Terafim, trofeos del EGO

«(19) Labán se había ido a esquilar sus ovejas, y Raquel [Rajel] hurtó los TERAFIM de su padre.
(20) Además Iaacov [Jacob] engañó a Labán el arameo al no decirle que se iba.
(21) Huyó, pues, Iaacov [Jacob] con todo lo que tenía. Y levantándose cruzó el Río y se dirigió a la región montañosa de Galaad.
(22) Al tercer día le informaron a Labán que Iaacov [Jacob] había huido.
(23) Entonces tomó consigo a sus parientes y fue tras él en el camino, por siete días, y lo alcanzó en la región montañosa de Galaad.
(24) Aquella noche Elokim vino en sueños a Labán el arameo, y le dijo: ‘Ten cuidado, no hables a Iaacov [Jacob] ni bien ni mal.’
(25) Alcanzó, pues, Labán a Iaacov [Jacob], quien había instalado su tienda en el monte. Y Labán también instaló sus tiendas en el monte Galaad.
(26) Entonces Labán dijo a Iaacov [Jacob]: -¿Qué has hecho? ¡Me has engañado al traer a mis hijas como cautivas de guerra!
(27) ¿Por qué has huido a escondidas, engañándome, sin avisarme? Yo te habría despedido con alegría y cantares, con tamborín y con arpa.
(28) Ni siquiera me has dado la oportunidad de besar a mis hijos y a mis hijas. Ahora pues, has actuado locamente.
(29) Yo tengo poder para haceros mal, pero el Elokim de tu padre me habló anoche diciendo: ‘Ten cuidado, no hables a Iaacov [Jacob] ni bien ni mal.’
(30) Y ya que te ibas definitivamente porque tenías tanta nostalgia por la casa de tu padre, ¿por qué me has robado mis DIOSES?
(31) Iaacov [Jacob] respondió a Labán y dijo: -Yo tuve miedo, pensando que quizás me arrebatarías a tus hijas.
(32) La persona en cuyo poder halles tus dioses, que muera. Reconoce en presencia de nuestros parientes lo que yo tenga que sea tuyo, y llévatelo. Iaacov [Jacob] no sabía que era Raquel [Rajel] quien los había robado.
(33) Entró, pues, Labán en la tienda de Iaacov [Jacob], en la tienda de Lea y en las tiendas de las dos siervas, y no los halló. Saliendo de la tienda de Lea, fue a la tienda de Raquel [Rajel].
(34) Pero Raquel [Rajel] había tomado los TERAFIM , los había puesto en la montura de un camello y se había sentado encima de ellos. Labán, pues, rebuscó toda la tienda y no los halló.
(35) Entonces ella dijo a su padre: -No se enoje mi señor porque no pueda levantarme delante de ti, pues estoy con la regla de las mujeres. Buscó, pues, los TERAFIM, pero no los encontró.»
(Bereshit / Génesis 31:19-35)

TERAFIM, que en la pronunciación idish y yemení es TEROFIM, se suele traducir como ídolos domiciliarios, penates, imágenes oraculares, estatuas de cuerpo o bustos.
Sin dudas que así los vemos funcionar en otras partes del Tanaj (Shoftim 18, I SHmuel 19, entre otros), y también Labán el Arameo informa que los TERAFIM que le fueron sustraídos eran dioses para él.

Pero para los comentaristas no está muy claro el origen y sentido de la palabra.
Por supuesto que todos giran en torno a lo mismo, a que es algún objeto de idolatría, pero sin especificar en concreto.

Resulta llamativo que existe una palabra en otros idiomas que pareciera provenir de la voz TERAFIM: trofeo (trophy inglés, trophée francés, pras hebreo, trophäe alemán, trópaio griego moderno, trofyeĭ ruso).

