| Vale la pena su relectura:
 Cuatro hijos y un padre La semana pasada  explicamos brevementeacerca de los cinco niveles de existencia humana, en los cuales hay que
 trabajar para crecer y ser libres, y así no caer víctimas de los Faraones
 que intentan someternos y esclavizarnos.
 Como
 recordarán, los cinco estratos en un orden descendente son:
 
Espiritual,Intelectual,
 Desiderativo o Social,
 Emocional,
 Acción,
 (E-IDEA por sus siglas).
 Esta semana podemos ampliar un poco más laperspectiva sobre este asunto, a partir de tres secciones de nuestra
 parashá, y una de otro sitio.
 Estas frases son popularmente conocidas gracias a la Hagadá de Pesaj, pues
 son empleadas en el apartado que lleva por título «Los cuatro hijos«
 (la idea original usada por ésta se halla en TI Pesajim 10:4).
 Cada una de estas frases se corresponde con uno de los cuatro hijos
 mencionados por la Hagadá (cada hijo simboliza un tipo básico
 de personalidad).
 En su orden son:
 
Para el Sabio:«En el futuro, cuando tu hijo te pregunte diciendo: ‘¿Qué significan los
 testimonios, las leyes y los decretos que el Eterno nuestro Elokim os
 mandó?’.
 Entonces responderás a tu hijo: ‘Nosotros éramos esclavos del faraón en
 Egipto, pero el Eterno nos sacó de Egipto con mano poderosa.
 El Eterno hizo en Egipto señales y grandes prodigios contra el faraón y
 contra toda su familia, ante nuestros propios ojos.
 Él nos sacó de allá para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros
 padres.
 Y el Eterno nos mandó que pusiéramos por obra todas estas leyes y que
 temiésemos al Eterno nuestro Elokim, para que nos fuera bien todos los días
 y para conservarnos la vida, como en el día de hoy.«
 (Devarim / Deuteronomio 6:20-24)
Para el Perverso:«Y cuando os digan vuestros hijos: ‘¿Qué significa este rito para
 vosotros?’
 Vosotros les responderéis: ‘Éste es el sacrificio de Pesaj del Eterno…’«
 (Shemot / Éxodo 12:26, 27)
Para el Ingenuo o torpe:«Y cuando mañana te pregunte tu hijo diciendo: ‘¿Qué es esto?’.
 Le dirás: ‘Con mano poderosa el Eterno nos sacó de Egipto, de la casa de
 esclavitud…’«
 (Shemot / Éxodo 13:14)
Para el Perplejo, o el que no sabe preguntar:«Aquel día se lo contarás a tu hijo diciendo: ‘Esto se hace con motivo de
 lo que el Eterno hizo conmigo cuando salí de Egipto…’«
 (Shemot / Éxodo 13:8)
 Es fácil reconocer que cada uno de estos tiposde personalidad, con sus frases correspondientes, apunta a un nivel E-IDEA.
 En su orden:
 
