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Resp. 973 – como educo a mi hija

William nos consulta:

Buenas. Gracias por esta pagina pues es el unico contacto por el momento que tengo con un noajida
Tengo una hermosa hija que esta cursando primer grado el problema es que en la clase de religion le dejan tareas acerca del bautismo,sobre jesus y sobre sacramentos paganos
Sin embargo trato de incunlcarles los valores noajidas pero no puedo omitir esta materia pues es necesaria para que siga avanzando en su en su formacion academica
¿Que puedo hacer en este caso?

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Engañoso EGO

Nuevamente te brindo un sano mensaje noájico a partir de la enseñanza que brinda la lectura semanal pública que se hace en el seno del pueblo judío. En esta oportunidad la sección se denomina “Koraj”.

Compartamos juntos.

Seleccionamos de la parashá

1. El EGO está detrás de todas las rebeldías.

2. No es bueno asociarse para hacer el mal.

3. Apartarse del mal y hacer el bien.

4. Preservar el honor de las cosas santas.

5. Un pueblo sano es un pueblo generoso.

6. Respetar los roles y funciones de cada uno.

7. Toda acción tiene consecuencia.

8. Reconocer –agradecer- es un gran paso en el camino del bien y la justicia.

Dice la parashá:

«Ellos se juntaron contra Moshé [Moisés] y contra Aarón, y les dijeron: -¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el Eterno está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, os enaltecéis vosotros sobre la asamblea del Eterno?» (Bemidbar / Números 16:3)

Pero la Torá testifica acerca de la humildad de Moshé, el más humilde de los seres que pisó la tierra:

«Y el hombre Moshé [Moisés] era muy humilde, más que cualquiera de los hombres sobre la faz de la tierra.» (Bemidbar / Números 12:3)

Entonces, ¡qué absurdo es el reclamo de Koraj y su banda cuando acusan a Moshé de ser vanidoso y ambicioso perseguidor de fama y renombre!

¡Cuánta distorsión en las percepciones provoca el enojo y el desánimo!

Y es precisamente acerca de esto que nos quiere instruir la Torá: cuando nos enrolamos en una disputa cuya finalidad es el ego, necesariamente nos sentiremos enojados y carentes de un «algo» que creemos esencial, y en ese estado perturbado, nuestros sentidos se embotan, especialmente el menos usado de los sentidos: el sentido común.

Y así, con el ego gobernando a tontas y locas nuestras vidas, andamos a ciegas y con el fracaso como única recompensa.

 

Relato: El pobre rico

Aquel hombre había encontrado la guarida secreta de algunos antiguos ladrones, o quizás habían sido piratas… ¿o era de algún rico desconfiado?
¡Qué importa!
Lo sustancial es que el antro estaba repleto de monedas de oro, variadas joyas, objetos codiciables y otras cosas que no sabía nombrar pero que parecían sumamente valiosas.

No podía creer en su suerte. Jamás había visto tantos reflejos dorados. Ni en sus más atrevidos sueños se había atrevido a fantasear con semejante riqueza.

Para mejor, todo tenía aspecto de viejo, como detenido en el tiempo siglos atrás. ¡Nadie reclamaría este tesoro!

Se abrazó a un cofre, acarició algunas relucientes monedas y luego las lanzó al aire para sentir el golpeteo de la lluvia millonaria.

No cabía en sí de tanto gozo.
– “¡Soy rico!” -gritó feliz, mientras daba saltos y se acariciaba con su recién descubierta fortuna que podría hacerlo dichoso por el resto de su existencia…

– “Pero, un momento” -pensó- “¡algo anda mal! De seguro mis envidiosos vecinos me acusarán ante las autoridades sospechándome un ladrón. ¡No quiero problemas!
O… seguramente verdaderos ladrones se enterarán de mi riqueza y me buscarán para lastimarme y robarme… ¿Qué hago ahora?”.

Por lo que decidió ir a refugiarse a una cueva perdida, en medio de una espesa jungla, pues, sabía que nadie lo encontraría allí, ya que ninguna persona acostumbraba pasar por esos lugares…

Y así vivió prisionero de su tesoro unos años, rodeado de soledad y temor, abrazado a sus inútiles y muy refulgentes objetos de los que se creía su dueño…

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cuál fue el error más grande del personaje del cuento?

