Todas las entradas de: Jonathan Ortiz

Un gentil con sentido. Colaborador en la expansión del noajismo.

Miedos del noájida re-nacido

A continuación enumero algunos de los asuntos preocupantes que rondan por la mente de aquellos que recién se enteran que existe algo más antiguo que el Judaísmo, es decir, el Noajismo. Esto con el propósito de mostrar que en algún momento el 99.9 % de los fulvidianos (el otro 00.1% son aquellos que nacieron y crecieron en un hogar netamente noájico sin rastros de religión) pasamos por situaciones parecidas, pero que a la larga vinieron a ser parte del proceso de cambio, de mejora y/o maduración. Claro está, esto no significa que aquellos que ya tenemos cierto tiempo montados en la barca de Noaj hemos alcanzado el culmen de este viaje hacia la plenitud. Todo lo contrario, ahora es que falta.

Veamos:

1. Miedo a que la relación con Dios no vuelva a ser lo mismo que antes. Antes se creía tener una comunión intensa con el Eterno, pero a la luz del noajismo, darse cuenta que no fue tal, es una realidad que impacta a muchos. Cómo se pudo adjetivar de intensa una relación basada en la mentira de un falso e inexistente mediador, que por ser colgado consiguió supuesta entrada a la presencia de Dios, y por sus supuestos méritos había libre acceso. Y más aun, qué intensidad hay en entablar un dialogo con Dios ataviados de vestimentas ajenas: Kipá, tefilin, tzitziot, talit.

2. Miedo a aceptar que no se es parte del pueblo hebreo. Gracias a las religiones, la idea de pertenecer a una nación no elegida causa un sentimiento antipatriótico, donde pertenecer a Israel lo es todo y haber nacido en cualquier otro lugar es visto como una maldición.

3. Miedo a aceptar que el Tanaj (Biblia) no es heredad de las naciones. Durante años se leyó una carta de amor que contenía promesas, palabras bonitas y regaños amorosos, que en primer lugar estuvo dirigido a otras personas, pero que otros pretendieron cambiar el destinatario y la esencia del mensaje. Enterarse que esa carta de amor no estaba dirigida a los gentiles hace sentir estúpido a cualquiera que haya creído lo contrario.

4. Miedo a dejar de lado la meta de hacer conversión al judaísmo. Tienen la falsa ilusión de que si no se es judío no se es nadie. Les hicieron creer en sus iglesias, o en su ignorancia, que ser judío es lo máximo. Tiene la falsa idea de que solo los judíos «van al cielo». O por ahí creyó que cambiarse de camiseta y vestir la del judaísmo era una solución a diversos problemas personales y emocionales. Así se planteó un día la meta de asimilarse a los judíos, camuflarse de uno, hacerse pasar por judío. Se le ocurrió que siendo convertido y haciendo un judaísmo a su medida estaría salvo y feliz.

5. Miedo a olvidarse de ir a establecerse a la tierra de Israel. Hazte judío y vete a vivir a Israel porque las demás naciones se van a pudrir. ¿Y quién dijo que un noájida no puede irse a vivir a Israel? Pero si es por razones escapistas… hay mucha tela para cortar.

6. Miedo a decirle a otros que en realidad nunca fuimos judíos, que se erró al afirmar dicha idea. «No gracias, yo no como jamón, soy judío» vs. «¿Y eso que ahora come jamón, usted no dijo que era judío?, Sí, pero… solamente es un pedacito».

7. Miedo a comer cerdo porque la convicción de que es un animal maldito, inmundo, sucio, etc, aun permanece. Concebir la idea que afirma que un animal fue creado maldito es igual a creer en el agua bendita. ¿Acaso el agua fue creada maldita que precisa que se le bendiga?

8. Miedo a dejar de leer el Nuevo Testamento. La «neotestamentodependecia» sucede cuando se comienza a creer que leer otros los libros es una pérdida de tiempo y que sus autores están destinados a la perdición porque son «del mundo». Y que la verdad se encuentra es los evangelios y las cartas de los seguidores del colgado.

9. Miedo a descubrir que los líderes anteriores estaban errados en sus enseñanzas. El idealismo, la infalibilidad, la perfección proyectada por la religión, son sofisticaciones que demuestran claramente las falsas bases sobre las cuales ésta se erige.

