¿Eres nada?

En muchas personas, de todas las edades, se puede distinguir un sentimiento de “no futuro”, lo que equivaldría a un “no sentido”, y al vivir vacío.
Algunos pueden enfocar este sentimiento en lo jóvenes, otros en los jubilados, también en los muy entrados en años, y para otros esto incluye a los adultos en “edad productiva”.
El vacío que se trata de llenar con compras, sexo casual, adquisición de títulos y saberes, paseos turísticas, ingestas desenfrenadas, likes en el Facebook, adicciones variadas, fanatismo de diversa índole, religiosidad y rituales, enfermedades, o cualquier otro elemento que pareciera servir como relleno para esa empanda hueca que resulta ser la propia existencia.

No es un sentimiento novedoso, no es producto de nuestra Era ni de las ideologías imperantes.
Supera las barreras de tiempo, espacio, creencia y se ubica con el hombre desde sus orígenes.

Tomemos como muestra tan solo un ejemplo bíblico.

"’Insignificancia de insignificancias’, dijo el Predicador; ‘insignificancia de insignificancias, todo es insignificancia.’
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su duro trabajo con que se afana debajo del sol?"
(Kohelet / Predicador 1:2-3)

No hay provecho en nada, todo es insignificante, banal, vacío.
Así como venimos, nos vamos.
Nuestra existencia es un destello mínimo, un puntito perdido en la infinitud del cosmos y los tiempos.
Nada vale, somos nada.
¿Qué es el futuro, entonces?
Una copia de este momento insufrible, más oscuridad, más falsas esperanzas, un tiempo para repudiar.
El vacío corroe, destruye, sumerge.
La impotencia está por todos lados y pareciera que nada logra escapar a ella.

Entonces, se sigue viviendo por inercia.
Apáticos, sin compromisos, faltos de ingenio y creatividad, encadenados al miedo, faltos de adaptación, rumiando esperanzas y promesas que se sabe nunca se concretarán.
Repitiendo al sabio de antaño:

"Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá; tal como vino, se irá. Nada de su duro trabajo llevará en su mano cuando se vaya.
Éste también es un grave mal: que de la misma manera que vino, así vuelva. ¿Y de qué le aprovecha afanarse para el viento?
Además, consume todos los días de su vida en tinieblas, con mucha frustración, enfermedad y resentimiento."
(Kohelet / Predicador 5:14-16)

Parece que lo único seguro es la inseguridad, la oscuridad, la impotencia.
De en medio de este torbellino de pesadilla emerge un supuesto salvador, un libertador, un viejo amigo (que con el paso del tiempo se volvió un feroz enemigo camuflado), el EGO.
Aquel que de manera natural está para socorrernos en momentos de impotencia, que nos ayudó a obtener atención y supervivencia en los primeros días de vida terrenal.
Se levanta como un dios, como un ídolo para ser reverenciado, al cual encadenarse, al cual amar, al cual temer, al cual adorar.
Seduce con sus promesas, invade con sus estrategias, paraliza en tanto provoca ilusiones de libertad.
Allí está el EGO, Ietzer haRá en la terminología tradicional, una pequeña zona primitiva de nuestro cerebro, que opera desde los abismos de la inconsciencia para arrastrarnos y esclavizarnos. Sus herramientas originales son mínimas, limitadas pero efectivas: llanto, grito, pataleo y desconexión de la realidad (con lo que se deriva de ellas). Con esto le da para convertirse en el rey y seguir su reinado de decepción y terror, pero con innumerables promesas de poder y bendición.

El EGO se inviste en dioses, ídolos, héroes, personas de renombre, líderes, clérigos, cualquier otro que sea un aparente fuente de poder o conecte con ella.
El EGO, al tiempo que hunde en la desesperación y el caos, promete paz y éxito.
Asegura ilusiones de bienestar y poder, mientras trabaja para mantener al hombre encerrado en su pequeñita celdita mental.
Estimula a desear el control de todo, incluso de aquello que no hay como controlar.

El hombre se siente vacío, nulo, nada, sin futuro.
Los días pasan a veces con promesas de un mejor tiempo, pero que no será en este mundo, o no en estas condiciones, o cumpliendo con X requerimientos que indudablemente resultarán en fracaso.
Quizás pueda parecer que sometiendo a otros, con hostigamiento, con violencia, con agresiones, provocando dolor y sufrimiento, se obtiene una dosis de poder. Pero no es real. Es una ilusión de poder, que probablemente tiene sus efectos materiales pero en poco y nada sirve para elevar al hombre por encima de su angustia, de su miedo, de su sentirse vacío y condenado a la impotencia.

¿Cómo salir de esta prisión?
Hemos dado varias pautas a lo largo del tiempo que encontrarás en este hogar.
Quizás quieras compartir con nosotros algún resumen de lo que públicamente compartimos y a ti te ha servido para construir shalom en tu vida.

11 comentarios sobre “¿Eres nada?”

      1. Asi es profe. A mi tb.
        Re-conocernos es clave. Y no creerse super poderoso, sin siquiera poder controlar lo q está a nuestor alcance.