2. ¿Qué le hubieras recomendado hacer al personaje del cuento?

3. ¿Quién era dueño de quién?

4. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de la parashá?

5. ¿Te parece que esta enseñanza tiene alguna relevancia para la vida cotidiana?

6. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?

La lección de Koraj

Hay un personaje en la Torá llamado Koraj, Coré en español.
Era un personaje judío, pero cuestiones de su vida sirven como moraleja para los noájidas.
Un modelo para conocer y NO seguir.

Nos cuenta la Tradición que Koraj era un hombre que poseía innumerables fortunas; mucho poder; gran astucia; renombre; familia; amistades; en resumen, Koraj podía considerarse el hombre más satisfecho y feliz sobre la tierra.
Pero, no lo era.
Estaba insatisfecho, y por eso, era infeliz.
Le faltaba una cosa, una pequeña cosa: humildad.
La humildad es reconocer con justicia el valor de cada persona, de cada cosa, de cada cualidad.
Humildad es esforzarse por convertir en realidad lo potencialmente positivo.
Humildad es tener confianza en que lo mejor es aliado de lo bueno.
Humildad es tener conciencia de que el fracaso justo no es humillación, ni el éxito es motivo para enorgullecerse y despreciar a otros.
Le faltaba humildad a Koraj.
Y cuando la humildad no está, entonces se vive insatisfecho.
La fortuna económica parece miseria.
La salud se vive como enfermedad.
Las amistades en lugar de apoyar, incitan a equivocarse.
La felicidad no se aprovecha.
Así que, pobre Koraj, teniendo todo y con la sensación de carecer de todo…

Y Koraj expresó su falta de humildad rebelándose contra Moshé y Aarón.
Él y sus malandrines acompañantes pretendían convertirse en los líderes de Israel, es decir, no aceptaban el liderazgo que el Eterno había dispuesto para Su pueblo.
Entre gritos y piquetes de los revoltosos, Dios pone en evidencia Su deseo, demostrando públicamente que el mando político debía permanecer en manos de Moshé, y el sacerdocio para oficio de Aarón y sus descendientes.
Fue Dios el que se encargó de poner las cosas en su sitio.

¿Qué pasó con Koraj, el que tenía de todo, pero le faltaba humildad?
¿Cómo terminó su vida el exitoso Koraj que siempre quería estar un poco más arriba?
Koraj y los rufianes que lo aconsejaban y seguían, en lugar de ascender y transformarse en la cabeza del Pueblo, fueron tragados por la tierra.
Tal cual lo dicho, hubo un temblor de tierra, entonces una gran zanja se abrió bajo Koraj y los suyos, y todos los descarriados por el hambre de poder y orgullo desaparecieron para no volver.

Este hecho ocurrido en la realidad, tiene su lectura educativa: si queremos elevarnos y superarnos, es imprescindible ser humildes y correctos, porque de lo contrario, en lugar de subir- bajamos.

ES FÁCIL

En un mundo tan influenciado por  la idolatría y por  costumbres y tradiciones relacionadas con ésta, nos puede parecer difícil comportarnos de manera acorde con el Noajismo.

Veremos que hay bautizos, comuniones, etc. que llenan casi todos los aspectos sociales de nuestro entorno y quizás muchos de nosotros nos preguntemos como lidiar con eso y qué espacio nos queda, como llenar esos vacíos.

Lo percibiremos acaso como una tarea difícil y quizás lo parezca, pero a poco que lo pienses dos veces encontrarás que es realmente fácil.

Es fácil ya que  te moverá un poderoso impulso, ¿por qué hay algún impulso que fluya con más inercia en el ser humano que la tendencia a la libertad?

Solo tienes que querer sentirte libre de las cadenas, libre de esos ritos que llaman fe, libre de esas imágenes inertes que te alejan de la verdadera vida, libre de esas costumbres que vistas en la distancia que nos otorga nuestro libre albedrío, nos parecerán  ridículas.

Cuando entendamos y comprendamos que al igual que el entorno nos influye, nosotros también lo hacemos en él, advertiremos que desde nuestra perspectiva la verdad adquiere un nuevo significado lleno de luz.