Intelectual <=> Sabio;
Desiderativo <=> Perverso;
Emocional <=> Torpe;
Acción <=> Perplejo. Los cuatro hijos, en su condición de tales,están representando a la persona inmadura espiritualmente, que aún no se ha
 desarrollado, que aún está sometida a las influencias atrapantes de uno u
 otro nivel.
 El hijo menos desarrollado (pero no por eso en peor estado espiritual, ya que este dudoso mérito
 recae sobre el Perverso) es el Perplejo, que está tan sumido en las
 cosas materiales (concretas y/o instintivas), en los
 actos por sí mismos, que ni siquiera sabe (o tiene
 ganas/tiempo/ocasión/motivo/etc. para) preguntar.
 Su vida es un pasar indiferente en búsqueda constante de goce.
 Lo valioso para él es aquello que le llama la atención en ese momento, y así
 pierde de vista lo que es realmente importante y trascendente.
 Para liberarlo, es preciso hablar en su idioma: el del hacer, sin mucha
 teoría, pero con una clara conducción que lo lleve hacia metas no egoístas.
 Cuando está liberado, sus actos son edificantes.
 El que le sigue en la cadena evolutivade los sometidos es el Torpe.
 Este hijo tiene enorme miedo a sus afectos, a las sensaciones, a las
 opiniones, a las impresiones, por lo que queda aprisionado de una
 estructurada red de complejas reglas y mandamientos que lo mantienen en un
 ambiente de seguridad.
 Su vida es un vaivén de atracciones y repulsiones que están petrificadas
 detrás de mandatos que ha interiorizado y lo convierten en una especie de
 autómata, de seguidor férreo de la voluntad ajena.
 Para liberarlo, hay que conducirlo con firmeza, y proveerlo de acciones y
 alicientes afectivos que lo mantengan en el buen sendero y le den fuerza
 para aceptar que él tiene capacidad de decisión y es libre de optar y de
 errar o triunfar.
 Cuando logra zafar, es una persona de afectividad centrada y constructiva.
 El habitante esclavizado en el siguiente planoes el Perverso.
 Esta persona puede estar completamente desquiciada, viviendo en su propio
 mundo de informes ideas, emociones y bajezas muy humanas.
 Pero es más habitual encontrar que este tipo de persona suele gobernar con
 crudeza sus sentimientos y no cae fácilmente presa de los instintos
 pasajeros. Esto lo convierte en un personaje capaz de cualquier atrocidad
 sin el menor dejo de conmiseración.
 Sin embargo, es inepto para dominar su deseo, y por tanto preso de él.
 Y ya sabemos (Bereshit / Génesis 8:21) que por
 naturaleza, el inculto deseo de la persona tiende hacia lo negativo. Es
 solamente mediante Torá y preceptos que el deseo se cultiva para que
 sintonice y colabore en armonía con su esencia espiritual.
 La vida de un esclavo de este plano es un llamado de atención permanente, un
 reclamo perpetuo para recibir más y más para sí, una exigencia para que lo
 adulen y alaben, un intento por atraer a otros a su centro de gravedad sin
 beneficiarlos directamente en nada. (Los dos exponentes más
 famosos de esclavitud en el plano desiderativo son Jesús el pecador, y Pablo
 el rebelde. Tal como el árbol sus frutos, y así vemos como es habitual entre
 los misioneros encontrar personas corrompidas en este plano, y por lo tanto,
 esclavizadas a él.).
 Para liberarlo, primero hay que callarlo.
 Negarle cualquier oportunidad a su deseo negativo para expresarse.
 Esto en lugar de ser una falta de consideración hacia la persona, es el
 mecanismo para limpiarlo de la adicción a creerse el centro del universo.
 Cuanto más charla se le dé, cuanto más espacio para emitir sus opiniones,
 menos resultado dará el intento por libertarlo.
 Luego, o al mismo tiempo que se le impone el mutismo, hay que ponerlo a
 trabajar en lo que es realmente trascendente y generoso… lo desee o no.
 Cuando se quita las cadenas, es una persona que desea beneficiar al prójimo.
 Por último, el que queda sumergido en el nivelintelectivo, está empantanado en pensamientos inútiles, en dudas
 asfixiantes, en ignorancia militante, en erigir excusas en lugar de
 enfrentar los hechos desnudos.