En latín se encuentra “tropaeum”, a su vez del greco “tropaion”, que sería el botín de guerra, lo que testimonia el triunfo.
Podían ser armas, escudos, pertenencias, partes del cuerpo, esposas, hijos, que fueran de los derrotados, etc.
También odas que se escribieran en honor a los vencedores, piezas de arquitectura (recordemos el tristemente célebre Arco de Triunfo de Tito, vencedor de Judea y saqueador del Santo Templo), estatuas, medallas, coronas de laureles, copas, etc.
Actualmente los trofeos son variados y muchos conocidos: el Óscar, la Copa del Mundo, medallas de atletas olímpicos, copas, dinero, contratos publicitarios, etc.

Resulta que, según modestamente entendemos, desde el EGO parte el deseo insaciable de conquistar TEROFIM, trofeos.
Es una manera del EGO para manipularnos, dominarnos, someternos, mantenernos bajo su yugo despótico.
Vivimos afanosos por alcanzar trofeos, cada cual puede reconocer aquellos que persigue.
Están los que llenan sus paredes de medallas deportivas, los que tienen títulos enmarcados y a la vista de todos, los que impresionan con bibliotecas repletas, los que coleccionan mujeres u hombres en relaciones ocasiones, los que se glorían con su dinero, los que muestran sus autos, los que hablan incesantemente de sus logros, los que no tienen más logros que mencionar aquello que hacen o harán sus hijitos, los que no tienen nada para mostrar pero se esconden detrás de los supuestos milagros y poderes de sus dioses y pastores, los enfermos que acumulan basura o enfermedades, los adictos que se regodean con los tipos y cantidades que consumen, los asesinos seriales con sus desquiciados actos, etc..
Todos vamos en busca desenfrenada por adquirir nuestros trofeos.
Para la gran mayoría es lo que da sentido a la vida.

¿Qué es del atleta glorioso el pasado cuando la vejez corrompe su vitalidad?
¿Qué del rico que recuerda desde su pobreza el pasado más lustroso?
¿Qué del guerrero que está vencido?
¿Qué del que hacía de su profesión o trabajo su carta de presentación y ahora es jubilado?
¿Qué del mujeriego que ya no está más vigente como “conquistador”?
¿Qué de la estrella del espectáculo que ahora es ignorando o en infama?

El problema real es cuando hacemos de los trofeos nuestros dioses.
Cuando el resto de la vida no cuenta, sino solamente adularnos con la adoración a esos terafim.

Se pueden llevar nuestras riquezas, nuestra familia, nuestra dignidad… nos enojamos pero no nos desesperamos como cuando alguien se atreve a tocarnos a nuestros terafim.
¡Ahí saltamos como locos!

La vida deja de tener sentido.
Se nos acabó…
Porque depositamos nuestra esperanza, nuestro ser, nuestra permanencia en esas victorias aparentes, en esos botines de guerra, en esas medallas, en ese dinero, en ese renombre, y nos olvidamos de todo lo que es realmente importante.

Ahora sabes que existen los TERAFIM y que no son meramente ídolos, ni imágenes de dioses, ni la tontería de los adoradores de estatuas, sino que es algo común, cotidiano, que también te afecta a ti.
Ahora que lo sabes, puedes hacer el ejercicio de ver cuáles son tus terafim, a que le estás dando ese lugar privilegiado en tu vida, que es lo que consideras sagrado porque te da la ilusión de bienestar y poder.
Hazlo, cuando quieras y puedas.
Luego podrás ver como eliminar esa idolatría de tu vida y empezar a llevar una existencia más plena.

Si quieres compartir tus ideas, comentar cuales son tus terafim, aquí me tienes.
Hasta luego.

17 comentarios sobre “Terafim, trofeos del EGO”

  1. en mi caso,un objetivo se convierte en una obsesión hasta que me complico demasiado y lo qu comenzó como un aliciente se convierte en un callejón sin salida, por ej:mi sueño postergado,mi afán por ser aceptada,mi imágen ante los demás y demas tonterías,porque al final comprendo que son ilusiones proyectadas del ego

  2. Los trofeos que un deportista expone , son logros obtenidos al final de la competencia , gracias a su disciplina , dedicación y empeño. Como el profesional , ya sea este medico , que expone su grado , postgrado , master o alguna especialización.

