`
El EGO puede jugarnos malas pasadas cuando nos hace creer que somos todopoderosos o por lo menos brujos al estilo de Harry Potter.
Es muy común ver ahora en las redes sociales y en ciertos grupos “esotéricos” o “espirituales”, la declaratoria de que van ser multimillonarios, que tendrán a determinada pareja, etc. Ahora las redes sociales están inundadas de esos “oráculos” y “magos” que piensan que con “oración” y concentración máxima obtendrán las cosas como si se tratara por arte de magia.
A veces la realidad puede ser tan dolorosa y difícil para las personas, que piensan que con pociones mágicas y hechizos van a poder lograr las cosas; dejan de lado el hecho de que si quieren una buena relación de pareja, deben de comenzar por mejorar ellos mismos, que si quieren tener dinero, deben de trabajar muchas horas y sacrificar muchas cosas para poder tenerlo, y no se ponen a pensar, que inclusive el tener dinero no es que haga la vida más sencilla, pues a la par del dinero vienen las envidias de las personas, los estafadores que buscarán despojar a las personas de sus bienes, etcétera.
Hay quienes se van al “Feis” y “decretan” treinta días, trescientos sesenta días… de prosperidad y abundancia, como si con esas soluciones instantáneas realmente se lograran las cosas. Luego nos preguntamos el por qué hay tantos divorcios, asesinatos, estafas, etc. La gente anda frustrada por la vida porque vive en un ensueño, piensan que eventualmente obtendrán la felicidad absoluta, y no se dan cuenta que esa felicidad absoluta no es sino un ideal que nunca se podrá alcanzar, y que mientras tanto los años pasan y la vida se les va de entre las manos.
Está bien que quieras ser feliz, está muy bien que quieras ser próspero, pero lo que no está bien es que pienses que hay caminos rápidos a la prosperidad, o que ya porque “decretas” todas esas maravillas en tu vida, que entonces se van a dar.
Amigo lector, no caigas en esos juegos pueriles de quienes viven desconectados de la realidad con altas dosis de Disney y pocas dosis de realidad. Su vida se basa en idealizar personas u objetos perecederos, que cuando cumplen su función y dejan de existir o simplemente se van, las personas caen en estados de depresión severísimos y piensan que el mundo se les vino encima.
No existe una panacea ni una pomada canaria para vivir una vida de felicidad eterna en este mundo, lo que sí existe es la actitud que nosotros adoptemos hacia las circunstancias. Tampoco se trata de suprimir las emociones o ignorarlas, porque eventualmente saldrán, quizás no por medio de unas lágrimas sinceras, pero podrían darse sintomatizaciones a nivel corporal, como úlceras, infartos, etc.
En vez de buscar soluciones rápidas y conyunturales, busca soluciones a largo plazo, trabaja en ti mismo con esfuerzo y dedicación y no caigas en el juego del EGO de buscar la cultura del microondas, que lo que busca es generar vacíos en las personas para que sean llenados con bienes y servicios que quizás no ocupemos en realidad, pero que por esas falsas necesidades que el sistema y nosotros mismos nos creamos, contribuimos a seguir incrementando la cultura del microondas.