Frente a sus ceremonias y cultos, nosotros sabemos que nuestros semejantes, como nosotros, somos seres resplandecientes en esencia.

Más o menos confundidos y quizás obscurecidos por nuestras obras, por nuestras acciones, pero en esencia luminosos.

Conociendo esto tendremos claro que lo natural es que nuestras acciones persigan alcanzar la máxima luminosidad posible y prender con ella la llama que brilla en cada ser humano.

Sabremos  que lo sagrado es cumplir con las Leyes que el Eterno nos ordenó, sabremos que lo sagrado es fortalecer los vínculos con los demás; celebrar los cumpleaños de tus seres queridos, reunirte con tu familia  y amigos para una comida, para un café.

En realidad no hay vacíos.

Una ocasión especial puede ser ir al teatro, dar un paseo por un bonito parque o simplemente reír con tu gente.

Una ocasión especial es ayudar a quien lo necesita.

Una ocasión especial es estar cuando en realidad tienes que estar.

Lo sagrado es sentir la vida fluir cada segundo, cada instante y dar gracias al Creador por permitirnos disfrutar de ello.

Así que defendamos con respeto nuestros puntos de vista sin entrar en polémicas sobre  religiones que no llevan a nada. Que los demás sepan lo que pensamos y que lo respeten.

Podemos compartir nuestros escritos, hablar con sinceridad, relacionarnos. En resumen vivir cada día de manera que nuestra luz interior  deje ver a los demás las sombras que en múltiples formas los rodean y encadenan impidiéndoles desarrollar toda  su plenitud.  Que vean el albor del Noajismo  y aunque no sepan que se llama Noajismo que aprendan en nuestras obras como servir al Eterno.

Y si por el camino nos caemos…, pues nos levantamos y a seguir.

Como veis, en realidad es fácil.

 

“Donde hay voluntad hay camino”

– proverbio inglés-

Enfocarse en el bien en lugar de lamentarse

Tristemente, pero con su habitual sinceridad lacónica la Torá nos relata que:

    "Aconteció que el pueblo estaba como quejándose amargamente a oídos del Eterno.
Lo oyó el Eterno, y se encendió Su furor; y un fuego del Eterno ardió contra ellos y consumió un extremo del campamento."
    (Bemidbar / Números 11:1)

Un clásico comentario a este versículo, nos dice que aquellas personas quejosas, más precisamente los perversos y corruptores, no tenían verdaderos motivos para quejarse, sino que estaban buscando excusas para separarse del Eterno.
Nada nuevo, nada fuera de lo “normal”.
Hartos de todo anhelamos lo que no precisamos ni es bueno para nosotros.
Poseemos una identidad sagrada, pero nos disfrazamos de otra cosa.
Somos ricos de diversas formas, pero queremos aquello que es propiedad de otro.
Recibimos bendición constante de lo Alto, pero nada nos deleita ni llena, pues nos sentimos vacíos, huecos, sin sentido.
Es como si algo en nuestra percepción de la realidad estuviera fallado, como si no tuviéramos la capacidad para reconocer, agradecer y disfrutar, porque somos –en apariencia- incapaces de percibir la realidad tal como es.

La queja brota como un manantial desde lo profundo.
Aparece e inunda con su caudal amargo.
Allí en donde nuestra existencia es vacía de sentido la llenamos de reproches, dudas, reclamos, demandas, miserias.

Percibimos el mundo de forma distorsionada, por lo que nada nos basta.
No somos educados para valorar ni para valer ni hacernos valer, entonces nada importa pero todo se pretende.

Por supuesto, detrás de esto se encuentra el perenne EGO que nos domina desde las cavernas de nuestro ser.
Si nuestra vida estuviera plena, si viviéramos con sentido trascendente, si gozáramos de lo que nos toca por porción, ¿cómo haría el EGO para aprisionarnos?
Por lo cual recurre al engaño constante, a falsear los hechos, a fantasear con sueños vacíos para que nos aferremos a él como a un salvador, como a un dios proveedor.

