El santo disfrute

 

En el seno del pueblo judío esta semana se lee públicamente la sección de la Torá denominada “Metzorá”.
Extraeremos de ella una breve pero profunda enseñanza aplicada a la espiritualidad noájica.

Dice la Torá:

"El sacerdote saldrá fuera del campamento y examinará al metzorá; y he aquí que si la llaga de tzaraat del metzorá está sanada"
(Vaikrá / Levítico 14:3)

El fragmento citado refiere a una persona que ha pecado, es decir, se ha apartado del camino del bien y la justicia.
A causa de su acción impropia está afligida espiritualmente, sufre, y su malestar puede extenderse a otras dimensiones de su realidad y no solamente a su plano espiritual.
La Torá indica aquí que debe ser vista por el cohen, el sacerdote, el experto en asuntos de santidad y pureza.
¿Por qué?
Una de las razones es para que la persona afectada puede ver al tzadik, el hombre justo, que se está preocupando por su bienestar.
Esta interrelación personal y esta demostración de aprecio sincero por parte del tzadik,
sirven como aliciente para que el pecador se dé cuenta de su calamitoso estado espiritual,
y por tanto se arrepienta de sus pasos errados, y comience así un proceso de curación espiritual que redundará en probable curación del cuerpo.

Basado en el "Leket Imrei Kodesh", del Rebbe Sholom de Belz.

 

Enseñanza para comentar y pensar: El santo disfrute

Un maestro y un estudiante estaban comiendo un melón.
Aquel era un maestro que procuraba no dejar ocasión para enseñar algo relevante a sus discípulos.
No dejaría pasar ahora la oportunidad, entonces preguntó:

— ¿Cómo está? ¿Está bueno?

El estudiante fue sorprendido por la cuestión y no supo qué responder.
Intuyó que el maestro deseaba escuchar una réplica sabia, llena de piedad, de aquellas que demuestran el alto nivel espiritual de quien habla.
En apurado silencio el alumno hizo mil cálculos diferentes, rebuscando entre las palabras de su memoria para elaborar la siguiente respuesta santurrona:

— Sabio maestro mío. Como tú me has enseñado, de acuerdo al camino de los santos de antaño, tengo que expresar que lo que percibimos como realidad, no existe. Es todo una emanación del Divino Deseo, un sueño de Dios, esto que en nuestro egoísmo mundanal denominamos realidad.
La verdad eterna es que el sabor del melón no existe, tal como el melón tampoco existe, ni tú (mi sabio y santo maestro), ni yo.
Es todo apariencia, vanidad, fantasía, emanación sin más realidad que el Divino Deseo.
Esto que creo percibir como sabor es una reacción ilusoria del sentido del gusto de mi lengua en contacto con el melón. Todo es una sombra que…

El maestro interrumpió el aburrido discurso con un veloz gesto de su brazo y unas rotundas y breves palabras:

— ¡No sé de qué me hablas, el melón está muy bueno!

 

Preguntas para reflexionar

1. ¿Por qué crees que hay gente que considera que es bueno privarse de los bienes saludables y permitidos?

2. ¿Cuándo se usan las excusas?

3. ¿Cómo se puede obtener mayor satisfacción de las cosas?

4. ¿Cómo puedes relacionar este relato con la enseñanza de la parashá?

6 comentarios sobre “El santo disfrute”

  1. 1) Pienso que por una percepcion equivocada de lo que es pecado. Se juzga bajo un criterio contrario a lo que El ha dispuesto para nosotros. `Por ejemplo el comer melon es bueno y util, pero comer 10 melones es una exajeracion que puede causar dolores de barriga. Ahora peor es no comer bajo la premisa exajerada que esto es lo le agrada a El, aun mas cuando Dios pone en nuestra mesa el alimento.
    2) Las excusas se usan cuando nos equivocamos y no queremos admitirlo. La admision de los hechos debe ser pura y simple, aunque la verdad nos duela.
    3) Cuando hemos pecado el sacerdote nos visita y así tomamos conciencia del estado en el cual estamos. Pero tambien pecamos cuando no disfrutamos de lo permitido y no nos hemos dado cuenta del error, en este caso el Sacerdote deberia visitarnos para que nos demos cuenta del estado calamitoso en el cual hemos caido por pecar y así arrepentirnos.

  2. 1. se complican demasiado, divagando en «teologias superadoras», se guian por su propio pensamiento y no por lo que se puede disfrutar.
    2. funcionan de cerco protector a sus teologias.
    3. con la simpleza, aceptacion de que no sabemos muchas cosas d lo cotidiano y que la guia del Eterno es la q nos permite disfrutarlas
    4. no necesitamos de gurues ni iluminados llenos de ego preocupados por ellos mismos, sino de expertos simples que nos den una mano,

  3. 1.- Puede ser porque simplemente creen que al abstenerse de lo mundano, de lo que no «es del cielo» pueden elevarse a otras alturas, y tener un mayor contacto con lo divino al rechazar lo terrenal.

    2.- Cuando es necesario justificar algo «injusto» en nosotros, algún desajuste, algun yerro. Cuando vemos vulnerable nuestra «intachable» conducta o sabiduría.

    3.- Simplemente dandose la oportunidad de disfrutarlas por lo que son.

    4.- El alumno al igual que el metzorá necesitaba esa interrelación personal con su maestro para descubrir su estado calamitoso en donde no gozaba de lo simple debido a lo complejo de sus reflexiones; dicho de otra manera, «necesitaba bajar de su nube»

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