Creo que si tomaramos en cuenta  la presencia del Eterno y el cumplimiento de sus preceptos,nuestra perspectiva de la vida sería distinta y nuestras sociedades serían más justas. De hecho, en muchos gobiernos  a través de la historia (como los de Nerón,Hitler, Stalin,etc), no se he respetado el cumplimiento de los mandamientos universales dados por el Altísimo y esto ha generado divisiones, inequidad social, violencia, intolerancia,etc, que han afectado las vidas de muchas personas que sólo quieren vivir tranquilamente y que al estar en tal situación se sienten perdidas.Si las naciones dejaran sus armas, ambición y soberbia, y se preocupran del bien común y la hermandad, sin duda alguna el mundo sería un lugar mejor.Nuestras sociedades serían mas equitativas, respetuosas,seguras,felices y productivas de lo que son ahora.

Esto no es una utopía y será real cuando estemos en la era mesiánica,anunciada por los santos profetas al pueblo de Israel.Mientras tanto, no se puede llorar sobre la leche derramada y en la medida de nuestras posibilidades, debemos procurar construir shalom con los dones que a cada uno el Eterno le ha dado y con la puesta en práctica de  los  7 mandamientos universales y sus ramificaciones.Que Dios los bendiga mucho.Shalom.

                                                                   Fabián Sepúlveda Morales


Un comentario sobre “Constructores de hecho y no de palabra”

  1. exacto, creo q los 7 pueden parecer poco preceptos, pero conllevan un gran significado y estoy segura de q la humanidad seria muy diferente si respearamos los 7 en su totalidad.

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