10. Si se fue pastor, predicador, evangelista, profeta, maestro dominical, líder de alabanza y adoración, intercesor, danzor; y según la óptica mesiánica: jajam, shaliaj, moré, talmid, jazán, roé; miedo a aceptar que ahora se es un humano común y corriente, con defectos y virtudes. Y que entre los deberes no está decirle a otros qué hacer con sus vidas. Sin comentarios.

Finalmente, los anteriores miedos son subjetivos, irreales, falsos.

  • La verdad es que ahora la relación con Dios es real, mejor, única y por sobre todo directa.
  • La verdad es que es un orgullo sano ser parte de una nación con arepas, mate, tortillas, pupusas, enchiladas, frijoles, asados, las medias lunas, los panchos, el sancocho, etc.
  • La verdad es que ser herederos de Siete Leyes es un gran honor.
  • La verdad es que vivir y pasar al Mundo Venidero siendo noájidas es positivo, refrescante, alentador, prometedor.
  • La verdad es que quedarse viviendo en el país de origen, mejorándolo, enriqueciéndolo, construyéndolo, prosperándolo es un buen ejemplo para nuestros hijos.
  • La verdad es que afirmar con la frente en alto «soy gentil» es muestra de madurez.
  • La verdad es que apreciar la creación como una obra maravillosa, incluyendo al cerdo, es aplaudir la obra del Eterno.
  • La verdad es que leer, instruirse, formarse, compartir opiniones, buscar la verdad, con una mente abierta al aprendizaje, resultará en un crecimiento personal inimaginable.
  • La verdad es que aceptar que el Maestro por excelencia es el dador de las Siete Leyes, es un antídoto contra la tendencia humana de manipular vidas ajenas.
  • La verdad es que la enseñanza significativa es aquella que se da con el ejemplo, con las acciones, con los hechos.

Noájida que recién llegas, que recién naces: Vive sin miedos. Asume tu identidad liberadora. Sé feliz, eres noájida.

¿Otra vez el alma judía?

Luego de tres años de vida noájica, llama la atención ver cómo muchos que fueron sacados de la oscuridad de la religión (cristianismo, seudo judaismo mesiánico, netzarismo, hernandismo, etc) a la luz del noajismo, aún insisten en la idea de seguir teniendo algun nexo con el pueblo de Israel (¿en realidad lo hubo?), bien sea leyendo toda la Torah, contactando a Rabinos para que les enseñen judaísmo, haciendo shabat a la manera judía, usando todos los textos contenidos en el sidur para orar a Dios, comprando solamente discos compactos de música hebrea, tocando solamente temas de indole judío, estudiando el Talmud, entre otros.

Cuando digo nexo, me refiero a la idea de algunos: «La Torá es para todos» o «El judaísmo es para todos».

A mi entender quienes saben que son gentiles pero persisten en creer que tienen alma judía, o algún nexo con el pueblo hebreo, son simplemente personas que no están ni en un lado ni en el otro. Así procede alguien desorientado, o alguien que se desorienta facilmente. Alguien cuyos principios permanecen lo que permanecen los beneficios.

Contrario a las religiones que andan ocupando en cosas inutiles a todo aquel que se acerca a beber de las intoxicadas aguas de sus rios, el noajismo otorga libertad. Al principio buscamos de manera tormentosa qué hay por hacer, cuál es el deber(es), en qué hay que ocuparse. Y descubrimos que noajismo no es religión y que la única tarea es ocuparse de hacer vida, hacer paz. Y luego la idea de estar desocupados no es muy atractiva porque venimos de creer que Dios espera que cumplamos una misión especial que nos fue otorgada desde antes de la creación del mundo. Paulina idea por cierto.

Otros, tristemente usan el noajismo como un puente que creen los conectará al judaísmo. La razón es que siguen creyendo que el alma judía está ahi, encerrada en el cuerpo gentil. Igual que el Dumbo de Disney: cuerpo de elefante con alma de pájaro. O Babe, el cerdito que queria ser un perro ovejero.

Algunos usan el noajismo como un ideal temporal para obtener lo que creen los beneficiará en el más allá. Pensar que ser un buen noájida me va a catapultar a ser judio es erróneo. Si en el noajismo veo que mi identidad es ejercida a cabalidad, entonces, eso significa que no sirvo para ser judío sino para ser gentil. Tampoco significa que ser un mal noajida signifique que seré un buen judío. El lector comprenda.

