Existen escasas -aunque contundentes- pruebas documentales acerca de la llamada “Solución final” por los nazis que no fue, sino, otra cosa que la fría, implacable y precisa planificación de la Shoá (Holocausto) del pueblo judío.
Las pruebas del horror
Si el “Diario de Ana Frank” es un testimonio particular y personal, conmovedor y, desde el punto de vista histórico, podría clasificarse de testimonio contemporáneo a los hechos. También es cercano a la Historia Oral -que tanto ha servido para la reconstrucción de las vivencias cotidianas, dentro del campo de la historiografía contemporánea, especialmente-.
Los llamados “Protocolos de la Conferencia de Wannsse”, son una demoledora confesión de la preparación y planificación del crimen del régimen nacionalsocialista contra el pueblo judío. No significan que eso se iba a perpetrar, sino que, en su ya comenzada perpetración, se iba a intensificar. Por cuanto dicho crimen -el genocidio- ya se estaba realizando desde, al menos, el establecimiento de las leyes raciales de Nuremberg. En efecto, aquí, al organizar lo que será la etapa final o “Solución final” del exterminio los dirigentes nacionalsocialistas, confiesan de plano.
La confesión del horror y el delito no era lo que pretendían los jerarcas nazis, por supuesto. En realidad, no deseaban dejar huellas de sus manos manchadas en sangre, pero es lo que sucedió: la tinta reveló la sangre.
Mundos narrativos y ucronías interesantes
Respecto al hermetismo buscado, hay unas interesantes reflexiones noveladas en la obra «Patria», de Robert Harris. Que es una ucronía (un género narrativo que se caracteriza porque, la acción, se desarrolla en un mundo formado a partir de un momento del pasado, en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como sucedió en el mundo real), en la que se muestra una trama policial con el trasfondo político de Wannsee… veintidós años después. Se trata de una Europa que vive los años sesenta del pasado siglo y, en la cual, Alemania habría ganado esencialmente la II Guerra Mundial. La URSS, tras los Urales, mantendría una resistencia a base de guerra de guerrillas, y los Estados Unidos quedarían al margen.
Pero, todo ese escenario narrativo, sólo es la excusa argumental del autor para imaginar una dimensión mayor del horror, una imaginación que la Historia no puede permitirse pero la novela sí: que hubiese podido suceder si lo preparado en Wannsee hubiese tenido éxito -lo cual implicaba la victoria alemana, por eso Harris establece ese escenario narrativo, ese mundo posible que es la ucronía dentro de los mundos posibles literarios, a medio camino de éstos y la ciencia-ficción.
Hay más novelas sobre el tema del Tercer Reich y las ucronías como «El hombre en el castillo» de Philip K. Dick, o «En presencia de mis enemigos» de Harry Turtledove toca el tema de una Alemania nazi victoriosa y… cómo sobreviven de manera oculta y estremecedora unos pocos judíos que escaparon a la Shoá.
Pero la Conferencia de Wannsee anda lejos de la ciencia-ficción y de la ucronía narrativa, fue algo que sucedió y sabemos como y por qué sucedió, contemplemos primero el escenario: los lagos de Wannsee al oeste de Berlín.
Los lagos de Wannsee
El nombre Wannsee (en alemán: Großer Wannsee) se refiere a un conjunto de dos lagos que se encuentran al suroeste de la ciudad de Berlín, en una zona de recreo de los berlineses, los dos lagos se hayan unidos entre sí, dependen en lo hidrográfico del río Havel y dan nombre al distrito en el que se localizan. De ambos lagos, el mayor se denomina Großer Wannsee (Gran Wannsee) y el menor Kleiner Wannsee (Pequeño Wannsee), tatno uno como otro se encuentran en el río Havel, solamente están separados por el puente de Wannsee.
La zona de Wannsee, como se ha dicho, resulta ser un punto central de recreo y ocio para los berlineses, sus aguas y sus bosques forman ya un atractivo natural. Por eso los berlineses adinerados tenían y aún tienen en él palacetes, mansiones, segundas residencias y hasta casas de campo, para pasar allí sus momento de ocio, sea vacacional o sea de fin de semana.
En Wannsee se encuentra también un notable conjunto artificial, ideado y construido por Richard Ermisch -arquitecto, diseñador y pintor- y su colega Martin Wagner -arquitecto y urbanista, adherido al expresionismo-, se trata del Strandbad Wannsee, construido entre 1920 y 1930, todavía durante la República de Weimar, y es un centro lúdico y de diversión, con una serie de edificios alargados y bajos que recuerdan a una sucesión de dunas, el Strandbad Wannsee presenta una de las playas artificiales más largas de Europa.