Cuanto más amargados andemos, cuanto menos satisfechos, cuanto más pendientes de lo que creemos nos falta, entonces somos mejor manipulados por nuestro tosco EGO.
En vez de vivir plenos, vamos muriendo en vida agazapados, quejosos, amargados, sonriendo pero en el fondo muy tristes.
Nada nos basta, aunque todo tengamos.

Es probable que realmente algo te esté faltando, ¿a quién no?
el problema no es que sepas lo que te falta, ni que algo te falte, sino que hagas de la falta el centro de tu vida.
Que nada sea valorado sino solamente aquello que no se tiene y se desea con pasión.

Como sabemos,
el Eterno nos devuelve aquello que nosotros damos.
Si abrimos nuestra mano con generosidad, Él es generoso con nosotros.
Si cerramos el puño y amenazamos, Él permite que seamos amenazados.
Si nos quejamos amargamente, como excusa para promover altercados, entonces seremos consumidos por los fuegos de la discordia y el resentimiento.
Y tal fue lo que ocurrió en aquella oportunidad: la crítica ácida y corrosiva culminó con una tragedia hiriente.
Según algunos comentaristas, algunos de los promotores de la queja incierta murieron trágicamente; según otros comentaristas, algunos de los grandes dirigentes populares fueron los que cayeron víctimas de la tragedia.
Como sea, el mal se cernió sobre el Pueblo a causa de la ingratitud y el alejamiento con respecto al Eterno.

Debemos recordar que existen dos tipos de críticas:

  •     La que es conocida como "critica destructiva", que se puede denominar "criticonería", o "quejismo".
        Su finalidad es apartar a la persona de la realización, del crecimiento.
        Es una herramienta empleada para mantenerse en un estado deplorable y, para peor, ausente de responsabilidad y compromiso personal.
        Sin dudas que esta crítica es enfermiza y enfermante, y por tanto su meta, tal como ella misma, es solamente la destrucción por la destrucción misma.  
  • La crítica que se conoce como "constructiva", que tiene por finalidad des-cubrir aquellos aspectos negativos que pueden y deben ser superados.
        Esta crítica por supuesto que tiende a destruir, pero no es la destrucción su meta, sino solamente el medio por el cual se llega a la construcción de algo mejor y más desarrollado.

Nosotros también, sin estar al nivel de perversos o corruptores, podemos (y solemos) desplegar la queja destructiva, para separarnos del Eterno, del prójimo y de nuestro ser.
Pasemos a explicar brevemente.

El Eterno: cuando achacamos a Él aquellos males que ciertamente podrían haber sido evitados o minimizados con la correcta intervención humana, estamos usando pretextos para apartarnos de Sus mandamientos, es decir, de Él.
En el momento que nuestra atención se centra en aquello que nos falta, nos enceguecemos para aquello que tenemos; siendo así, no importa cuánto tenemos, siempre encontraremos un "pero" para exteriorizar una queja, un dolido reclamo por lo que falta.
Ciertamente que esta manera de vivir es de mísera, a pesar de la riqueza con la que se pueda contar; y sin dudas que es una contravención al mandato de ser sinceramente agradecidos.
Apreciar, reconocer, valorar y agradecer aquello que tenemos es indispensable para alcanzar la dicha y vivir espiritualmente.

El prójimo: cuando prestamos atención a lo que los otros hacen equivocadamente, sea esto cierto o solamente idea nuestra; o cuando pretendemos más del prójimo, porque sentimos que no ha dado lo suficiente; estamos bregando por desligarnos de la gratitud que les debemos por aquello que nos han dado.
Esta actitud indigna causa miseria a uno mismo y al prójimo.
Para empeorar el panorama, nuestros Sabios nos enseñan que la persona que no valora lo que otros hacen por él, eventualmente también niega las bondades recibidas de Arriba.
La ingratitud nos cierra al prójimo, consume el canal de bondad dirigido a nosotros, y se convierte en un negro pozo de creciente dolor y soledad.