  1. Haciendo un resumen muy resumido, comprender que la espiritualidad no son rituales, mantras en sanscrito, rezos en kototama ni la meditación ni confesarle al sacerdote, ni el temor a infiernos ni diablos, ni el miedo de hacer las cosas por temor a las represalias. Sino comprender que lo espiritual es buscar el amor, la justicia y la verdad para construir un mundo mejor por medio de nuestras relaciones con los demás y con el mundo. Hacer lo correcto sin motivaciones de pensamiento mágico tras bambalinas, sino porque hacer lo correcto es lo correcto.

    http://fulvida.com/2007/12/26/construir-shalom-2/
    http://fulvida.com/2008/05/25/consejos-saludables-para-constructores-de-shalom/
    http://fulvida.com/2012/11/16/de-la-retribucin-divina/

    Esos son los enlaces que mas me han ayudado a ir comprendiendo eso. Junto con todo el material en la sección de «empieza aquí».
    Muchas gracias Moré.

  2. A mi tampoco hace falta que me describan la impotencia, las ansiedades, los deseos vehementes de que todo termine.

    Y hay estas cosas que quiero compartir, que me han sido de gran ayuda: salir de la ignorancia respecto a mi EGO y su mecanismo de funcionamiento, lo que implicó invertir tiempo en las lecturas referentes en este sitio; desviar mi atención de lo que me hacía sentir impotente o frustrado, hacia una buena lectura de fulvida, o caminar, o hacer algun deporte, o dedicarme con atención en alguna otra actividad que aunque no me hiciera quitarme esa sensación de impotencia lograba canalizarla adecuadamente.

    Gracias More.

  3. La Nasa se preocupa por llevar robots para la exploracion en Marte y olvido que este mundo esta lleno de robots que no exploran ni sus propias vidas!

    Gracias Maestro.

  4. Para salir de esa «prisión» es necesario percatarse de que se ésta adentro, detenerse un momento para conocer a esa «prisión», comprender como hemos llegado hasta allí y qué es eso que nos mantiene adentro.

    Entender que no se sale mágicamente, y sobre todo detenerse momentáneamente, porque ocasionalmente se puede creer que se actúa en libertad pero en realidad puede ser una fantasía más para mantenernos preso.

    Requiere también empezar a mirarse a si mismo, tarea No fácil… ¿mirarnos?,

    la «prisión» ha puesto su impronta en nuestra imagen, por ello es preciso intentar ir más allá de la misma, es imprescindible descubrir nuestra esencia para encontrarnos con Todo su valor

    …y deteneros nuevamente allí para palparla, sentirla, valorarla, y amarla, otra tarea que precisa des-aprender, para aprender, para realmente empezar vivir.

    Entonces se dejará de ser ¿nada? o por lo menos de identificarnos con las cáscaras (improntas de la prisión)que nos cubrían hasta entonces, sin embargo la tarea no habrá terminado, es allí cuando realmente empieza, y desde ese momento ocasionalmente experimentaremos la dulce y placentera «libertad» tan real, tan diferente, tan anhelada, tan al alcance y hasta entonces tan desconocida.

    Aprenderemos que no somos omnipotentes, aunque potente: SI, para dejar que todo el potencial que llevamos en nuestra esencia se haga manifiesto, mediante actos de bien de bondad y de justicia, con el prójimo pero también con nosotros mismos. No habrá recompensa por ello, más allá del placer de «ser lo que somos» y de «poder hacer» lo que esta en nosotros en la medida de nuestras posibilidades.

    Ocasionalmente será necesario permitirnos sentir, no negar nuestras emociones, nuestros miedos, y sentirlos implica contemplarlos sin juzgar, aprender a dejar fluir lo incontrolable, descubrir esas respuestas instintivas tan a la mano, mirarlas con atención y en la medida de lo posible cuando nos percatamos de ellas, buscar una respuesta acorde a nuestra esencia, como constructores de shalom.

    Entonces estaremos comenzando a disfrutar de la verdadera libertad.

    Para mi el valor de éste hogar es incalculable, pura vida, un ejemplo palpable de un acto de justicia y de bondad para con el prójimo, no fantasías, no promesas de sanidades, …un Gracias parece ser tan poco.

    Pero sin embargo Gracias moré… por su aporte a la construcción de shalom, por Todo lo que Fulvida y Ser Judío aportan al mundo.

    Muchas Gracias!!!

  5. Yo considero que hay cosas necesarias e innecesarias. Las necesarias serian hacer las compras que requiero para vivir fisicamente; pero innecesario o malas compras pueden ser aquellas que sólo se hacen por vanidad, Es mas saludable salir con los hijos a jugar o correr en cada semana. Que llevarlos de vacaciones 1 vez al año. La verdad es que yo si he sentido que la vida es extraña y dificil sobretodo cuando se centra el ser humano en ser feliz con los placeres equivocados; ya que lo que verdaderamente da shalom a nosotros y a la sociedad puede ser gratis en muchos casos, desde un saludo afectuoso diario; compañerismo y ayuda mutua en el trabajo.

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