Actualmente, dentro del distrito de Wannsee, el edificio donde se reunieron los jerarcas nazis, para preparar la Shoá, se ha convertido en monumento conmemorativo, es una casa-museo y centro educativo respecto a la Shoá..
La reunión en la Villa Marlier
En el distrito de Wannsee se halla la Villa Marlier, un edificio construido a principios de la I Guerra Mundial, entre 1914 y 1915, fue el lugar escogido por Reinhard Heydrich -jefe de las SD y la Gestapo; el jefe del conjunto de las SS era el Reichsführer Heinrich Himmler- para organizar una reunión. La reunión la había ordenado el Reichsmarshall Hermann Göering, sin duda a iniciativa de Hitler -en esa época Göering era el «primero» en la linea sucesoria de Hitler-, y su motivo era abordar que «solución» encontrar al «problema judío» -que solo era problema para los nazis y su delirante cosmovisión antagónica-.
Heydrich convoca la reunión en la Villa Marlier, en enero de 1942, y llama a todos los oficiales superiores nazis cuyos departamentos se verían, presumiblemente, implicados en la preparación y ejecución de la llamada «Solución final», que no es otra cosa que el exterminio de los judíos de toda Europa. No solo de la Europa ocupada en esos momentos por los nazismo, sino …de toda, así se hablan de países no beligerantes o neutrales como España, Portugal, Suiza, Suecia, o Turquía, por ejemplo.
Lo cual demuestra, ya, que se trata de la previsión de un acto sacrificial monumental -a escala inimaginable- y que, además, incluía, sin el menor complejo, a países donde teóricamente los nazis no tenían ninguna autoridad. Ni por si misma, ni por «derecho de conquista».
Lo que indica, a su vez, que la idea era aumentar exponencialmente el genocidio, que ya se estaba ejecutando, y que, se contemplaba, el continuarlo y acabarlo tras el fin de la guerra. Luego, la excusa que dan algunos elementos revisionistas respecto a que, en esa reunión, se trata «simplemente» de preparar “medidas” de «precaución» para aislar a «enemigos potenciales» en «campos de prisioneros se derrumba absolutamente. Ni Irving, ni Garaudy -si bien, este último más matizable- ni otros revisionistas pueden hacer nada frente al clamoroso testimonio que representan los protocolos de Wansee,
Las convocatorias de Wannsee
Es el Reichsmarshall Hermann Göering, en 1942 segundo de Hitler, quién se encarga de convocar la reunión, lo hace “puenteando” al Reichsführer de las SS Heinrich Himmler -con quién mantenía una enconada lucha por ser el previsible sucesor de Hitler y, entre tanto, su segundo- y encargando la cuestión al jefe de las SD y la Gestapo Reinhard Heydrich, que será el convocante directo de los jerarcas de aquellos departamentos del régimen que considere afectados en la cuestión.
Convocatoria y asistencia a la reunión
¿Por qué la orden por escrito no sale directa de Hitler? Pues para no mancharse las manos, por eso se lo encarga a Göering. Éste, que tampoco desea figurar demasiado directamente pero sí ejecutarlo a complacencia de Hitler se lo encarga a Heydrich -así le hace un feo a Himmler, y, además, da poder ejecutivo a su máximo rival dentro de las SS que era, también, su teórico segundo, ni más ni menos, que el el jefe de la Gestapo y las SD… Reinhard Heydrich-.
La carta de Göering -que es de julio de 1941- a Heydrich dice lo que sigue:
Berlin, 31 de Julio de 1941
Der Reichsmarschall des Großdeutschen Reiches
[Mariscal del Gran Reich Alemán]
Beauftragter für den Vierjahresplan [Plenipotenciario para el Plan Cuatrienal]
Vorsitzender des Ministerrats für die Reichsverteidigung [Presidente del Consejo de Ministros para la Defensa del Reich]
Al Jefe de la Policía de Seguridad y del SD
SS Gruppenführer Heydrich
Berlin
Complementando la tarea puesta a su cargo en el edicto fechado el 24 de enero de 1939, y che consiste en resolver la cuestión judía de la manera más conveniente posible, dada las condiciones presentes, por medios de emigración, o de evacuación, le encargo que efectúe los preparativos necesarios relacionados con la organización y los aspectos prácticos y materiales, con objeto de conseguir una solución global [Gesamtlösung] de la cuestión judía en las esferas de influencia alemana de Europa.
En la medida en que esto atañe las competencias de otras instancias centrales, éstas deberán ser involucradas.
Le encargo, además, me someta con rapidez un plan global de las medidas prácticas materiales y de organización, para la ejecución de la deseada solución final [Endloesung] de la cuestión judía.