Nosotros mismos: cuando nos creemos víctimas, sin responsabilidad personal, sea porque echamos culpas al Eterno, porque reclamamos del prójimo algo que sentimos nos ha fallado, o porque nos consideramos portadores de una tara insoluble; ciertamente que estamos ampliando la brecha que nos ciega de conocernos a nosotros mismos, y de valorarnos en nuestra justa proporción.
Esta actitud nos lleva a vivir sumidos en un sentimiento de inutilidad, de angustia, en continua dependencia de la valoración ajena, del reaseguramiento de que tenemos un lugar en el mundo y que tenemos derecho a vivir.
En lugar de aproximarnos a liberar nuestras vidas de cadenas mentales, emocionales, materiales y espirituales, cuando nos sentimos víctimas solamente incrementamos el caudal de malestar y desesperanza.

¿Y por qué nos llegamos a sentir víctimas desamparadas?
¿Por qué achacamos en el otro, o en el Eterno, culpas y/o responsabilidades que no les conciernen realmente?
¿Por qué quejarnos sin hacer lo necesario para hallar en nosotros la respuesta, y mucho menos la pregunta que nos abrirá el camino a la libertad?

Esta ineptitud, en un gran porcentaje de las personas, está motivado en una escasa autoestima, es decir, en una auto-valoración inadecuada que minimiza los propios potenciales y virtudes, en tanto magnifica las deficiencias padecidas.
Este error en la percepción, esta distorsión de la interpretación, es obra del EGO. En parte por la cantidad de cáscaras y máscaras que van recubriendo al Yo Auténtico y que nos impide conocernos en profundidad. En parte por los instrumentos que emplea el EGO para sostenerse en su sitial de poder.
La persona se desconoce, se rechaza, se inventa roles, se fantasea identidades, da vueltas sin cesar como un hámster en su encierro, se mantiene en estado de indefensión para que el EGO siga siendo el amo y el dios, el salvador milagroso.
Es esta misma percepción distorsionada del ser la que conlleva otras actitudes negativas en la vida (sean propias, o como reacciones del prójimo), que también son descritas en el capítulo 11 de Bemidbar/Números, tales como:

  •     deseo materialista excedido de límites (v. 4);
  •     falsos testimonios y/o ideas delirantes (v. 5);
  •     ingratitud (v. 6);
  •     desesperanza (v. 10);
  •     enojo o rechazo (v. 11);
  •     hartazgo/desgana (v. 14);
  •     deseos de muerte o separación terminante (v. 15);
  •     pérdida del ánimo (v. 17);
  •     bajo rendimiento intelectual (v. 17);
  •     falta de confianza en el Eterno (v. 22);
  •     habladurías (v. 27);
  •     celos (v. 28);
  •     envidia (v. 28);
  •     muerte (v. 33).

En su contraparte está la vida, la libertad, el gozo, la paz… todos ellos dependen de auto-valorarse correctamente,
sin inflarse, como hacen los orgullosos que en el fondo se sienten como poquita cosa,
y sin echarse abajo todo el tiempo, como  hacen los que se sienten poca cosa.

Creo que es evidente, y por eso mismo, lo diré con claridad:
la autoestima saludable, el auto-valorarse correctamente, es solamente posible cuando la persona vive con sinceridad cada instante de su existencia. Cuando la verdad empieza a empañarse con la falsedad, va cayendo un manto de oscuridad sobre la autoestima, sobre la dicha, sobre la realización.
Y así, es posible encontrar gente muy adinerada, llenas de casi todo lo material que uno pudiera imaginar, pero que viven comiendo el pan de la mentira, y por eso, a pesar de los esplendores materiales su corazón plañe dolido por la carencia de TODO.

Como dicen los Sabios:

"¿Quién es rico? Aquel que está feliz con lo que posee."
(Pirkei Avot 4:1)

¿De quién depende para estar feliz?

¿Depende de algún rabino milagroso, vivo o muerto, al cual se le pide que rece por nosotros?
¿Depende de que sepamos de memoria tales o cuales frases o plegarias?
¿Depende de si usamos tal o cual medallita o cintita que nos parece súper poderosa?
¿Depende de la fe en tal o cual santo o dios?
¿Depende de lo que otro hará por ti?

Recuerdo a una persona que quería sentirse mejor, ser más feliz, vivir con corrección, pero no podía pues de continuo unos pensamientos "como intrusos" le amargaban y perturbaban.
Le pregunté: "¿Qué es lo qué quieres?".
Y me contestó: "¡No quiero caer!".
Entonces le respondí: "¿No te parece que sería más saludable si te enfocarás en subir?".

