¿Cómo sabemos quien fue nuestro Bisabuelo o Tatarabuelo?

Hace unos días, en un post recientemente publicado, se generó un tema interesante en el apartado para los comentarios.

(http://fulvida.com/id-noajica/identidad/usted-es-nojida)

El tema básicamente era si se podían diferenciar el Código Noájida y la identidad del No-Judío de los cuentos y mitos de las religiones conocidas. Digo esto porque, directamente, en los comentarios no se cuestionó si el código Noájida era un invento; sino que el planteamiento directo era sobre la existencia real de Noé, y esto, indirectamente apuntaba, a que si Noé no existió, podría pensarse que el pacto Noájida y la identidad Noájida tampoco.

De hecho, el comentario 5.1.2 hace una pregunta bien directa: “¿…como sabe que esto que le estoy explicando y usted ha comentado por fin es LA VERDAD y no otro cuento mas de alguna religión o secta?”

Como personas pensantes, Noájidas consientes, defensora de nuestra identidad, constructoras de shalom, estudiosos de Las Leyes Universales, no aceptamos NADA NI NINGUNA VERDAD por “fe ciega”. Nos cuidamos y vemos con lupa nuestras sensaciones de impotencia, porque son en ellas donde el EGO del ser humano entra como narcótico para aminorar nuestro dolor ante la falta de control, poder o de respuesta ante lo que desconocemos.

Ante la falta de poder o control de algo que desconocemos, NO damos como respuesta la “fe” en creer por creer, o aceptar por aceptar lo que otro dice como supuesto hecho verídico aunque sea irracionalmente ilógico; ya si lo hacemos, nos convertiríamos en “ególatras”, que es lo mismo que la idolatría, pues estaríamos adorando al placentero narcótico- EGO-, pero sin personalizarlo en ninguna imagen. Le estaríamos rindiendo culto a la Fe del Ego, porque en lugar de pensar o racionalizar o buscar una explicación lógica, se decidió aceptar, por la simple creencia, lo que es desconocido, desconectándose de la realidad para entrar a vivir al mundo de lo irreal, del cuento mágico, es decir, de la fe de las religiones.

Así pues, cuando tenemos alguna duda sobre la veracidad de algún hecho que se nos intente imponer como “verdad absoluta”, NO asumimos una posición pasiva de aceptación; todo lo contario: analizamos, cuestionamos, investigamos, estudiamos, pensamos, racionalizamos, preguntamos, pedimos ayuda a los que saben y entienden, todo con el fin de acercarnos lo más que se pueda, a la Verdad Real de los Hechos, cuya finalidad y objetivo siempre va a ser desaprender para aprender a ser mejores personas sin prejuicios de ningún tipo y gozando de la libertad que gratuitamente se nos regaló.

Así las cosas, como les comentaba, un buen socio de este sitio, en su libertad como Noájida consiente,  expuso un argumento personal muy valedero y fundamentado en que tanto el diluvio universal como el personaje “Noé” podrían perfectamente catalogarse como mitóticos debido al conocimiento científico que hoy día se maneja. Apuntaba que si bien es cierto se pudiera pensar en posibles inundaciones mesopotámicas, científicamente era imposible que fuera global. También, comparaba al personaje Noé con un mito como cualquier otro, ya que en otras culturas, ajenas a las judías, existía también la historia del diluvio; y todo esto para afirmar que no existe modo de saber si la condición Noájida (o bien, la identidad del gentil y a su vez, el Código Noájida) son la “verdad absoluta” (Comentario 8).

Sus puntos de vista, valederos como de cualquier persona consciente y valientemente desarraigada de la religión, me conquistaron una opinión personal también a mí; un juicio de valor en que argumentar alguna posición propia. Usted mi querido lector puede hacer lo mismo, porque no estamos para convencer a nadie, sino para desarrollar lo nuestro, lo propio, lo que por derecho nos pertenece: nuestra real identidad; y no la que impone el religioso de turno.

¿Cómo sabemos quien fue nuestro Bisabuelo?

Les voy a contar lo que se del mío por línea paterna, por ser la familia más cercana que tuve. El en vida se llamo Ricardo Pérez (que en paz descanse). Físicamente se que era un hombre muy fornido, que usaba un pequeño bigote bien recortado, y un pelo crespo con un peinado de línea a un lado. He llegado a saber también que le gustaba andar siempre de corbata, y bien presentado. Por la información que he obtenido de una fuente confiable (mi abuela y suegra del señor Pérez), que el señor era Maquinista de tren para la Compañía Bananera cuando estaba en Costa Rica. Le gustaba andar una “smitan hueso” siempre cargada, en la pretina de su pantalón por si alguien se quería pasar de listo en no pagar el pasaje.

Cuenta la abuela, que su carácter no era muy dulce. Era un hombre “bravo”, enojón, de carácter duro y violento, de mano dura y poco paciente lo que lo hizo meterse en problemas cuando había convulsión política en mi pais; y que todo contrastaba con su especial afición al beisbol, a la música de la orquesta nacional, al respeto que merecía la cena familiar, al sentido de responsabilidad, y a su tremendo orden que mantenía en casa.