GÖERING
Primera Carta de Reinhard Heydrich convocando la reunión
A su vez Heydrich convocó a los departamentos que consideró adecuados para el “encargo” y escribió, a su vez, este modelo de comunicado a los asistentes:
Jefe de la Policía de Seguridad Berlín SW 11, 29 de noviembre de 1941
y del SD Prinz-Albrecht-Str. 6
IV B 4 – 3076/41g (1180) Personal
Señor
Subsecretario de Estado Luther
Ministerio de Asuntos Exteriores
Berlín
Estimado Parteigenosse [miembro del Partido] Luther:
Con fecha de 31 de julio de 1941 el Reichsmarschall des Grossdeutschen Reiches (Mariscal del Gran Reich alemán) me encargó que efectuara, junto con las otras «instancias centrales» pertinentes, los preparativos necesarios relacionados con la organización y los aspectos prácticos y materiales para conseguir una solución global de la cuestión judía en Europa, y que le sometiera con rapidez un plan global a estos efectos. Adjunto fotocopia de dicho mandato.
Considerando la extraordinaria importancia de estas cuestiones, y a fin de llegar a un acuerdo con las instancias centrales pertinentes sobre los aspectos relacionados con esta solución final, sugiero que estas cuestiones sean objeto de una discusión conjunta, especialmente en razón de que desde el 15-10-1941 ya se están evacuando continuamente judíos del territorio del Reich, incluido el Protectorado de Bohemia y Moravia, hacia el Este.
Por lo tanto, lo invito a asistir a un encuentro con este fin, seguido por un desayuno, el 9 de diciembre, a las 12.00 horas, en la oficina de la Comisión Internacional de la Policía Criminal, Berlín, Am kleinen Wannsee Núm. 16 [tachado a mano y corregido] Am Grossen Wannsee Núm. 56/58.
[Anotación manuscrita: Calle cambiada después de una llamad telefónica del Sturmbannführer (mayor) Günther el 4 de diciembre de 1941.]
He enviado cartas del mismo tenor al Gobernador General Dr. Frank, al Gauleiter Dr. Meyer, a los Secretarios de Estado Stuckart, Dr. Schlegelberger, Gutterer y Neumann, como también al Reichsamtsleiter Director Dr. Leibbrandt, al SS-Obergruppenführer [teniente general] Krüger, al SS-Gruppenführer (general de división) Hoffmann, al SS-Gruppenführer [general de división] Greifelt, al SS-Oberführer [general] Klopfer y al Director Ministerial Kritzinger.
¡Heil Hitler!
Atentamente
[fdo. Heydrich]
Segunda y definitiva carta de Heydrich convocando la reunión
Reinhard Heydruch tuvo que suspender la reunión prevista para el 9 de diciembre de 1941, así que vuelve a escribir a Luther para volver a convocarlo, ahora sí, el 20 de enero de 1942, obviamente deseaban pasar las Navidades sin “trabajo”, está es la segunda carta de Heydrich a Luther:
Jefe de la Policía de Seguridad y del SD
Praga,
8 de enero de 1942
C.d.S. B. No. 18/42
Señor
Subsecretario de Estado Luther
Ministerio de Asuntos Exteriores – Berlín
Estimado Parteigenosse [miembro del Partido] Luther:
La reunión sobre la solución final de la cuestión judía y las preguntas relacionadas prevista para el 9 de diciembre de 1941 tuvo que ser cancelada a último momento, debido a ciertos acontecimientos que fueron dados a conocer repentinamente y que hicieron imposible la asistencia de algunos de los señores invitados.
Dado que el debate de los asuntos en cuestión no permite dilación alguna, lo invito nuevamente a una reunión, seguida por un desayuno, el 20 de enero de 1942, a las 12.00 horas, en Berlín, Am Grossen Wannsee 56-58.
El círculo de señores invitados e indicados en mi carta anterior queda sin cambios.
¡Heil Hitler!
Atentamente
[fdo. Heydrich]
Transcripción de las anotaciones manuscritas:
Arriba:
Sello rojo “Secreto”.
Sello del Ministerio de Asuntos Exteriores, Sección D III, 12 de enero de 1942
1) Pg [Parteigenosse (miembro del Partido)] Rademacher para su información [zur Kenntnis]
2) W.V. [Wiedervorlage (Presentar nuevamente)] 18/1 [18 de enero]; tachado, luego: 19/1 morgens
[19 de enero por la mañana]
[Rubricado por Luther]
Vorgemerkt [tomado nota de] luego rubricado y fechado 14/1 [14 de enero] por Rademacher
Abajo:
D III 709.g [número de archivo]
Protocolo de la reunión aún pendiente.