Cuando nos centramos en no tropezar espiritualmente, estamos cayendo y no haciendo nada realmente por ascender en nuestra espiritualidad.
No es el miedo lo que eleva, sino el amor virtuoso…

No es el aislarse, rodearse de murallas, girar en torno a sí mismo lo que procura bienestar real.
Atendamos a las palabras del insigne sabio:

     "Para el judío es un precepto de la Torá estar alegre… La clase de alegría que es obligatoria es aquella que compartes tus bienes con los menos afortunados, como los huérfanos, viudas, los pobres, los desdichados y las personas sin hogar. Pero, el que cierra sus puertas a los otros y utiliza lo que tiene para él mismo y su familia, entonces su alegría no es alegría de un precepto, sino que es alegría del estómago. Ésta es una señal de vergüenza…"
    (basado en Maimónides, Mishné Torá, Leyes de Iom Tov 6:17, 18)     

¿Estás viviendo de tal modo que puedas considerarte “alegre”, de acuerdo a  estas definiciones? 
¿Qué puedes cambiar de tu vida para alcanzar mayor alegría verdadera?

Bendición a todo nivel para ti

Como te tengo acostumbrado, te traigo ahora un rico pan espiritual apto para el noájida, que se prepara con el conocimiento milenario de la sagrada tradición de Israel.
Estamos en la semana en la cual el pueblo judío lee públicamente el texto de la porción llamada “Nasó”, así mismo la semana entrante la nación judía celebra la festividad de Shavuot ((Los noájidas tienen también un motivo para festejar esta celebración, averigua más en este hogar FULVIDA.)), he aquí una enseñanza sobre ambas que quiero compartir contigo.

Dice Dios en la porción de esta semana que la bendición de los sacerdotes al pueblo judío debe comenzar con la siguiente fórmula:

"el Eterno te bendiga y te guarde"
(Bemidbar / Números 6:24)

Se podría pensar que cuando se indica que el Eterno "bendiga", ya no haría falta agregar otra petición, pues, ¿no abarca la "bendición" una clave para el éxito en todos los planos?
Es una pregunta pertinente, puesto que el que es bendito, es bendito en todo.
Tal como aprendemos del patriarca judío Iaacov, cuando dijera a su hermano Esav:

"pues Dios me ha favorecido, porque tengo todo."
(Bereshit / Génesis 33:11)

Entonces, nuestra enseñanza principal estará en comprender el motivo por el cual se solicita del Eterno que no solamente “bendiga”, sino también que “proteja”.

Según explican los sabios de la tradición judía, la "bendición" aquí referida es la que atañe a los bienes materiales, en el nivel de lo palpable, tangible, concreto: salud, dinero, poder, objetos, etc.
Ocurre que muchos tienen un gran suceso en el plano material, pero a causa de esto fracasan estrepitosamente en otras áreas de la existencia, en lo emocional, social, intelectual y/o espiritual.
Por lo cual es imprescindible aprender a trasformar la bendición material en un utensilio para el crecimiento multidimensional, es decir, que a través de la riqueza, el poder, la potencia física, se crezca y se beneficie la persona de manera integral.

La “bendición” se convierte en “protección” cuando la persona toma conciencia de qué implica realmente ser bendita: es haber obtenido un favor inmenso de parte de Dios y por tanto no se enorgullece tontamente, ni se encierra en su egotismo, ni se afana por adquirir más posesiones; sino que aprende a ser humilde, a actuar con altruismo, a estar satisfecho con lo que tiene y disfrutar sanamente de la vida.
Una cosa es ser bendito y otro ser consciente de la bendición y vivir de tal modo que ésta se establezca como base para un mundo de Shalom –paz y plenitud-.