También he llegado a saber que en sus años mozos, se convirtió en un habilidoso mecánico de la Compañía Bananera, lo que aprovecho para cuando emigró hacia San José, incursionar en su propio taller mecánico, resaltando su trabajo y siendo reconocido por su sus colegas.

Falleció en San José, alrededor de 40 años antes de mi nacimiento. No lo llegue a conocer personalmente. La información que sé de él ha sido suplica oralmente y EN SU TOTALIDAD por mi abuela y mi papa, quienes conocieron personalmente al señor Pérez.

El hecho de no haberlo conocido, no quiere decir que no haya existido por cuanto yo estoy acá y ustedes me están leyendo. Lo cierto es que provengo de él porque estoy aquí en este tiempo y espacio. Mi bisabuelo contribuyo con la vida mi abuelo; mi abuelo con la vida mi padre, y mi padre con mi vida y por eso estoy acá.

De no ser por el testimonio de ellos, no tendría información de mi descendiente. De mi bisabuelo no existe mayor información que no sea la trasmitida oral y tradicionalmente,  por la escasez de prueba que pudiera constar en las instituciones públicas civiles; pero sé que existió porque mi abuela y mi papa me contaron de él (que sí lo conocieron) y porque yo estoy acá escribiendo. Siguiendo esa línea, eso quiere decir que yo provengo de una persona (mi bisabuelo) de la cual no conocí y de la cual no hay mayor información que la recibida por los testimonios de mi papa y mi abuela. Pero sé que existió físicamente porque yo existo físicamente. Es decir, yo mismo soy el testimonio vivo de la existencia del señor Pérez.

Es casi imposible corroborar su existencia a través de otros medios, debido al precario control de la población que existía en mi país, lo que hacía que incluso en los actos jurídicos en los que involucraban personas con cosas, no fueran públicos, ni el Estado supiera de ellos. En ocasión pasada, algo les había comentado en este artículo:

http://fulvida.com/varios/de-usuarios/el-error-de-la-especulacion-mesianica-cristiana

Pero desmeritar por falta de prueba científica la existencia de mi bisabuelo, o subestimar el testimonio de los mayores y reducirlos al grado de mito, sería afirmar que yo no existo tampoco; cosa que no es cierta, porque me están leyendo.

En mi propio caso, desconfiar de la veracidad al grado de la mitología de un antepasado es muy aventurado, y hasta cierto grado poco científico o metodológico; cuando no se obtiene pruebas directas de su vida; pues a través de otros elementos perfectamente se puede reconstruir su existencia en su tiempo y espacio. Tal y como en algún momento indique en el artículo anterior, en los años 1.700 en mi país; la población era censada con altos márgenes de errores pues no existían registros oficiales. Solamente vía testimonial o por declaración de parte se confiaba en que X era hijo de Y. Sin embargo esas declaraciones o testimonios eran tomados en cuenta para filiar persona a persona.

Por otro lado, hasta algunos héroes nacionales se sabe de ellos por esa vía, pues quedaron pocos registros de ellos. Caso en particular fue el señor Juan Santamaría, del cual se sabe de él por un testimonio de un sobreviviente de la campaña nacional de 1856 y por una pensión de guerra que se le otorgó a su señora madre, del cual quedo registrada documentalmente. Pero de su niñez, adolescencia y vida en general se sabe poco (hasta donde yo conozco).

En fin, para el caso, la confianza de TODA la prueba indiciaria (testimonial o tradicional vía oral) ayuda al investigador a reconstruir una verdad.

¿Qué pasa entonces con la Identidad del Noájida o el Código Noájida?

Exactamente lo mismo. Sabemos que las Leyes Universales están presentes, existen, son. No dependen de nada más que de ellas mismas para saber que ellas son y que el hombre tiene que ajustar su comportamiento a ellas.

Cualquier suceso pasado, presente o futuro, es perfectamente analizable a través de las Leyes Universales, pues no son leyes arcaicas o desactualizadas; regulan la conducta humana cotidiana y en cualquier espacio y tiempo, en relación con un límite necesario, para hacer del Humano un ser más allá de un animal instintivo. Son como la Declaración de los Derechos Humanos, que no varía ni cambia ni se disminuyen, que se reconocen solo por tener la condición humana.

El hecho de que no hayamos conocido sobre la existencia de Noé por los medios científicos tradicionales o actuales, ni que se haya descubierto prueba física contundente respeto al Diluvio Universal, no quiere decir que las Leyes Universales sean mito o que la identidad del gentil no sea, porque se estaría contraviniendo con la condición humana misma, reduciendo al humano a un animal más del reino animal sin límites mas que los que dicta el instinto natural; cosa imposible porque en estos momentos están haciendo uso de la comprensión de lectura a través de la vista, lo que en estos momentos está generando pensamiento en cada lector.