Andar buscando segundas intenciones al noajismo no es sano, así como andar buscando beneficios en el cigarro tampoco lo es. Aquello de «Advertencia: el fumar cigarro es nocivo para la salud», bien podria adaptarse a «Advertencia: Gentiles, estudiar Torá es nocivo para su alma». O, «el judaísmo es nocivo para la salud noajida, fume cigarrillos para noájidas».

¿Quién dijo que el noajida debe ser un experto en Torá, en judaísmo, en shabat? Eso es trabajo del hermano mayor.

Por otro lado, en el caminar noájida hemos visto a decenas de personas convirtiendose al judaísmo. Cabe destacar que la gran mayoria lo hacen de manera falsa. ¿Qué ha provocado esto? Que el gentil que estaba consagrado al noajismo, al ver esto, crea que su deber es convertirse en judío tambien. Esos gentiles que creen haber hecho conversión se convierten en distractores, mostrando rutas alternas al verdadero camino que nos corresponde. Esto es creerse más sabio que Dios. Son personas que si pudieran ser Dios, cambiarian la Torá y dirian que es Torá para todos.

Si vamos a ser noájidas, entonces, en la medida de nuestras posibilidades, hagamoslo bien. Y evitemos andar zigzagueando o nadando hacia donde la corriente nos lleve o adoptando ideales según la situación.

Citando al Maestro:

«Finalmente se pasa a la etapa en la cual el noájida admite su identidad espiritual y por tanto vive su noajísmo con gozo, liberación, crecimiento.
Aquí son muchos los noájidas que confiesan que sienten una gran sensación de libertad, que se han visto libertados de sus prisiones espirituales, que ya no le deben sumisión y obediencia a despóticos pastores ignorantes y aprovechadores.
En este momento el noájida se encuentra realmente con su familia y amigos. Expresa su ser. Trabaja con alegría. Entiende que el Eterno le ha provisto del alimento espiritual idóneo, que por tanto es innecesaria la conversión al judaísmo o el adoptar prácticas judaicas en su vida como noájida.
En resumen, desarrolla sus virtudes y capacidades que estaban dominadas, sometidas y anestesiadas por la adicción a las religiones que lo atraparon en su pasado.»

Mazal tov! Ad mea ve-esrim!

Moré, que se cumpla en usted la bendición judía: ¡Hasta los 120!

“Los estudiosos, cuanto más viejos se ponen, más sabiduría adquieren; mientras que los ignorantes aumentan su necedad con la edad ” (Shabat, 152, a)

“La vejez es tiempo de cosecha para el hombre cultivado e invierno para el inculto» Proverbio Idish.

“La sabiduría está en los ancianos y el entendimiento es fruto de avanzada edad» Job (12:12)

“Tú, como individuo,” dijeron los Maestros Jasídicos, “eres especial, único, y completamente indispensable. Ninguna persona viva, ninguna persona que haya vivido, y ninguna persona que vivirá, puede lograr el papel específico en la creación que Dios confió en ti.”

Cariños, Familia Ortiz Paredes

Objeciones contra el Noajísmo

En otras ocasiones se han publicado respuestas a algunos argumentos que se han levantado para satanizar el noajísmo. Es importante responder por el bien de aquellos que recién se están acercando y que serán confrontados mayormente por personas con creencias cristianas.

1. El noajísmo es proselitismo y el judaísmo afirma no ser proselitista.

En primer lugar, «no ser proselitista» se refiere principalmente al acto de conversión, por medio del cual, el gentil se convierte en judío y acepta ser responsable por una gran cantidad de leyes, además de las Siete dadas a Noaj.

Ciertamente la conversión al Judaísmo no es alentada, puesto que obviamente, mientras más pocas leyes alguien tenga bajo su responsabilidad, menor será el riesgo de violentar alguna. Y si de algo no precisa el mundo actual, es de judíos no observantes. Además la conversión es algo totalmente innecesario para aquél que ha aceptado a cabalidad su identidad noájida.

En segundo lugar, el principio de no enseñar activamente a los no judíos, mayormente tiene razones históricas – pragmáticas, originadas durante el exilio, lo cual no ha resultado ser saludable para el pueblo judío. Muertes, persecuciones y humillaciones han sido sólo algunos de los agradecimientos que los gentiles han dado a las generaciones judías que han abierto la puerta a los gentiles.