 Sus reflexiones (absurdas muchas veces, aunque teñidas de una
 pátina de alta filosofía) no están en principio movidas por un deseo
 negativo, a diferencia de los motivos que dirigen al Perverso en sus
 argumentos (el perverso afirma, nunca indaga… aunque use
 signos de pregunta en sus frases).
 Su vida es un pensar, sin hacer lo máximo que está a su alcance.
 Para liberarlo, hay que brindarle argumentos claros y concisos. Razones
 perfectamente delimitadas, explicaciones que sean razonables.
 Y hay que acicatearlo con fineza y constancia para que demuestre su valía a
 través de las acciones nobles y necesarias.
 Al romper el yugo de la hiper-reflexión estéril, emplea su potencia
 intelectual para promover el bienestar.
 Hasta aquí un resumido bosquejo de los cuatrohijos y los cuatro modos de la esclavitud.
 El lector atento ya habrá advertido que noshemos quedado sin mencionar al quinto hijo.
 Es que, este hijo no existe.
 La Torá nos habló de cuatro hijos, no de tres ni de cinco.
 Esto significa que no hay un quinto hijo.
 Es decir, no hay inmadurez para el que llega a habitar en el plano
 Espiritual (del cumplimiento cabal de los preceptos).
 No es hijo, sino padre.
 Un padre que ha trabajado, y lo continúa haciendo cada día de su vida, para
 no ser aprisionado en alguno de los otro cuatro planos de su existencia.
 Es un padre que educa con paciente esmero a los cuatro hijos que lleva
 dentro.
 Es el padre que responde, y se responde.
 Es el padre libre y que libera.
 (Un ejemplo muy simple y cotidiano:
 Moishe es una persona que ha madurado con tal calidad que ha llegado a ser
 morador del plano Espiritual. Pero Moishe vive en Este Mundo, con sus
 conflictos, anhelos, tentaciones, desencantos, etc. Un día, en un agasajo de
 ciertos conocidos, le presentan a Moishe un plato de comida no kosher.
 ¿Qué es lo que puede ser que acontezca en una fracción de segundo dentro de
 Moishe?
 Su plano corporal lo pincha: ‘Tengo hambre y no puedo esperar más, ¡come
 ya!’.
 Su plano afectivo le implora: ‘¿Qué pensará de ti esta gente que le rechazas
 su gentil ofrecimiento de comida? Come ahora para no avergonzarlos y
 avergonzarte.’
 Su plano desiderativo le exige: ‘¡No me vengas con tus tonteras de judío!
 ¿Qué te va a hacer un platito de esto? ¡Come ahora que la vida es corta!’.
 Su plano intelectual razona: ‘Ciertamente yo sé que no debo, pero es un
 mandamiento tan antiguo… quizás no tiene ya fundamentos en la actualidad.
 Los estudios de los médicos señalan que… blablablablablablablabla… por
 lo tanto, estaría en condiciones de comer de este plato y después en todo
 caso me arrepiento y blablablabla…’.
 Pero, el padre, plano Espiritual recuerda: ‘El Eterno me ha ordenado que no
 lo coma, y eso es lo que debo hacer’).
 Todos llevamos dentro nuestro estos cincoplanos, y todos tenemos la capacidad de ser hijos o padre. Es cuestión de
 querer liberarse y trabajar por ser libre.
 Las herramientas nos han sido dadas, así como la fuerza para lograrlo.
 Nunca es tarde para comenzar a ser libre…¿por qué no prueba con
 
 Cabalaterapia online?
 Con la Cabalaterapia se procura educar a nuestros hijos internos, para dar
 dicha y tranquilidad a nuestra vida, y especialmente un sentido por el cual
 vivir realmente con fidelidad a la Verdad.
 
 Moré Yehuda Ribco http://serjudio.com/shemot/bo64.htm
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interesante Yehuda esto, gracias por publicarlo…
Así es. Pues eso es lo que ha ordenado el Eterno. Una forma natural es ir apartándose de lo que daña mientras se construye lo que da vida.
Es el padre que responde, y se responde.
Es el padre libre y que libera.
Esta en su explicación tácitamente es mi apreciación que nunca se termina de educar, que siempre se está en constante aprendizaje, que el hijo sabio escucha año a año esta enseñanza para de estar forma ser capaz de transmitirla a sus hijos, es entonces que me acuerdo o RECUERDO una enseñanza que leí, que cuando educas bien a un hijo estas cuidando a tus nietos.