Pronto, vecinos y familiares, amigos y conocidos, festejaran lo que ellos consideran el final de un año, el cierre de un ciclo de 12 meses, y seguro muchos harán toda suerte de ritos para la buena suerte, para que el año próximo les vaya "bien", para esta ocasión muchos comprarán ropas nuevas, harán comidas especiales, pondrán su mesa con frutas y lucirán abundantes, habrá todo un desplegue de fastuosidad, superficial; esa noche no habrá un momento para reflexionar, para entender qué significa esa noche, el por qué se inicia un nuevo año, esa noche nadie se detendrá a meditar sinceramente en qué puede mejorar; si acaso muchos escribirán una carta con sus deseos para el año que viene, si acaso otros pensarán en cómo tener más prosperidad económica. Todo estará enmarcado dentro de la superficialidad, nadie se sumergirá dentro si, sinceramente, nadie se quitará sus máscaras delante del juez de jueces, nadie tomará en serio su vida, será otro momento para olvidarse de los problemas, será un momento orgiástico más en el año secular.
Que triste, cuanta compasión merecen quienes, a sabiendas, y por ignorancia, festejan y consumen más del mortal veneno de la idolatria, cuan lejos estan de la luz, cuanta responsabilidad pesa sobre nosotros, faros de aquellos perdidos en el mar oscuro y traicionero de la falsedad.
A ellos dirijo este mensaje de acercamiento a la luz, a la senda de la justica, del equilibrio, de la búsqueda de paz y armonia para Este Mundo:
No es la circuncisión de un falso dios, ni la fe en él la que hace libre al hombre; no es la celebración fastuosa, deslumbrante, la que hace libre al hombre, no es la introspección superficial, las ansias de mejorar la posición económica, las que hacen libre al hombre, no son los momentos orgiásticos, de euforia, los que hacen libres a los hombres, no es la posición de los astros en ese momento, ni en cualquier otro, la que hace libre al ser humano, ningún rito, superstición, creencia, relacionada con esa fecha, hace libre al humano; lo único que verdaderamente te hace libre es el sincero arrepentimiento y la voluntad de amar a D»s, a ese Uno y Único ser que te dio el aliento de vida , lo único que te mantiene vivo es el conocimiento de lo que es el verdadero amor, el constante hacer por Él y para Él, el constante hacer por tus hermanos; lo único que mantendrá con ánimo a tu espiritu será la directa conexión con tu esencia, la directa conexión con D»s. Ven a Él, sígueLe sólo a Él, obedeceLo a Él nada más y verás cuantos cambios comienzas a experimentar.