Es muy poco frecuente que esta porción se leída por la nación judía el sábado previo a Shavuot, por lo general se lee la porción anterior.
Sin embargo, hay una clara referencia al sentido espiritual de esta festividad también en la sección que nos incumbe.
Están aquellos judíos que festejan Pesaj, con su mensaje de libertad física, con su quiebre de cadenas, con su salida de la prisión rumbo a una mejor existencia.
Es muy bueno para el judío tener presente Pesaj y celebrarlo, así como reconocer la centralidad del ser libre.
Pero, ¿de qué sirve Pesaj con su libertad si no se completa y complementa con Shavuot?
Shavuot es el tiempo en el cual Dios entregó la Torá al pueblo judío. Por tanto es ocasión de compromiso, responsabilidad, maduración, trascendencia, darse cuenta de que la libertad física sin un sentido para vivir, es seguir esclavo, quizás ya no más de cadenas y cárceles, pero sí de las celditas mentales/emocionales que no permiten a la persona alcanzar la plenitud de sus potencialidades y capacidades.
Cuando uno rompe los esquemas de vida estereotipados, cuando uno se atreve a despojarse de máscaras, es cuando se está en posesión de la libertad completa, en disfrute de la bendición integral.

Dios no liberó a los noájidas en Pesaj, pero el mensaje de valorar la libertad es para toda persona.
Así como lo es el darle un objetivo espiritual a tal libertad.
Solamente eres libre cuando haces algo “útil” con tu vida.
Solamente eres espiritual cuando tus acciones están en concordancia con los mandamientos que Dios te ha dado para cumplir.

Por tanto, tienes en ti la capacidad para ser bendito y de bendición, siempre y cuando no te mientas al solitario.
Serás bendito a pleno cuando no te engañes desobedeciendo a Dios, sea porque Lo niegas, sea porque Le eres infiel con otros “dioses”, sea porque usurpas la herencia judía que en nada te corresponde.
La bendición ya reposa sobre ti, pero es cuestión de darte cuenta de ello y entonces vivir en concordancia.

Despójate de todo lo que te retiene preso injustamente.
Sé libre, sé tu mismo.

Relato: La gran estafa

Una vez llegó al pueblo un distinguido señor acompañado por su mayordomo. Ambos se instalaron en la mejor habitación del único hotel. El hombre publicó un aviso en el periódico local: “Se pagará al contado $10 por cada mono que se traiga a la habitación…”.
La gente del lugar salió apresurada a cazar simios al bosque vecino.
Tal cual lo prometido, el noble caballero compró cientos de monos pagando $10 por cada uno.
Al poco tiempo la población de monos escaseó, por lo cual se hacía difícil cazarlos, visto lo cual el rico hombre ofreció $20 por cada pieza, lo que provocó una nueva cacería masiva en el bosque cercano.
Como realmente era difícil capturarlos y ya casi no se conseguían, el señor ofreció $25, a lo cual los pueblerinos dieron vuelta el bosque para atrapar algún monito suelto.
Ya casi no había monos, por lo que la oferta subió a  $50 por ejemplar.
Sin embargo, el buen hombre debía ausentarse pues asuntos de suma importancia lo reclamaban en la capital, su ayudante quedaría a cargo de la compra de monos.
El pícaro empleado les propuso un singular negocio a los campesinos: “Miren, en las jaulas hay miles de monos que ustedes vendieron hace días al patrón. Yo les venderé los monitos a $35 cada uno. Cuando vuelva mi jefe, ustedes se los vuelven a vender y recibirán  $50 por cada uno. ¡Es un negocio redondo para ustedes!”.
Los ambiciosos pueblerinos se dieron cuenta de la tremenda ganancia que obtendrían de esta trampa: $15 por mono y había miles de monos, esto es igual a miles de pesos para ellos a cambio de engañar al ricachón coleccionista de monos. Juntaron su plata, pidieron prestado, sacaron todos sus ahorros y le dieron fajos gruesos de billetes al desleal empleado.
Éste les entregó las jaulas llenitas de monos y ellos muy contentos se las llevaron a sus casas a la espera de que volviera el ricachón a “regalarles” su dinero.
Al otro día, el empleado se había esfumado de la ciudad. Tampoco volvieron a saber nunca más de su patrón.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cómo se consigue disfrutar de la bendición completa?

2. ¿Es posible ser esclavo estando en libertad?

3. ¿Qué podrías hacer para que en tu entorno se viviera con mayor libertad, alegría y paz?

4. ¿Cómo se vincula el relato al contenido del comentario ofrecido más arriba?

¿Es difícil?

Es difícil.