Y por último, pero no menos importante, ofrecer conocimiento para uso voluntario no está en la misma categoría de evangelizar y molestar a las personas con amenazas de sufrimiento eterno si no comienzan a creer en alguien o algo.

2. El noajísmo es una nueva religión inventada por los hombres.

En primer lugar no es algo «nuevo». El concepto está claramente establecido en la Torah. El tema es discutido en el Talmud. El rabí Maimónides escribió al respecto hace cientos de años atrás.

En segundo lugar, el Tanaj no inicia con el pacto entre Dios y el pueblo judío. Obviamente Dios tiene expectativas de los no judíos. Y Él claramente habla de un pacto con Noaj y sus descendientes. (Bereshit – Génesis 9:9)

En tercer lugar, existen grandes diferencias entre religión y pacto.

Cristianismo es religión, judaísmo y noajísmo son Pacto con Dios.

Religión se puede elegir, es algo de lo que alguien se hace parte cuando lo desee, y puede separarse cuando bien le parezca y unirse a una diferente cuántas veces quiera. La religión te dice que te unas porque cree que existe una separación entre tú y el dios de esa religión, y a través de creer lo que esa religión enseña se logrará religarse a tal dios.

Pacto es un compromiso en el que tus padres, hace tiempo atrás, incluyeron tu nombre y te hicieron parte de él. No te metes o te sales cuando te provoque. Si te gusta, maravilloso, si no, no hay nada que puedas hacer. Se puede ser ignorante o indiferente al pacto pero Dios va a juzgarte de acuerdo a cómo viviste según dicha alianza. No existe una clausula de escape.

Alguien podría argumentar que sí existe forma de desligarse del pacto con Noaj y es haciendo conversión al judaísmo y formando parte del pacto en Sinaí. Noticia: en el pacto en Sinaí están incluidas las 7 Leyes de Noaj. Así que hay que pensar cuidadosamente si se desea ser juzgado como judío en lugar de noájida.

Las religiones están en conflicto con los Pactos, en consecuencia, con Dios.

Los únicos dos pactos que existen con Dios se llaman Judaísmo y Noajísmo, lo demás son religiones, es decir, fallidos intentos de acercarse al Creador.

3. ¿Quién le dio derecho a los Rabinos para imponer leyes sobre los no judíos?

Nadie. Ellos no hicieron ni hacen esas leyes. Las leyes han estado desde la época de Adam, desde los tiempos de Noaj. Los rabinos lo único que han hecho es recordarnos que dichas leyes existen. Y el derecho y la autoridad para hacerlo, está implícito en el rol que se le asignó al pueblo judío, y por el hecho de que ellos son los únicos a quienes se les dio la Torah.

 


Nota: De ser necesario, las respuestas pueden ser corregidas y/o ampliadas por quien guste.

El Argumento: “La Biblia dice”

Aunque parezca increíble, asombrosamente, el principal argumento de quienes defienden a Ieshu, apartándose de la lógica, para probar la existencia de su héroe protagonista de su relato,  es  el relato mismo.

Al Nuevo Testamento se le concede el privilegio especial de defender y confirmar su propia verdad. En el engañoso lenguaje religioso, es calificado como lo  “único históricamente confiable”.  Es verdad, porque él mismo dice que es verdad.  Muy cómodo el argumento. (Tan cómodo, de hecho, que Mahoma lo adoptó en el Korán).

¿Pueden tales argucias ni remotamente justificarse si el Nuevo Testamento diera cronologías precisas y verificables de personas, lugares  y eventos? No, en absoluto. Como cualquier libro de ficción, el Nuevo Testamento establece una serie de (improbables) eventos, una plétora de nombres, y una masa de detalles incidentales de imposible comprobación, situados dentro de un escenario histórico conocido.

La Judea Romana era sin duda real, la Jerusalén del ‘primer siglo’ ciertamente existió (usted puede visitar sus ruinas). Pero cualquier trabajo de ficción histórica hace referencia al mundo real. Una novela nunca deja de ser ficción, no importa qué tan “real” parezca.

El asunto es, ¿caminó sobre el agua un carpintero santo, resucitó a los muertos, fue resucitado y subió a los Cielos?

