Para fortalecer tus músculos,
precisas ejercicio, constancia, buena alimentación y mucho esfuerzo.
¿Crees que es muy diferente el modo para desarrollar los músculos espirituales?
Para fortalecer tus músculos,
precisas ejercicio, constancia, buena alimentación y mucho esfuerzo.
¿Crees que es muy diferente el modo para desarrollar los músculos espirituales?
Los hijos no quieren que les des todo lo que te piden,
en ocasiones ellos están ansiando que les digas: «no».
Marcar límites equilibrados,
forma personalidades saludables
y sociedades justas.
Si le dices «tonto» a tu hijo,
el actuará como tonto
y finalmente será tonto…
Mejor dile «bueno y bello»
y verás milagros en tu vida.
Cuando tu hijo te pida agua,
no tardes en dársela.
Deja lo que estés haciendo,
porque en ese momento lo más importante de todo el universo
es la sed de tu hijo.
¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a tus hijos que los amabas?
Y más importante:
¿cuándo fue la última vez que ellos en verdad sintieron que los amabas?
No juzgues intenciones,
pues éstas sólo son conocidas por el Eterno.
Pero, juzga los hechos,
con justicia teñida por bondad.
Una conducta equilibrada en todos los planos, es el camino a la buena vida.
En la simplicidad está la belleza.
El éxito espiritual no se mide en
cuanto posees,
sino en
cuanto compartes.
La Torá es la moneda
que todo lo bueno adquiere
y nunca se devalua.