Un comentario que se realizara recientemente en este sagrado hogar con respecto al calificativo despectivo que se utilizara contra la mesiazgología nazarena pone de manifiesto el sentir de la persona que lo realizó. Lejos de buscar fustigarle por el simple hecho de hacerlo, hemos decidido tomar este ejemplo para realizar un análisis de una situación preocupante, pues bien y como hablábamos varios amigos al respecto, existe un peligro muy grande que las personas tomen el noajismo como una religión, pues muchos renuncian al colgado de la cruz, lo cual es excelente, pero no a su EGO y utilizan el noajismo como un mecanismo religionario de persecución contra aquéllos que siguen sumidos en la idolatría.

Entendemos que la persona que realizó este comentario lo hizo con buenas intenciones, pero como bien decía un bioético muy reconocido, usualmente las buenas intenciones contienen una contracara que no es tan buena. Es por ello que a la hora de construir Shalom debemos recordar algo que es de suma importancia, los Siete Mandamientos Universales son un cimiento pero son amplísimos porque pese a que sean siete, lo cual a primera vista pareciera no ser mucho, los conceptos que abarcan son amplísimos, desde la bioética hasta el Derecho Penal, pasando por la Psicología y todo lo demás en el medio. Pongamos un ejemplo muy cotidiano. El médico que hace guardias en el hospital pero no las hace a lo que su capacidad le permite sino que siempre baja el ritmo hasta el mínimo que le permita hacerlas sin parecer que está evitando trabajar, está hurtando tiempo, lo cual contraviene principios básicos de convivencia humana. Por ejemplo, la caridad es una actitud solidaria con el sufrimiento ajeno. ¿Esto qué quiere decir? Que yo, en mi condición de ser humano, por un momento me pongo en los zapatos del sufrido y consolido mi ser con el de él, para poder entender cuál es su situación y a través de la adopción de una postura de solidaridad, comparto mi mejor fortuna con la suya para que el desposeído pueda mejorar, aunque sea por un instante, su posición.

De hecho veamos lo que dice la obra “El camino del gentil justo” al respecto:

“Está prohibido rechazar o el alzar la voz contra el pobre, ya que su corazón está roto y humillado. Ay del que deshonre a una persona pobre. Más bien uno debe de ser como un padre para el pobre, demostrando misericordia en acción y palabra.” (Clorfene y Rogalsky. El Camino del Gentil Justo. Edición Electrónica. 2010)

Es un concepto muy interesante el que nace de la caridad, pues la riqueza no solo debe medirse en términos materiales sino también espirituales y todos los que hemos tenido oportunidad de aprender acerca de nuestro legado hemos adquirido una gran riqueza que la vasta mayoría, casi que la totalidad de nuestros coterráneos noájidas, no conocen ni han tenido la suerte de conocer.

Nótese que el ostentar conocimiento sobre algo, obliga al ostentador a conducirse de manera próvida pues a mayor conocimiento, mayor es la responsabilidad. Por eso no se puede ser chauvinista y despreciar a aquéllos que no han encontrado el camino de la verdad, pues el desprecio  hacia el no conocedor implica que el chauvinista no es mejor que aquellos insensatos de Sodoma y Gomorra que daban monedas de oro marcadas a los pobres que les rogaban por una limosna y cuando dichas monedas eran entregadas, al estar marcadas no se podían utilizar en ninguna parte, pese a ser de oro.

Como mencionamos al principio de este comentario, no se trata de criticar por el simple hecho de hacerlo sino más bien se trata de evidenciar actitudes que son perjudiciales para todos nosotros, no solo para quien las comete, sino para la humanidad en general, pues son el fanatismo y el rencor los detonantes de la violencia.

Esas pobre ánimas que deambulan de religión en religión y de iglesia en iglesia, cierto, están cegadas por el EGO, pero muchas de ellas de forma legítima y honesta lo que buscan es esa paz interior que después de todo es la misión de cada uno de nosotros, reconocer la existencia de un Creador y cuidar de su Creación. Por eso el insultar, apedrear o de cualquier otra manera vilipendiar a los pobres esclavos que se someten a los vaivenes de los sátrapas que trafican con la fe de las personas, no es congruente con la caridad.

Otra cosa es el poner en evidencia y si es el caso, fustigar a través de los medios necesarios, a un idólatra atrevido que cuestione lo que no le importa y que tras de todo se arrogue derechos que no tiene, como el caso de los disque tratadistas cristianos que tergiversan las cosas para que sus imperios económicos continúen, o el imperio árabe-musulmán que con sus petrodólares compra a los vendidos, pero un simple feligrés de una secta, pese a ser culpable de someterse a la idolatría, en tanto no ataque directamente nuestros principios y siempre se muestre decente y urbano a la hora de preguntar, debe de ser tratado como el ser humano que es y no llamársele con calificativos despectivos que están reservados para cierto tipo de individuos, como los que crean y promueven la subversión por unos dólares más.

Por ello es importante recalcar que la idolatría es un cáncer que ha servido para traer caos y destrucción y que los constructores activos de Shalom no podemos condonar, pero ello no implica que debamos de ser ofensivos a la hora de actuar, después de todo debemos de recordar que en algún momento nosotros también fuimos idólatras y esto es suficiente motivo para que bajemos la cabeza y recordemos ese oscuro pasado.

Creemos que desde un punto de vista muy sencillo el viejo adagio de antaño sigue aplicando. No hagamos a otros lo que no querríamos que nos hicieran a nosotros.

Saludos