Archívese por el momento [z.d.A./ zu den Akten]
Rubricado y fechado 21/1 [21 de enero] por Rademacher
A partir de aquí la reunión ya no se dilató más en el tiempo, tal y como se había previsto se llevó a cabo en la Villa Marlier el veinte de enero de 1942. Los allí reunidos plasmaron en papel y -según algún testigo más “vivamente” de palabra- cual era su “Solución final” para un problema inexistente, más allá del ideario de su religión política. Sacrificaron a millones de personas por pura paranoia que, además, lo fue colectiva.
El comienzo de la reunión de Wannsee
Una vez convocados por Heydrich, se reunieron en la Villa Marlier los jerarcas implicados en dar forma a eso que Göering -y seguramente Hitler- llamaban “solución global a la cuestión judía”. Según el periodista Eugeni Xammar, Hitler, en una entrevista antes de su acceso al poder, había exclamado respecto a si pensaba resolver la “cuestión judía” a garrotazos lo que sigue: “Ojalá -responde Hitler- , si no fuera porque hay demasiados. El progromo es una gran cosa, pero hoy por hoy ha perdido buena parte de su eficacia medieval” (Eugeni Xammar, citado por Rosa Sala Rose en “Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo”, pág. 245, Editorial Círculo de Lectores, Barcelona 2005)
Quienes participaron, quién dirigía ejecutivamente y cuales eran sus intenciones
El siguiente documento y listado muestra quienes fueron los participantes en la conferencia y que acudieron a la convocatoria así como a que departamentos representaban:
Geheime Reichssache
(Documento secreto del Reich)
30 Copias
copia no. 16
PROTOCOLO DE LA CONFERENCIA
I. Han participado en a la conferencia sobre la Solución Final (Endlösung) de la cuestión judía que tuvo lugar el 20 de enero de 1942 en Berlin, Am Großen Wannsee N° 56-58, las siguientes personas:
- Gauleiter Dr. Meyer Reichsamtsleiter Dr. Leibbrandt [El Director de la Oficina del Reich]: Reichsministerium für die besetzten Ostgebiete [Ministerio del Reich para los Territorios Ocupados del Este]
- Secretario de Estado Dr. Stuckart: Ministerio del Interior del Reich
- Secretario de Estado Neumann Beauftragter für den Vierjahresplan: [Plenipotenciario para el Plan Cuadrienal]
- Secretario de Estado Dr. Freisler: Ministerio de la Justicia del Reich
- Secretario de Estado Dr. Bühler: Gabinete del Gobernador General
- Subsecretario de Estado Luther: Ministerio de Asuntos Exteriores
- SS-Oberführer Klopfer: Partei-Kanzlei [Cancillería del Partido]
- Ministerialdirektor Kritzinger [Director Ministerial]: Reichskanzlei [Cancillería del Reich]
- SS-Gruppenführer Hofmann: Rasse- und Siedlungshauptamt [Oficina Principal para la Raza y el Asentamiento]
- SS-Gruppenführer Müller: Reichssicherheitshauptamt [Oficina Principal de la Seguridad del Reich]
- SS-Obersturmbannführer Eichmann: Reichssicherheitshauptamt [Oficina Principal de la Seguridad del Reich]
- SS-Oberführer Dr. Schöngarth, Befehlshaber der Sicherheitspolizei und des SD im Generalgouvernement [Comandante de la Policía deSeguridad y del SD del Gobierno-General]: Sicherheitspolizei und SD [Policia de Seguridad y del SD]
- SS-Sturmbannführer Dr. Lange, Kommandeur der Sicherheitspolizei und des SD für den Generalbezirk Lettland, als Vertreter des Befehlshabers der Sicherheitspolizei und des SD für das Reichskommissariat Ostland. [Comandante de la Policía de Seguridad y del SD del Generalbezirk Letonia, como Representante del Comandante de la Policía de Seguridad y del SD en el Reichskommissariat de Ostland]: Sicherheitspolizei und SD [Policia de Seguridad y del SD]
El discurso de Heydrych
Reinhard Heydrich toma la palabra ante su auditorio y se dirige a él en los términos que recoge el punto II del acta de sesiones:
“II. Se abrió la reunión con la declaración del Jefe de la Policía de Seguridad y del SD, el SS Obergruppenführer Heydrich, quien anunció su nombramiento por el Mariscal del Reich como Plenipotenciario para la Preparación de la Solución Final del asunto Judío en Europa. Señaló que la conferencia fue convocada con objeto de clarificar ciertas cuestiones de principios. La demanda del Mariscal del Reich pidiendo que se realice un proyecto de plan relativo a los aspectos prácticos, económicos y organizativos de la solución final de la cuestión judía europea, requiere una deliberación previa y conjunta de todas las paralelamente las instituciones centrales directamente involucradas en las asuntes, de manera de coordinar líneas de acción.”
