¿Por qué temerle a una estatuilla representativa de algun falso dios o falso santo producida por quienes desconocen al verdadero Dios? Lo cierto es que un ídolo es tan solo el material que lo compone, lo demás son tan solo detalles que el hombre le añade: cara de santurron, pose de «santo», o mirada triste, heridas, sangre, señales de sufrimiento, y más. Entendamos que el propósito de quien fabrica tales figuras es enviar el falso mensaje de: «sufrió por ti, mira cómo quedó, siente lastima por él».
Un idolo es tan solo una representación mental, un concepto inventado por la ignorancia del ser humano quien cree que así tendrá contacto con Dios. Un ídolo representa la falsa idea de que el Creador está enojado con la humanidad y que por tanto se precisa de un mediador, de alguien que haya «dedicado» su vida a la austeridad, a la soledad, a la abstención de cualquier placer terrenal permitido.
Tener confianza en ellos es asemejarse a su inercia, a su fragilidad. Sentir miedo a un supuesto influjo o poder que pudiera ejercer dicho idolo sobre nuestra vida es sobreestimarlo, es creer que existe una fuerza contraria al Creador.
Bien dijo el Rey David:
Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres, Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan, No hablan con su gargantas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos. Tehilim 115:4-8
Un idolo es únicamente el producto de una mente ociosa, es el resultado de alguien que ignora que existe un ser Único y Superior que sustenta a la creación. Un ídolo es muestra clara de ignorar a quien se debe agradecer.
Está escrito en los profetas:
“Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia: después se calienta y dice: ¡Oh! Me he calentado, he visto el fuego; Y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo. Se postra delante de él lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú.” Isaías 44:16-17
El único poder que tiene un idolo es sumir en la más brutal de las ignorancias a aquellos que lo siguen. Recordemos, ni virgenes, ni el personaje de una cruz, ni un falso santo con cara triste, son capaces de hacerte daño.
Vive en libertad, sabiendo que Dios es Uno y Único.
Maravillosa Enseñanza John, muy buen post
Gracias Jona, si las personas se dieran cuenta de que le temen a un pedazo de metal con forma o a un humano como ellos, de dos ojos, una nariz, dos brazos, etc. Algunos buscarian la verdad dedicando el temor a Dios, tal como debe ser. Y digo algunos, porque hay quienes saben pero les temen. No así el soldado leal a Dios. Abrazo!
Y pesar que cuando era niña, y anhelaba entender el mundo y acercarme a mi Creador, erróneamente buscaba esas imágenes y con un ferviente amor le hablaba y creía que eso, era en verdad, algo mucho mas allá de lo que veía, un simple papel, un simple muñeco, un simple barro pintado.
Claro, luego entendí que eso sólo era basura, y que más allá de los ídolos físicos también los hay arraigados en el pensamiento y falsas creencias, un semidiós, una religión, un pastor, un falso maestro, un libro mal copiado, con muchísimas traducciones y con las mentiras más grandes que se han creído en la historia.
Gracias, Jona y que prontamente muchos reconozcan la banalidad de esos que no son nada.
hola quisiera compartir un video para que vieran el nidvel de adoracion de los llamados idolatras a lo que llegan a mi me produse risa y rabia esta en youtube se llama la caida del santo es un aporte amigo jonathano para ti gracias . http://www.youtube.com/watch?v=QOfHErnSe8I
Debemos remontarnos a los origenes de Saulo de Tarzo, luego autollamado Pablo y su teoria de al trinidad que encajaba perfectamente con el politeismo de ramanos y griegos y luego el Concilio de Nicea.Alli esççta la verdad.Jesus convertido en deidad «por el voto popular» diriamos en estos tiempos.Todavia continua la gran mentira y nadie publicamente a nivel mundial se anima, por temor, a desenmascarar a los traficantes de la fe.