Con todo el conjunto neotestamentario de verdades a medias, fantasías e historia enrevesada, definida como “evidencia histórica”, ha sido posible convocar un vasto número de “testigos” por el super-héroe.

Otros personajes dentro de la fábula dan testimonio de la existencia del carpintero sagrado. Es como probar la existencia de Batman a partir del testimonio de Robin el joven maravilla.

«La Biblia dice que el nacimiento fue divino»

¿Nacimiento divino? 

Contamos con el testimonio de Lucas sobre los pastores y ángeles (Lucas 2). Sin importar que Lucas escriba por lo menos 60 años después del supuesto nacimiento del hombre-dios (realmente, más de un siglo), se ofrece como testigo presencial  de una conversación supuestamente ocurrida  en un campo de ovejas.

«La Biblia dice que el agua fue convertida en vino»

¿Ieshu convirtiendo agua en vino? 

Por supuesto, tenemos al “apóstol Juan” como nuestro principal, de hecho,  único testigo, escribiendo aún después de que lo hizo “Lucas”, (Juan 2). Como máximo, Juan, como Lucas, escribieron lo que  oyeron contar, una generación después de los supuestos acontecimientos.

«La Biblia dice que resucitó»

¿Y de quién disponemos para testificar acerca del mesiánico gran final, la resurrección?

La evidencia sobre éste “Ieshu resucitado” viene del testimonio de Pablo, acerca de 500 testigos no identificados,  avistamientos de los 12 apóstoles y de  él mismo (Corintios 15). Mateo en cambio cuenta con dos mujeres adoradoras de pies, y 11 discípulos  en una  falda montañosa. Marcos acude con 3 mujeres (María Magdalena,  María la madre de Ieshu, y Salomé), 2 paseantes, y los 11, que habiendo ya comido (Marcos 16). Y finalmente Juan cita también a María Magdalena y los discípulos, con especial mención de Tomás el Incrédulo (Juan 20).

El punto esencial, el corazón mismo del malvado edificio del cristianismo, – el salvador resucitado- descansa escasamente en 500 palabras escritas en un antiguo, inconexo y completamente desacreditado libro.

Y como alguien dijo: «Si la resurrección de Jesús no puede ser creída excepto mediante la aceptación de las fantásticas descripciones  incluidas en los evangelios, entonces el cristianismo está condenado. Porque esa visión de la resurrección no es creíble, y si esa es todo lo que hay, entonces el cristianismo, que depende de la autenticidad de la resurrección, tampoco es creíble.»

En conclusión: «Robin, ya no digas que Batman es real, no te creemos. No importa que tengas una revista que muestra lo contrario.»

El fuego del Noajísmo

Para muchos el noajísmo es un fuego que abriga e ilumina, para otros un fuego capaz de consumir y destruir. Cuando nos acercamos a un fuego debemos ser cuidados para asegurar que seremos capaces de soportar el calor y la luz.

¿Significa esto que si se corre el riesgo de quemarse con el fuego del noajísmo, es preferible abstenerse de acercarse? Claro que no. Solo que al acercarse se debe ser cuidadoso.

La clave es el balance. Saber cómo avanzar a ritmo propio, en una forma que no nos abrume y consuma. Un paso a la vez.

Al bombero no se le prohíbe acercarse al fuego, se le pide seguir una serie de reglas y procesos al momento de hacerlo para salir intacto.

Almas hambrientas de verdadera espiritualidad y conocimiento deben tener especial cuidado cuando buscan un encuentro con el noajísmo.

Ser noájida es ser parte de una comunidad con la cual salir a la luz; sin embargo, una comunidad tiene poder una vez que el individuo ha encontrado un lugar, su lugar, una voz, su voz. Sólo así se puede integrar y ayudar a fortalecer la comunidad.

Curiosamente, los maestros y líderes de las comunidades noájidas tienen tanto poder que han logrado librar a sus miembros de la necesidad de depender de la constante guía y apoyo de sus consejos y orientaciones. Cientos llegan y cientos se van, no por inconformidad, todo lo contrario, por conformidad ante el alimento que han recibido. Algunos agradecen, otros ni vuelven.

Y es que tal vez no hemos notado que noajísmo no se trata de “sentarse a los pies de un maestro”, o estar ligado de manera absorbente a una comunidad física o virtual, sino se trata de adquirir conciencia del verdadero Dios y Su relación personal con cada uno de nosotros.