Resulta evidente que Heydrich marca el terreno y menciona que autoridad le encarga el asunto, la mención a Göering, en esa época, equivalía a mencionar a Hitler. Igualmente remarca que lo que se adopte a de «solucionar definitivamente» la «cuestión judía».
Los protocolos de Wannsee
El documento de Wannsee está lleno de eufemismos, dichos eufemismos pueden interpretarse a partir de su literalidad o a partir de los resultados conocidos. Aquí los interpretaremos partir de lo segundo y no de lo primero. Nuestras piezas son esas y no las vamos a cambiar en lo esencial.
Incluso aceptando las reglas de la literalidad, hay dos cosas que se dicen claramente en Wannsee, la primera que se pretende realizar la eliminación (por la vía que sea) de toda Europa (y no solo de Alemania, y al listado de países y número de judíos calculado nos remitimos) de unas determinadas personas por pertenecer a una “raza” concreta. La segunda es una fisura en la literalidad que nos muestra lo que se ocultaba tras los eufemismos utilizados, es el siguiente párrafo del punto III del protocolo:
“Durante la solución final, se deberá conducir a los judíos al servicio de trabajo al Este. En grandes columnas de trabajo y separados por sexo, se trasladará a esas zonas a los judíos capaces de trabajar, para que construyan carreteras; no hay duda alguna de que se perderá a una gran proporción de ellos como consecuencia de una selección natural.
Los que queden; necesitarán un tratamiento adecuado, porque sin duda alguna representan la parte más resistente y con su liberación, se podrían transformar en el germen de una resurrección judía (pruebas de ello las da la historia).”
Bien, ¿por qué no podía producirse una “resurrección judía” si “solo” se les buscaba otro hogar?, después, si el asunto era una deportación (cosa, ya de por sí, condenable y digna de considerarse genocidio) ¿a que viene la idea de una muerte por “selección natural” en trabajos forzados? ¿por qué los trabajos forzados? ¿qué tiene que ver eso con la deportación o la “emigración”? y ¿cuál es el “tratamiento adecuado” para impedir la “resurrección” de los supervivientes?, por lo demás hacer notar que solo resucitan…los muertos. Hay cosas que Freud las explica…y los implícitos casi explícitos de la Conferencia de Wannsee también.
Otra cosa que deja entrever las intenciones de los «probos» funcionarios del Reich, el caso de la esterilización de los denominados «Mischlinge» -según los peculiares criterios raciales nazis “mestizos” y, en particular de “alemanes y judíos”- aquí no hay ningún eufemismo posible, la claridad es meridiana: esterilización-.
El documento de Wannsee y la «Solución final»
Wannsee indica que la voluntad de acabar con los judíos nada tiene que ver con la guerra, de hecho se empieza con medidas anteriores a la guerra, como las leyes de Nuremberg o la emigración de “pre-guerra” –que, además, se indica que era solo una medida temporal y que no era la “solución final”-, después Wannsee apunta esa deportación masiva –y ahora nos quedamos en la literalidad, no entramos a interpretar si eso es un eufemismo o no, quedémonos solo en la literalidad- que, a la hora de explicitarla, tampoco es tal puesto que ,claramente, se remite, en la práctica, a la utilización de una población esclavizada en trabajos forzados -trabajos que se contemplan hasta la extenuación de dicha masa esclavizada-.
Población que es reducida a tal estado en función ¿de qué? Solo de su condición racial, eso es inapelable y clarísimo en Wannsee, no hay eufemismo posible ni problemas de traducción al respecto: a los judíos se les esclaviza por ser judíos.
¿Cómo se llama a eso? Pues eso, por si solo, ya es genocidio. Y conste que eludimos hipotéticamente todo lo demás, y es muchísimo eludir, pero lo eludimos porque el punto expuesto es indiscutible, y ese solo punto, ese solo, ya constituye genocidio.
Un genocidio de escala europea o universal
Y la escala prevista en Wannsee para dicho genocidio no es alemana, es europea, y a los poderes que se atribuye Heydrich, y al listado de judíos por países europeos nos remitimos. Así, en el punto II del protocolo se indica que:
“II. Se abrió la reunión con la declaración del Jefe de la Policía de Seguridad y del SD, el SS Obergruppenführer Heydrich, quien anunció su nombramiento por el Mariscal del Reich como Plenipotenciario para la Preparación de la Solución Final del asunto Judío en Europa. Señaló que la conferencia fue convocada con objeto de clarificar ciertas cuestiones de principios. La demanda del Mariscal del Reich pidiendo que se realice un proyecto de plan relativo a los aspectos prácticos, económicos y organizativos de la solución final de la cuestión judía europea, requiere una deliberación previa y conjunta de todas las paralelamente las instituciones centrales directamente involucradas en las asuntes, de manera de coordinar líneas de acción.”
