En el camino de la vida encontramos una gran cantidad de personas que se acercan a nuestra vida buscando aprovecharse de la situación en la cual nos encontramos o para aprovecharse de la oportunidad de aprender o recibir una ayuda una oración o una guita para salir del momento ecónomico que estan atravesando, y para ello se convierten en aduladores, no cesan de «cepillarte», de «alabarte» buscando «seducirte» para obtener su oportunidad.
Asi mismo hay un buen numero que se acerca a ti, y no hace mas que ver tus «errores» señalan tus faltas y tus debilidades, son expertos evaluadores de la vida, no desestimes al «evaluador», pues todo esto es bueno, si lo sabes aprovechar.
He aqui, una enseñanza que nos brinda el Moré Yehuda en la parasha Bereshit, «El obstaculo», y es que realmente el obstaculo esta dentro de nosotros mismos, analizemos, estudiemos y apliquemos esta enseñanza a nuestras vidas y entenderemos que si podemos construir Shalom
En la parasha Bereshit 5762 llamada el obstaculo dice una anedocta lo siguiente “…”El gran maestro era venerado por sus discípulos y por todo aquel que alguna vez hubiera entrado en contacto con él. Es que su inteligencia, comprensión, generosidad y bondad, eran argumentos convincentes para convertir en amigo al más apartado de los indiferentes. A diario, cientos de personas acudían para aprender junto al maestro, o a pedir consejo o ayuda. Y el maestro recibía a todos con simpatía, respeto y muestras de amor.
Sin embargo, en su pueblo había un hombre que no perdía oportunidad para contradecirlo. Era una persona amargada, solitario empedernido, de mal carácter, avaro y sin compasión; aunque, sin llegar a ser un criminal. Había hecho del maestro el centro de su hostilidad, y descubriendo sus puntos débiles, no pasaba día en que no se los hacía notar públicamente.
Y, el maestro, callaba, nunca le respondía. Jamás argumentaba en su contra. Ni reclamaba venganza. Mientras que, cuando sus alumnos querían tratar violentamente al agresor, él les reprendía con ternura, pidiendo que dejaran que aquel hombre permaneciera en las cercanías.
Sus alumnos no estaban de acuerdo, pero si el maestro decía eso, pues, así harían.
Un día, el malvado no apareció. Al día siguiente, tampoco. Al tercero, menos.
El sabio pidió que alguien averiguara que pasaba con aquel sujeto.
Encontraron que había fallecido, solo y abandonado a sí mismo.
Cuando le contaron al maestro, de inmediato éste se hizo cargo de su sepelio, y de prodigarle honores.
La gente del pueblo no entendía, puesto que, durante años aquel insolente había molestado abiertamente a todos, en especial al maestro, y ahora éste le brindaba su respeto, incluso lloraba sobre su tumba. Y con suma reverencia le preguntaron al maestro por su silencio en el pasado con respecto al malvado, y a su actual dolor por él.
El maestro respondió: ‘Durante años este hombre representó para mí un reto, porque era el único que estaba para mostrarme mis fallas y errores. Estaba ahí señalándome si yo no era tan digno como debía serlo. Cuando me atacaba yo me analizaba, porque quizás él había acertado. Si descubría que su acusación era injusta, entonces yo comprendía que provenía de un hombre de seco corazón. Pero, si era apropiada, de inmediato trabajaba para corregirme.
Y nunca quise que lo apartaran, porque, como ven él me hacía un gran servicio.
Además, estando cerca, yo tenía la esperanza de que él pudiera aprender a ser un poco más sociable, más abierto a la vida, hasta incluso… que se arrepintiera por todos los daños que causaba a los demás y SE causaba.
Ahora que falleció lloro por él, porque no ha tenido tiempo de arrepentirse, de enmendar su camino.
Y lloro por mí, porque, ¿cómo haré ahora para no creerme los cuentos de ustedes acerca de lo maravillosamente perfecto que creen que soy?’”…” no nos creamos todas las adulancias tampoco despreciemos todas las criticas que recibamos, vamos adelante, aca dicen “…cuando el rio suena piedras trae, y si no trae mira porque suena…”
Shalom a todos y construyamos un mundo mejor