El máximo rol de un moré, un mentor, un líder es inspirar, motivar y fortalecer a cada uno de nosotros a adquirir dicha conciencia. El máximo rol de una comunidad es mantener esa conciencia viva.

Noajismo no es un fin en si mismo. No se es noájida para tener qué contestar a la pregunta de “¿a cuál religión perteneces?”, o para tener una serie de rituales y tradiciones cuando el momento lo demanda. Noajísmo es acerca de permitir-se liberar el alma, y darse cuenta del gran potencial que reside en cada uno de nosotros y usarlo para dejar el mundo mejor a como lo encontramos cuando llegamos.

La jornada noájida no es acerca de autoindulgencia, pasar el resto de la vida lamentándose del tiempo perdido en caminos errados, ni es acerca de ganar puntos con el moré o el líder y luego pedir la conversión al judaísmo. Es una jornada acerca de descubrir nuestra misión en la vida. Es una jornada acerca de liberar nuestra alma, transformar nuestra esquina del universo en un lugar integro en todo el sentido de la palabra.

Así que aunque necesitamos del apoyo de nuestras comunidades, la jornada sigue siendo individual.

Una profunda pero simple lección para cada uno de nosotros: descubrir nuestro lugar individual, hacerlo nuestro, integrarlo. No permitir que sea ajeno a nosotros. Una vez que lo hacemos parte nuestra, entonces seremos menos vulnerables a los depredadores de la sociedad y a sus presiones.

Personalmente les invito a verme como un amigo y colega, les ofrezco cualquier ayuda que esté a mi alcance para seguir en la jornada. De manera optimista, nosotros podemos ayudarnos y ayudar a muchos más en lo que nos queda de jornada.

Mientras culminamos la jornada, les deseo muchos éxitos.

¿Opiniones o Vacas Sagradas?

Hace tiempo publiqué un artículo similar. Pensé que retomarlo podría ser bueno.

Planteamiento:

Que alguien demuestre que a la verdad se llega por medio de obviar, ignorar, dejar pasar lo que otro dijo.

Recordemos que las opiniones, comentarios, artículos, ideas y demás, no son vacas sagradas que deban ser respetadas y reverenciadas sin atreverse a tocarlas. En lo personal me gusta que me critiquen mis opiniones, ideas y demás porque así crezco y así me ayudan a encontrar alguna verdad que desconozco. Si nuestros puntos de vista no son sometidos a cuestionamientos, entonces TODA actividad intelectual en pro de la verdad se detendrá y dejaremos de ser críticos buscadores de la verdad. Nos movemos en una sociedad donde se acepta lo que fulano dijo por lo que fulano «es» (doctor, profesor, abogado, ingeniero, etc), sin tomar en cuenta el sentido (si lo hay) de lo que se dijo. Quien piense que sus opiniones no deban ser cuestionadas estará dejando de crecer.

Lo importante no es lo que alguien piensa u opina, lo importante es el respeto a la persona que lo dijo. Siempre y cuando no me falten el respeto, pueden hacer lo que quieran con mis pensamientos, ideas y opiniones, si eso va a traer más luz a mi vida. Entiendo claramente que no soy perfecto y que mis palabras no son verdades absolutas y que mientras sea así, tendré que aceptar que otros no toleren lo que digo.

Las opiniones no son vacas sagradas. Lo sagrado es el respeto a la persona que opina, mas no hay opiniones sagradas e intocables. Quien quiera establecer su punto de vista pisoteando a otra persona, entonces ese punto de vista carece de toda validez.

No se trata de decir “estoy en desacuerdo”, se trata de decir “estoy en desacuerdo por esto, por esto y por esto”. No se trata de decir “excelente artículo”, se trata de dar razones de por qué es excelente.

Si me molesto porque una opinión, articulo, comentario ha sido cuestionado, entonces no he aprendido para qué se escribe.

Lo que se dijo y la persona que lo dijo son dos asuntos muy diferentes. Tenemos todo el derecho a ser respetados, pero también tenemos el deber de aprender a ser cuestionados.

¡Arriba la comprensión, la critica constructiva! Y más arriba el respeto a la persona!

¿Es el noajísmo un culto?