Mientras que en el punto III del protocolo se dice:
“III. Actualmente, con la previa autorización del Führer, la evacuación de los judíos hacia el Este reemplaza la emigración, como posible solución adicional.
Estas operaciones son opciones provisionales, pero ya se aplican las experiencias prácticas que tienen una importancia significativa para la próxima solución final de la cuestión judía.
En esta solución finalde la cuestión judía europea, se tomarán en cuenta a los aproximadamente 11 millones de judíos distribuidos en los países siguientes:
- Pais : Número
- A. Altreich: 131.800
- Ostmark [Austria]: 43.700
- Territorios del Este: 420.000
- Gobierno-General: 2.284.000
- Bialystok :400.000
- Protectorado de Bohemia y Moravia: 74.200
- Estonia – Sin judíos –
- Letonia: 3.500
- Lituania: 34.000
- Bélgica: 43.000
- Dinamarca: 5.600
- Francia /Territorio ocupado: 165.000
- Francia /Territorio no-ocupado: 700.000
- Grecia: 69.600
- Holanda: 160.800
- Noruega: 1.300
- B. Bulgaria: 48.000
- Inglaterra: 330.000
- Finlandia: 2.300
- Irlanda: 4.000
- Italia, incluyendo Cerdeña: 58.000
- Albania: 200
- Croacia: 40.000
- Portugal: 3.000
- Rumanía, incluyendo Besarabia: 342.000
- Suecia: 8.000
- Suiza: 18.000
- Serbia: 10.000
- Eslovaquia: 88.000
- España: 6.000
- Turquía europea: 55.500
- Hungría: 742.800
- U.R.S.S.: 5.000.000
- Ucrania sin Bielorrusia: 2.994.684
- Bialystok: 446.484
TOTAL: más de 11.000.000
En el punto III del protocolo
Y aún después, se añade en el punto III del protocolo de Wannsee:
“En países extranjeros aún falta una definición de los judíos según los principios raciales y las cifras comunicadas sólo incluyen a los judíos por religión. Dadas las actitudes y conceptos que prevalecen en cada país, el tratamiento de este problema se enfrentará con ciertas dificultades, especialmente en Hungría y en Rumanía. Por ejemplo en Rumanía, el judío aún puede obtener con dinero, documentos que certifican oficialmente que posee una ciudadanía extranjera.
En la Unión Soviética, la influencia de los judíos en todas las esferas de la vida es bien conocida. Hay unos 5 millones de judíos en Rusia europea frente apenas unos 250.000 en Rusia asiática.
En la zona europea de la URSS, los judíos se clasifican según su profesión, más o menos como sigue:
- Agricultura: 9,1%
- Trabajadores urbanos: 14,8%
- Comercio: 20,0%
- Empleados del Estado: 23,4%
- Profesiones liberales (medicina, prensa, teatro, etc..): 32,7%”
En definitiva: se pretende eliminar a todos los judíos de Europa ¿por qué? Por ser judíos, no por otra cosa, es decir: por su supuesta filiación racial, ese es el motivo. La totalidad del punto III del protocolo clama eso, por mucho que se emplee el eufemismo en las palabras, la realidad que se trasluce del conjunto, de la imagen de conjunto de esas frías cifras, es tan clara como estremecedora.
La aniquilación de una población
No en vano el trato que recibían los judíos, por parte de los nazis, era por lo que se suponía era su intrínseca y genética acción corruptora –“el judío no es un ser humano. Es una apariencia de putrefacción”, Walther Buch “dixit”-. Si mientras se produce dicha eliminación se les explota además como masa de trabajo pues ese “beneficio” que se añade a mayor gloria del “arianismo”, pero el objetivo respecto a los judíos es la eliminación, no la explotación laboral, el “beneficio” en esa peculiar cosmovisión es la eliminación, no la utilización laboral –para eso ya estaban los “subhombres”, los eslavos entre otros-
Vayamos a un fragmento original del documento sobre la Conferencia de Wannsee, el texto en alemán es el siguiente:
«Unter entsprechender Leitung sollen nun im Zuge der Endlösung die Juden in geeigneter Weise im Osten zum Arbeitseinsatz kommen. In großen Arbeitskolonnen, unter Trennung der Geschlechter, werden die arbeitsfähigen Juden straßenbauend in diese Gebiete geführt, wobei zweifellos ein Großteil durch natürliche Verminderung ausfallen wird. Der allfällig endlich verbleibende Restbestand wird, da es sich bei diesem zweifellos um den widerstandsfähigsten Teil handelt, entsprechend behandelt werden müssen, da dieser, eine natürliche
Auslese darstellend, bei Freilassung als Keimzelle eines neuen jüdischen Aufbaues anzusprechen ist. (Siehe die Erfahrung der Geschichte.)»