Nuestra capacidad de pensamiento, de raciocinio, de análisis, de no aceptar por “fe” lo que dictan los religiosos de turno, es prueba suficiente para demostrar nuestra propia identidad; nuestros límites de lo bueno y malo, nuestros frenos inhibitorios hacia algunas conductas por considerarlas NO BUENAS apuntan por si mismos al Código Noájida. ¿Qué persona, tribu, nación, familia, estado, etc ve como bueno el robo, el asesinato, el maltrato animal, el adulterio, la blasfemia o el politeísmo? Hasta el más desentendido de su identidad ve como MALAS esas conductas, aunque dicha persona profese religión o sea parte de cualquier tribu; porque no son normas impuestas socialmente o culturalmente, sino concienzudamente.

Ahora, negar la Identidad Noájida basándose en la inexistencia de Noé o del Diluvio Universal por falta de prueba científica, es exactamente como negar al bisabuelo por no tener prueba científica de su existencia. Si supeditamos la falta de existencia de La identidad Noájida y el Código Noájida a la falta prueba científica de existencia real de Noé o del Diluvio Universal, estaríamos afirmando que el hombre es un animal instintivo sin moral ni ética; cosa que no es cierta pues somos “Homo sapiens” con conciencia de estar vivos, y no “Homo erectus” cuya finalidad en la vida era únicamente sobrevivir.

Ahora, respecto de Noé y el Diluvio, como Noájidas conscientes, tenemos la libertad de elegir si confiamos en lo dicho por los mayores (los sabios judíos) respecto a su existencia, tal y como confiamos en nuestros mayores respecto de nuestros antepasados que no conocimos. O bien, podemos no confiar en sus nuestros mayores (los sabios judíos) respeto a su “versión de los hechos” respeto de Noé y el Diluvio; pero lo cierto es que desacreditar la Identidad Noájida y el Código Noájida por falta de prueba científica es un error, pues la sola conciencia del hombre de lo que es bueno y lo que no lo es, su capacidad analítica y racional, su espíritu de aventura  por la descubrir el Mundo, es prueba suficiente de su identidad única, no prejuiciada por la dictada por la religión, sino esa identidad “divina” que lo une a algo más que a materia y energía.

 

Sin título  (Descansa en paz bisabuelito. Sin haberte conocido yo te amo)

12 comentarios sobre “¿Cómo sabemos quien fue nuestro Bisabuelo o Tatarabuelo?”

  1. muchas gracias amigo luis por este texto.
    esperemos q se comprenda q el noajismo no se basa en creencias irracionales, ni en fe, ni en malabarismos emocionales y religiosos, pero que tenemos el derecho d epreguntar, indagar, cuestionar, analizar y avanzar con confianza.

  2. Muy cierto lo que explica usted querido amigo,no podemos pretender que el mundo de antes pudiera tener acceso a los mismos avances que tenemos hoy en día.
    La tradición oral y los testimonios son sumamente importantes ,puesto que esa era una de las formas en que se transmitía la historia en la antigüedad.

  3. Muchas gracias amigos..¡¡ Es placentero saber como la identidad de gentil así como los principios universales se sostienen por si mismos.

    Me gusta esa frase More: «avanzar con confianza»
    Así es Alviri, y hoy en día la prueba testimonial tiene gran valor a la hora de tomar decisiones los que detentan cierto poder. Así pues, no hay que desvalorizarla buscando «seguridad» (que dicho sea de paso, nunca se va a encontrar.)

  4. Si comparamos las 7 leyes con lo que predica el cristianismo. Observamos que las 7 leyes son inofensivas , al contrario son para crecimiento personal , para contribucion de embelecer nuestro Mundo. Pero si observamos las «leyes» cristianas , son todo lo contrario , son de sometimiento. Debes aceptar a dios (jesus) para ser salvo , (fuego eterno para el que no) , debes diezmar de manera obligada (si no estas robando a dios). Eres adoctrinado con falsos evangelios que descriminan y siembran odio hacia los Judios y hacia aquel que no cree en su dios , como hijos del diablo………. No se necesita ninguna prueba cientifica para discerner que en las 7 leyes no hay ni una pisca de odio , de sometimiento ,de amenazas , mas bien de Crecimiento. Gracias por el Post luis.

    1. muy cierto lo q comenta el amigo uriel, por eso debemos ser firmes en mantener la pureza del noajismo, para q no se contamine con cuestiones religiosas, ni fanatismos, ni sectarismos, ni cosas q atentan con la espiritualidad noajica.

  5. Gracias Diego, me gusta su texto. Un buen tema que aborda y que seguramente lo continuaremos para asentar la identidad. Las nuevas generaciones tenderán a ser mas pragmáticas y el carácter universal de las 7 debe formar parte de su patrimonio como lo es para nosotros. Un abrazo.

    1. Gracias More por el artículo vinculado. Sin haberlo leído antes, las conclusiones son las mismas. Es en la confianza de la tradición trasmitida por los mayores en lo que la persona puede recontruir una verdad.

      Pero hay algo más, la persona misma es prueba física de la tradicion trasmitida por los mayores.

      Gracias More.

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