Probablemente la mejor forma de discutir esto, sea describir los elementos esenciales para que un grupo sea calificado como culto, y revisar si en el noajismo están presentes.

Primero, pero no principal:

Un culto es usualmente un grupo religioso.

A la luz de la gran mayoría de definiciones aceptadas, el Noajísmo es un grupo religioso cuyas enseñanzas ayudan a la humanidad a tener una relación aceptable con Dios. El noajismo tiene este elemento en común con muchas de las religiones del mundo, incluyendo las tres principales: Cristianismo, Islam y Judaísmo. (Aunque personalmente no veo al Judaísmo como una religión, lo incluyo, basado en que el planteamiento se realiza desde el punto de vista de la gran mayoría).

Pero no todos los cultos son religiosos (culto al cuerpo, culto al dinero)  y no todos los grupos religiosos son cultos (encuentro de niños con el espíritu, apostolado de la oración). Así que matizar como grupo religioso al noajísmo, no lo hace ser un culto.

Segundo, los elementos esenciales:

Un culto jura lealtad a un líder carismático.

Aquí se pierde el parecido. En su gran mayoría, los noájidas son individuos, que como Abraham, encontraron a Dios a través del poder de la razón. Muy pocos fueron criados por sus padres para ser noajidas. Un número significativo fueron cristianos que, a través del estudio del Nuevo Testamento, llegaron a entender que las enseñanzas de la cristiandad son totalmente inconsistentes por medio de “textos-pruebas” en las Escrituras Judías.

En el noajismo a nadie se le da poder absoluto. Ser un líder en el noajismo no se hereda, no se da por medio de dudosos nombramientos, ni mucho menos por medio de la manipulación de seguidores.

El movimiento noajico es manejado por gentiles que inquieren acerca de los asuntos de Dios, y demandan respuestas de maestros de Torá verdaderos, quienes tienen la integridad intelectual para satisfacer cada necesidad que se presenta en la comunidad noajica.

Además, actualmente los noajidas están esparcidos por todo el mundo, por lo cual no existe un único líder. Hay líderes cuyas decisiones son ampliamente aceptadas en la comunidad noajida. Notese el énfasis en aceptadas puesto que no hay decisiones impuestas en sobre una comunidad o un individuo.

El líder de un culto controla y manipula  a sus seguidores a través de prácticas opresivas.

Existe gran cantidad de formas en que el lider de un culto “disciplina” a sus seguidores para mantenerlos bajo control, incluyendo la fuerza física. Pero los métodos más comunes son tratos de excomulgación, perdidad de la vida eterna, o tormento eterno en el fuego del infierno. Por ejemplo, desobedecer al Papa, implica excomulgación. No confesar a Ieshu como el salvador, será castigo de quemarse en el fuego infernal eternamente.

Estos tratos dentro del noajísmo no tienen lugar. Ningún líder noájida tiene el poder de ejercer disciplina entre sus seguidores a través de la fuerza física. Y nosotros sabemos que solamente la rebelión contra las Siete Leyes dadas a Noaj puede separarnos de Dios. Asi que es imposible que la comunidad noájida sea manipulada a través de practicas opresivas de parte de un líder.

Un culto promueve enseñanzas y practicas que son consideradas nuevas y que no se ajustan a la cultura circundante.

Las enseñanzas de los noájidas son tan antiguas como el tiempo. Ellas fueron dadas primero a Adam y Java (Adán y Eva), después a Noaj para ser enseñadas a sus hijos. Fueron repetidas a Moshé (Moisés) y a los Israelitas en Sinai. Son leyes universales sobre las cuales están fundadas la gran mayoría de las leyes civiles. Incluso el Congreso de Los Estados Unidos ha reconocido las leyes noájidas como la esencia de la civilización. Eso hace que el mensaje noájida no sea ni “nuevo” ni “no ajustado” a las culturas circundantes donde viven los noajidas.

Incluso el noajísmo no enseña practicas que son “nuevas” o “no ajustadas”. De hecho, no hay prácticas definidas en la comunidad noájida. Algunos noájidas observan el Séptimo Día como un día de descanso, algunos no. Algunos comen cerdo, otros no.

No existen ceremonias estandarizadas de ningun tipo. Sin embargo, maestros calificados han desarrollado guías para orientar aquellos momentos de la vida que precisan de orientación, tales como una boda, funeral, etc. También han dejado claro que no están inventando ninguna practica religiosa, mucho menos una nueva religión.

