Oportunidades y decisiones

La vida es en realidad un abanico enorme e inacabable de oportunidades y decisiones.

Seguramente has escuchado decir muchas veces que mas te vale aprovechar cuando una oportunidad se te presenta, pues quizás nunca vuelvas a tener una más.

Esto no es verdad y solo te somete presión y te inyecta miedo, ya que al asumir que si no eres capaz de concretar exitosamente la oportunidad que has elegido y tomado, entonces has fallado y te autodevaluas y mellas tu autoestima, a veces con consecuencias devastadoras no solo para ti, sino también para quienes te rodean y te aman.

Nuestro Padre Eterno nos ama y Su bondad es infinita.

EL no es mezquino ni rencoroso como algunos “buenos pastores” (mas bien lobos feroces), mensajeros de religiones idolátricas te quieren hacer creer.

Ciertamente H’ puede ser duro a veces, pero que amoroso padre no tiene que serlo de vez en cuando con sus hijos. Pero de igual manera no hay un solo padre que ame a sus hijos y les niegue su auxilio.

Solo recuerda que al final de cada día, lo que recoges es el fruto de lo hayas sembrado.

Así que en realidad las oportunidades tocan incisamente a tu puerta y te permiten elegir a cada momento entre ser feliz o desgraciado, pobre o rico, buen o mal padre, hijo, esposo, amigo, etc.

Claro que las oportunidades que valen la pena y le dan sentido, paz y gozo a la vida, vienen vestidas de trabajo, estudio, disciplina, compromiso, perseverancia y sacrificio.

Por eso no confundas la palabra oportunidad con algo que te llega por suerte y es sencillo y cómodo de aprovechar y con el mínimo esfuerzo posible, ni seas de los que relaciona la palabra trabajo con algo forzado, cansado y rutinario.

Oportunidades puede haber muchas, pareo no todas son indicadas para ti.

Una verdadera oportunidad es aquella de la que te enamoras, cuyo quehacer te apasiona y que te proporciona placer y satisfacción al momento de trabajar en ella. Que te hace agradecer a DIOS cada instante de tu labor y tomar como retos las dificultades.

Pero de nada sirven todas las oportunidades del mundo sin decisiones.

Una vida sin decisiones es un desperdicio.

Las oportunidades, para tomarlas y hacerlas fructificar, requieren de decisiones fuertes e inquebrantables,
y estas a su vez de acciones y actitudes claras y consistentes,
blindadas de una voluntad fuerte
y de una dirección precisa.

La voluntad que y fortaleza que DIOS nos infunde al acercarnos a EL y conocerLo, a través de Su Palabra y Su Obra.

La dirección que nos ha indicado con el cumplimiento de SUS preceptos.

Las oportunidades no van y vienen, al contrario, siempre están ahí para quien busca y esta alerta,
y son tomadas por aquellos que se deciden y comprometen con sus sueños y deseos,
y con la misión que EL Eterno le encomendó

A mí,
a ti,
a todos,
nos corresponde a cada instante decidir:

Acción.

Pasión.

Esfuerzo.

Valor.

Construir.

Excelencia.

Amar.

Soñar.

Tómalo.

Vive.

 

 

 

 

ò

Apatía.

Conformismo.

Pereza.

Temor.

Destruir.

Mediocridad.

Odiar.

Envejecer.

Déjalo.

Muere.

Las decisiones son un acto personal, una responsabilidad individual.

Todo depende de que sepas elegir
y si tienes dudas,
pregúntale a nuestro Padre Eterno… si sabes escuchar, EL te ayudara.

Y tu…

Te has preguntado porque y para que llegaste aquí,
 a estas paginas,
 en este preciso momento de tu vida…
 no pierdas la oportunidad de averiguarlo.

Que Hashem Bendito, los colme de alegría.

Shalom.

Ramón Sánchez Bolaños.


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