Las traducciones
Bien, la traducción oficial dice lo siguiente:
«Durante la solución final, se deberá conducir a los judíos al servicio de trabajo al Este. En grandes columnas de trabajo y separados por sexo, se trasladará a esas zonas a los judíos capaces de trabajar, para que construyan carreteras; no hay duda alguna de que se perderá a una gran proporción de ellos como consecuencia de una selección natural.
Los que queden; necesitarán un tratamiento adecuado, porque sin duda alguna representan la parte [físicamente] más resistente y con su liberación, se podrían transformar en el germen de una resurrección judía (pruebas de ello las da la historia).»
Directamente del alemán, sin tomar la traducción oficial, lo traducimos nosotros de la siguiente manera:
“Bajo la correspondiente dirección, los judíos deben ser embarcados en el tren de la solución final, conducidos de modo apropiado a instalaciones de trabajo en el Este. En grandes brigadas de trabajo, separados por sexos, los judíos capaces de trabajar deben ser llevados a ese lugar para la construcción de carreteras, donde, sin duda, una gran parte caerá por selección natural.
Los que queden a pesar de todo ello, dado que se trata de la parte que sin duda tiene capacidad de resistencia, deben ser tratados de un modo adecuado, puesto que tales representan la selección natural, y en caso de liberación, serían la semilla de una nueva construcción judía (véase el curso de la Historia)»
Se trata de una traducción literal realizada directamente a partir del original, es decir, sin retoques para que suene más comprensible en castellano, como puede verse se aproxima mucho a la versión oficial.
Un exterminio preconcebido
El texto dice lo que dice, se diría que aquí no hay mucho margen para interpretar nada: “los que queden a pesar de todo ello” ¿A pesar de qué? Pues a pesar de haber caído una gran parte por “selección natural” en los trabajos forzados, es decir el remanente de los que no mueran, no hay intención aquí de “deportar” sino de matar –explotando primero a los prisioneros, que no son otra cosa, ni se los contempla como otra cosa-.
Sigue: “dado que se trata de la parte que sin duda tiene capacidad de resistencia, deben ser tratados de un modo adecuado, puesto que tales representan la selección natural”.
Bien ¿a que se debe adecuar ese modo? Pues nos lo dice a continuación, se debe adecuar a evitar la siguiente circunstancia: a que sean “la semilla de una nueva construcción judía (véase el curso de la Historia)”.
Por tanto no se trata de otra cosa sino que de exterminar completamente a los judíos y a la comunidad judía, descartando por completo la posibilidad de liberar a los supervivientes de los trabajos forzados que podrían ser el punto de partida de esa “nueva construcción judía”.
Eso es Wannsee, eso y no otra cosa. Y Wannsee muestra la planificación de lo que los nazis querían hacer con el total de los judíos de Europa –y volvemos a remitirnos al punto II del protocolo y al listado de países europeos -y total de población judía en los mismos que aparece en la página 6 del documento- que incluye, por cierto, España, Portugal, Suiza, Suecia y Turquía, naciones que no estaban en guerra, así que si alguien quiere presentar la excusa de «un asunto de guerra» nada de nada-.
Y ese “que hacer”, esa “solución final” consiste, explícitamente, en deportar hacia el Este a las masas de población judía que “organizados en brigadas de trabajo, separados por sexos” se dedicaran a realizar trabajos forzados hasta la extenuación –literal, no metafórica- y así “sin duda, una gran parte caerá por selección natural”, los que pese a ello aún sobrevivan serán “tratados de un modo adecuado” para que no se produzca “una nueva construcción judía”.
Dicho en otras palabras: la “solución final” que busca Wannsee contempla la eliminación total de los judíos de Europa mediante el uso y abuso masivo de trabajos forzados y la liquidación de los supervivientes que, pese a todo, queden de esos trabajos. Aún más claro: se planifica un genocidio.
Wannsee muestra la voluntad de preparar un genocidio que, como mínimo, contempla la escala continental –nada que ver, por tanto, con el “espacio alemán”, ni con “echar a los judíos de Alemania”-. Sí que tiene, mucho que ver, sin embargo, con el imaginario abisal de los mitos y el misticismo nazi.