Es difícil levantarse cada mañana en un país y en una región en la que todo está impregnado de idolatría.

Es difícil intentar caminar recto cuando todos tratan de desviarte. Cuando todas las costumbres, las tradiciones, las festividades, los usos y las creencias giran en torno a los principios idolátricos que confunden a tantas personas.

Cuando la mayoría de las veces, las reuniones familiares son motivadas como consecuencia de esas mismas creencias.

Cuando corres el riesgo de que las personas que te quieren y a las que quieres, te vean como alguien extremista e intransigente, no ya por impedir que ellos participen de tanta confusión, sino por no querer ser cómplice de  ello.

El caso es, que los seres humanos somos costumbristas. Incluso sin creer en una determinada creencia ni entender lo que implica o significa, nos resistiremos a alejarnos de las rutinas que ésta ha impreso en nuestro ser.

Nos da sensación de seguridad, aunque sea falsa.

Desde que somos niños crecemos haciendo caso y siguiendo las enseñanzas de nuestros mayores y de nuestro entorno. En general será ciertamente para nuestro bien, pero cuando no es así, persistiremos en el error porque es lo que nos inculcaron.

La comunidad en la que uno se desarrolla ejerce un poderoso efecto moldeador en la persona, para bien y para mal.

Remar contra corriente es verdaderamente agotador, si no imposible. El riesgo de quedar desconectado de la gente que te rodea no es algo a menospreciar ni algo deseable.

Supongo que la mayoría os identificareis con la situación descrita y cada uno a su manera habrá hecho lo posible por solucionarlo y adaptarse.

La cuestión es; ¿Cómo permanecer fieles a las 7 Leyes y a la vez no fracturar el resto de aspectos que conforman tu vida?

Creo que no hay respuesta fácil.

Quizás a veces la solución no está entre bueno y malo sino entre malo y menos malo, o dicho de otra manera, entre bueno y menos bueno.

¿Cómo llenar ese espacio social- mental- familiar que han ocupado ceremonias como bautizos, comuniones, procesiones idolátricas, etc. de una manera efectiva?

¿Y como hacerlo cuando para tu entorno y las personas más cercanas a ti, estos ritos siguen teniendo vigencia?

Este post es una reflexión abierta en la que busco sugerencias e ideas para llenar esos vacíos que antes refería  de manera acorde con el Noajismo.

En todo caso, un bombero apaga el fuego y no quiere decir que a veces no sufra quemaduras, un mecánico arregla cosas y a veces puede golpearse al reparar alguna máquina.

Si tuvieran miedo de sufrir alguna quemadura o  algún golpe, ¿podrían realizar su labor?

No nos salgamos del camino, pero si no podemos afinar en cada aspecto del mismo todo lo que desearíamos, que esto no nos impida hacerlo en lo que sea posible.

Como decía al principio; es difícil…pero para nada imposible.

 

Citando a Séneca:

“Las cosas no son difíciles, son difíciles porque no nos atrevemos”

 

Antes (Idolatra) Vs Gentil Consciente de su Identidad.

 

Wiens, se sometió al trasplante el pasado 21 de marzo en el hospital Brigham and Women’s de Boston tras haber sufrido severas quemaduras en 2008, cuando se electrocutó mientras trabajaba pintando una iglesia. 

«Me estoy adaptando a mi nuevo rostro muy rápido. A medida que el tiempo ha ido pasando, he podido volver a oler de nuevo y a respirar a través de la nariz.

Cada paso en el camino ha sido increíble», dijo hoy Wiens en su primera rueda de prensa tras ser intervenido, en la que apareció con unas gafas de sol negras y perilla. Wiens recibió en marzo, gracias a un donante anónimo, una nueva nariz, nuevos labios, piel, músculos y nervios.La operación duró quince horas.

Washington  (EFE)   

Cuando el Gentil se aparta de la idolatria para retomar la senda dada por El Creador , adquiere un nuevo rostro , un nuevo espiritu , una nueva conciencia.  Cruciales para embellecer su interior y transformar el Mundo.

P.D.  Este historia la tomo como base ,  y es con respeto hacia el señor Wiens .  Deseando su  pronta recuperacion.

 

POR EL PRONTO RETORNO DE LOS FIELES.