Un culto se aísla y aísla a sus miembros de lo que sucede fuera del culto.

Los cultos se protegen a si mismos a través del aislamiento. Su liderazgo, enseñanzas y prácticas no pueden ser cuestionadas si el mundo de afuera no causa que los miembros del culto se cuestionen. Así que se aíslan de la familia, amigos, colegas, y en muchos casos, todo lo que tenga que ver con la política.

La comunidad noájida intercambia, de manera libre, ideas y recursos, pero no limita estos intercambios a la misma comunidad. No nos escondemos del mundo o nos aislamos en ningún sentido. Somos vecinos, miembros de familias, colegas, representantes elegidos, voluntarios comunitarios, doctores, maestros… creemos en estar activamente implicados en el mejoramiento de las comunidades donde vivimos.

No intentamos convertir a otros a nuestra fe, pero sí discutimos abiertamente cuando otros están interesados. No tenemos necesidad de aislarnos o esconder nuestras enseñanzas para mantenernos participando activamente en el Pacto que Dios hizo con Noaj y nosotros, sus descendientes.

Conclusión:

El noajísmo no es un culto porque:

1.       Los noájidas no seguimos a un único y universalmente aceptado líder carismático (muerto, vivo, resucitado, ascendido).

2.       Los líderes noájidas no manipulan a los noájidas.

3.       Las enseñanzas y prácticas noájidas no son “nuevas” y “no ajustadas” a la cultura circundante.

4.       Más que aislarnos, los noájidas participamos activamente en las comunidades donde vivimos.

“Sé Valiente como el Docente”

Recibí esta reflexión de una amiga que está estudiando docencia. Le pedí permiso para publicarla, ya que de músicos, poetas y docentes, todos tenemos un poco. La única condición fue que su nombre permaneciera en el anonimato. La conozco desde hace años, es una persona fiel a Dios, y de vez en cuando visita fulvida.com.

“Sé Valiente como el Docente”

 

Muchas veces, al emprender actividades diarias en nuestras vidas, nos decimos a si mismos: “quiero ser valiente, puedo ser valiente o soy valiente”; pero realmente, ¿qué es lo que entendemos por valiente? o ¿Cómo llegamos a serlo?

En nuestro camino a ser maestros o instructores del saber debemos desarrollar cualidades que fomenten la paciencia, la confianza, la estabilidad emocional y otras muchas; pero es casi seguro que al iniciarnos en esta profesión nunca imaginamos que también tenemos que desarrollar la valentía. Ser valiente es una decisión, no siempre hay que estar esperando por aquella pieza de información que dramáticamente cambiara nuestras vidas; una de las cosas que nos impide la valentía es el miedo a la realidad ¿Por qué? Porque la realidad es algo diferente a lo que estamos acostumbrados, esto significa cambiar nuestro rumbo de vida. Valentía sin esfuerzo es igual al vacío. Valiente es ser fuerte y también ser esforzado y el esfuerzo es un proceso que cada uno de nosotros debemos pasar, tenemos lecciones de vida que aprender. Sin embargo, ¿Por qué comparamos la valentía con el docente? Cuando el docente reduce la ignorancia en el mundo, inclusive si fuese poquito lo que enseñara, él le da un increíble regalo a la humanidad ¿Cómo nos motivamos a enseñar? Lo que hagamos nos tiene que importar y cuando algo nos importa hacemos el esfuerzo y ese esfuerzo nos hace valientes como docentes.

 

“Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía” John Ruskin


Sobre la razón y la revelación

Para variar:

Un hombre se cae a un pozo muy profundo y baja cien metros a plomo antes de poder agarrarse a una rama que sobresale y detener su caída. Va perdiendo fuerzas, cada vez le resulta más difícil sujetarse y, en su desesperación grita:

-¿Hay alguien ahí?

Mira hacia arriba y sólo logra ver un círculo de cielo. De pronto, se abren las nubes y surge un haz de luz que le ilumina. Se oye el rugido de una voz profunda que dice:

-Eh, tú, soy Jesús, el Señor, suéltate de la rama, que te salvo.

El hombre pondera por un momento sus palabras y grita:

-¿Hay alguien más?