    Pero aquellos o aquellas personas plasticas , que ganan o participan en certamenes como Miss univero , mr universo , miss tanga , miss cola redonda…….. Certamenes donde el esfuerzo se plasma en el quirofano.

    Aunque hay que reconocer que en la mayoria de los casos la fama se caracteriza por embrutecer a las personas.

  3. Yo me licencié en educación mención inglés, mi titulo no tengo idea en qué parte de la casa está, pero sé que está en algun lugar guardado, a diferencia de otras personas que lo cuelgan en el lugar más vistoso de la casa, y luego hacen de su título su primer nombre «Mucho, gusto, mi nombre es Lic… Dr… Ing… Fulano de Tal».

    Cuando fui a visitar al Moré recuerdo haber visto su titulo colgado en una pared nada vistosa del apartamento, apenas noté que tenia su titulo alli.

    Siempre me ha llamado la atención de los padres que exhiben los logros de sus hijos como suyos, y escriben en los carros «Mi hijo es Licenciado!!!» «Tengo iun hijo Dr».

  4. Jhona , siendo honestos. (con respeto hacia usted amigo)

    1- Si el titulo en mencion fuese de Harvard con honores , cree que hubiese tenido el mismo destino ?

    2- Realmente queria estudiar Ingles ? ( A veces escogemos alguna especializacion ajena a lo que realmente deseamos. Sea por economica u otra razon)

    @More:

    No se si en Fulvida lo comente en alguna ocacion:

    Cuando perteneci a las fuerzas Armadas de mi pais , fui condecorado por el gobierno en 5 ocaciones , lucia en mi uniforme lo que me habia ganado honestamente y con bastante esfuerzo. Como tambien senti admiracion y respeto por aquellos compañeros condecorados por la Guerra. Fuese por haber sido heridos en Combate u otra clase de reconocimiento.

    No se , si sea mi Ego el que me este dirijiendo en estas palabras. Pero esperare a que mi hijo crezca para mostrarle los logros de su padre , que esa fue parte de mi recompensa al buen desempeño , que al ser humano se le pueden hacer reconocimientos , enseñarlos y no perder jamas su humildad!

  5. lo felicito amigo!
    no solo por las medallas, sino pq entiende q no son ellas lo reallmente importante, sino educar a su hijo a alcanzar logros e igualmente ser humilde!!
    esto es un verdadero exito!
    las medallas demuestran su merito, su valor, las buenas cosas q hizo por su pais, pero no quien es ud.
    el educar a un hijo en el camino del bien y la humildad, es grandioso!
    adelante!

  6. Contestando su pregunta,pido dirección a mi Padre Eterno,cuando son cosas sencillas,generalmente llegan respuestas muy pronto,a travez de leer un artículo inspirador como los que ud escribe o alguien dice «algo» que me llega y listo.El problema surge cuando se trata de cuestiones más delicadas como mudarme a otro sitio o problemas de pareja por ejemplo.Allí indefectiblemente aparece el famoso ego y no me permite ver la solución que quizas la tengo delante de mi.

  7. por el fruto que producen,ya sea en mí o en mi entorno,por supuesto no es que «ya lo tengo» «esto es» porque siempre se puede corregir o mejorar,pero como le escribí antes donde me quedo estancada es en las decisiones «importantes» que debo tomar.Para ser más explícita en otro momento en la sección de PREGUNTAS de este blog me puedo explayar y ser concreta.Con respecto a si hay una fórmula creo que no la hay,lo que a mí me ha funcionado antes es la oración,el ayuno y la meditación de la biblia,en mis tiempos de cristiana,en especial cuando era jovencita y buscaba a D–s con toda la frescura y la pureza de corazon y encontraba la repuesta adecuada a muchas situacionesque viví,en muchas otras me equivoqué bastante,y ahora veo que actuó el ego con sus miedos y trampas; ahora en mi adultez me siento más compleja,cauta y hasta desconfiada y me hago las mismas preguntas que ud. me hace¿es cosa mía o la voluntad del Padre?¿es un engaño del ego?Si ud me puede guiar en este sentido le estaré agradecida.

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