El exterminio judío en el ideario nazi
Para empezar tenemos lo manifestado por el propio Adolf Hitler al periodista catalán Eugeni Xammar en el período del intento de golpe de Estado de Múnich, el fragmento significativo al completo es el que sigue, y fue publicado originalmente en el semanario “La Veu de Catalunya” el 24 de noviembre de 1923, allí Xammar pregunta y Hitler responde:
“Si queremos que Alemania viva, debemos eliminar a los judíos” Xammar inquiere “¿A garrotazos?”. “Ojalá -responde Hitler- sino fuera porque hay demasiados. El progromo es una gran cosa, pero hoy por hoy ha perdido buena parte de su eficacia medieval […]. Pero ahora las cosas han cambiado. ¿Qué sacaríamos de liquidar a la población judía de Múnich si en el resto de Alemania los judíos siguen siendo, como ahora, los amos del dinero y de la política? En toda Alemania hay más de un millón de judíos ¿Qué quiere hacer? ¿Los quiere matar a todos en una noche? Sería la gran solución, evidentemente, y si eso pudiera suceder, la salvación de Alemania estaría asegurada. Pero no es posible. El mundo se nos lanzaría encima en lugar de darnos las gracias”. Es bien sabido que la “gran solución” terminaría por encontrarse: las cámaras de gas, eficaz versión fría y tecnificada del asesinato en masa (…)” (Eugeni Xammar, citado por Rosa Sala Rose, y la propia autora en “Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo”, pág. 245 y 246, Editorial Círculo de Lectores, Barcelona 2005)
Para continuar esta aquello que el propio Adolf Hitler escribe un año después, en 1924, en “Mein Kampf”, en dónde afirma que la Primera Guerra Mundial podría haberse ganado por Alemania de haberse gaseado a tiempo a unas cuantas decenas de miles de judíos.
Pero hasta podemos remontarnos a los puntos programáticos que, en total de veinticinco, enumera el NSDAP en sus inicios en 1920, de todos esos puntos dos hacen referencia clara y expresa al antisemitismo, y, el resto es un canto al totalitarismo y, en buena medida, también aunque bajo algo más de camuflaje al antijudaísmo.
La organización del genocidio
Quede claro que el genocidio no se monta a partir del documento. El documento es una de las pruebas que quedan de que se organizó premeditadamente el genocidio, y que este no fue «una consecuencia trágica de la guerra». El documento es solo un acta de una reunión -posiblemente no la única, pero tenemos el documento que tenemos y de la reunión que tenemos, y a eso hay que ceñirse- donde se abordaba como preparar y llevar a la práctica la «solución final».
Por lo demás, y, según algunas declaraciones, de alguno de los implicados en los procesos que se les siguieron tras la guerra, el lenguaje que se utilizó en la Conferencia de Wannsee fue mucho más explicito que lo que se reflejó después por escrito, pero, en cualquier caso, escrito hay lo que hay.
La clara idea de vulnerar la propia legalidad
Si bien estaba claro que el derecho alemán pierde su condición de tal -la “maiestas” o legitimidad- y queda en el mero ejercicio del “imperium” -la fuerza-, como mínimo desde la promulgación de las leyes antisemitas de Nuremberg en 1935. Resulta clara la conciencia de los reunidos -cuando menos de Heydrich- de ir un paso más allá o, por decirlo de una manera más expresiva: ir justo el paso más allá. A través de las medidas planificadas en Wannsee, esto queda clarísimo cuando se dice:
“Luego, el Jefe de la Policía de Seguridad y del SD pasó brevemente revista a la lucha conducida hasta el presente contra este enemigo. Los elementos más importantes son:
a) obligar a los judíos a salir de las distintas áreas de la vida del pueblo alemán,
b) obligar a los judíos a salir del espacio vital (Lebensraum) del pueblo alemán.
Para alcanzar estos objetivos, se dio impulso a la emigración acelerada de los judíos de la zona del Reich, que se consideró como única solución provisional posible.
En enero de 1939, se instituyó una Oficina Central del Reich para la Emigración Judía, bajo las instrucciones del Mariscal del Reich, siendo confiada su dirección al Jefe de la Policía de Seguridad y del SD. Sus tareas fueron principalmente:
a) tomar medidas para preparar una emigración incrementada de los judíos,
b) encauzar el flujo de emigración,
c) acelerar la emigración en los casos individuales.
El objetivo de esta tarea fue limpiar el espacio vital alemán de judíos, de forma legal.
Los inconvenientes ocasionados por tal forma de emigración, intensamente acelerada, eran claros para todas las autoridades.”
(Actas del Protocolo de la Conferencia de Wannsee, pág. 3-4)
Está clarísima la conciencia de lo que se hace, no se habla ya de violentar la justicia que, repetimos, no existía como mínimo desde las leyes raciales de Nuremberg de 1935 -de hecho ardió junto al Reichstag en 1933-, sino de olvidarse hasta de “la forma legal” por los “inconvenientes” ocasionados por la misma a las “autoridades” nazis. Era demasiado poco expulsar a la gente de sus hogares, unos asesinos lo que desean es asesinar