¿Monoteí­stas efí­meros?

Viendo un documental sobre el Rey Egipcio que obligó a su pueblo de la manera más brutal a adorar al único dios (dios concebido desde su punto, muy primitivo, de vista), Akenatón, se me ocurrió escribir sobre algunos reyes (personajes reconocidos) que alguna vez manifestaron ser monoteístas.

Tal es el caso de un Rey, cuya efímera aparición en la Torah, nos enseña sobre muchos personajes, que creyendo ser instrumentos divinos, fueron monoteístas; pero ¿por qué vemos que estos hombres, que aparentemente, guardaban el más difícil de los mandamientos, pasaron desapercibidos, e incluso, fueron exterminados de una manera tan brutal como la que ellos propiciaron?,

Quizás una de las posibles respuestas sea que en realidad no eran del todo monoteístas, quizás su único dios no era el Uno y Único D’’s, quizás si eran monoteístas, y su único dios era el D’’s verdadero, pero no lograron sino solamente percibir la realidad, no llevaron a la práctica lo que este D’’s pide de nosotros.

El hecho es que Malqui-tzedek, Nebujanedzar, Akenaton, Coresh, y alguno que quizás se me escapa en este momento, por algunos instantes, quizás empeñados en ser “auténticos”, quizás por afanes de poder y grandeza (confundidos de que estos atributos son santidad) profesaron ser monoteístas, pero tan efímeros fueron ellos como su profesión religiosa, y es que más que verdadera espiritualidad fue religión.

La enseñanza es completamente diáfana, la idea no es creer, solamente, que existe Un D’’s, la idea no es comprender, nada más, que este maravilloso D’’s nos ha creado con infinita sabiduría, la idea no es ofrendarle mediante ritos y rezarle muchas horas nada más, la idea es asimilarLe en esencia, la idea es practicar lo mejor posible Su Bondad, Su Justicia, es darLe vida en nuestras acciones cotidianas.

Por ello Él nos ha dado preceptos, preceptos que encierran el amor entre nosotros, la construcción de este mundo, la superación personal, la construcción integral de nuestra vida, el disfrute pleno de las cosas agradables de provecho, por ello D’’s nos ha creado capaces de dominar (dominar realmente, aprovechar al máximo los recursos a nuestra disposición, sin ocasionar daño alguno) sobre Su creación, por eso somos la corona de la creación.

Si alguno ha llegado al nivel de comprender que sólo Un D’’s existe, que busque más que religarse al Él, que busque darLe espacio en su vida para hacer la voluntad que el Padre tiene para con Su creación, porque no está separado de su Creador, más bien, necesita serLe útil, aplicando los preceptos que Le ordena, para que crezca y viva plenamente la construcción del Shalom.

Como acostumbra decir el moré Ribco, Quiera D’’s que pronto sepamos construir Shalom.  

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