MENSAJE CON MOTIVO DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER – PRIMERA PARTE

 
DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER 2007
Oradora de orden Lic. Eva Yasmín Martínez de Ramírez.
El Día Internacional de la Mujer se refiere a todas nosotras, mujeres comunes y corrientes, como artífices de la historia, manifestando un cambio de aptitud que conlleva una revolución mundial y hunde sus raíces en nuestra lucha plurisecular por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
En la mayoría de los países, las mujeres nos estamos enfrentando a los problemas que entraña el liderazgo, y estamos contribuyendo a modificar nuestras comunidades, nuestros países y el escenario internacional de forma muy real. Las mujeres hemos ocupado y ocupamos cargos públicos en diversos niveles de gobierno, hemos puesto en marcha y dirigido organizaciones comunitarias y estamos presentes en casi todos los ámbitos profesionales del sector público y del sector privado.

                                                                                                                    
No obstante, aunque se está progresando en el logro de la igualdad entre mujeres y hombres en la toma de decisiones a todos los niveles, el ritmo es lento. Las mujeres seguimos estando muy poco representadas a todos los niveles de la toma de decisiones y nuestros logros siguen sin cobrar visibilidad y reconocimiento, además de que nuestras voces pasan desapercibidas. Aunque acá en este reducto de la manifestación de gracia de parte de Dios, podemos decir que las cosas están cambiando, un gabinete, un consejo de gobierno donde nosotras las mujeres ocupamos un sitial de privilegio, ciertamente aún queda mucho por hacer, no sólo para acelerar la inclusión de la mujer en los órganos oficiales de toma de decisiones, sino también para incrementar su impacto en la adopción y toma de decisiones.
Cuando vemos el mensaje de las Naciones Unidas donde presentan un objetivo ciertamente claro, no menos podemos decir que hay muchos que hablan bonito pero sus acciones dejan mucho que decir pues lo que se hace no se compagina con la realidad de sus acciones, veamos una cita textual de su enunciado  "La participación igualitaria de la mujer en la adopción de decisiones no sólo es una exigencia básica de justicia o democracia sino que puede considerarse una condición necesaria para que se tengan en cuenta los intereses de la mujer. Sin la participación activa de la mujer y la incorporación del punto de vista de la mujer a todos los niveles del proceso de adopción de decisiones no se podrán conseguir los objetivos de igualdad, desarrollo y paz." Fin de la cita.
 Y me pregunto ¿Cuándo veremos una mujer en el cargo de secretaria general de las Naciones Unidas?
Recordar un AÑO INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA como fue conocido en sus inicios, aunque hoy le conozcamos como el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, enmarca una situación que a duras penas revela o ilustra la lucha que libraron y libramos las mujeres y que indiscutiblemente marca sentimentalmente la vida de la sociedad que vio y ve la lucha de la mujer por defender sus derechos como un símbolo de la revolución femenina que trae consigo cambios significativos en muchos países y sobre todo a nivel mundial. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, religiosas, culturales, económicas y políticas, nos unimos para celebrar nuestro Día, podemos contemplar en retrospectiva una tradición de no menos de 90 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo feminista, sin contar los años que faltan por lograr el objetivo primordial, la igualdad mundial del hombre y la mujer.
Si hacemos algo de historia nacional e internacionalmente, podemos decir que hubo grandes figuras que aportaron su grano de arena, si buscamos, en la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, en otras palabras fueron y somos artífices de la consecución de la PAZ; si vamos un tanto mas al occidente europeo, en Francia, durante la época de la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
Para no irnos muy lejos, y sin querer  apartarnos de nuestra realidad histórica geográfica y social, podemos recordar a una Manuelita Sáenz, compañera indiscutible en los tiempos finales de nuestro Libertador Simón Bolívar, en sus últimos ocho años de vida, compañera de las penas y glorias del Libertador Simón Bolívar, compartió, y animo a proseguir el camino revolucionario y patriótico que consolido nuestra independencia del yugo opresor colonialista.
No podemos así mismo olvidar a aquella mujer de piel canela, la negra Hipólita a quien nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, rememora y resalta, colocándole su nombre a una Misión social, esta mujer a quien el Libertador Simón Bolívar llegó a considerar como su madre e incluso como su padre, pues hizo las veces de ambos, le protegió y le cuido y porque no decirlo le sembró y animo a seguir esos pensamientos revolucionarios que le motivaron a luchar por la gesta libertadora de nuestra patria buscando la igualdad y la libertad.
Así mismo, hubo muchas hermosas mujeres que pasaron anónimas en medio del fragor revolucionario independentista, pero a quienes el Libertador les reconoció su heroísmo cuando dijo cito textual "…Vencedores de Carache, sabed que el pueblo que venís a rescatar es tan digno de vuestros heroicos sacrificios que todo él está lidiando por la libertad, o padeciendo por ella, hasta el sexo bello, las delicias del género humano, nuestras amazonas han combatido contra los tiranos de San Carlos, con un valor divino aunque sin suceso. Los monstruos y tigres de España han colmado la medida de la cobardía de su nación. Han dirigido las infames armas contra los cándidos y femeninos pechos de nuestras beldades: han derramado su sangre: han hecho expirar a muchas de ellas, y las han cargado de cadenas, porque concibieron el sublime designio de libertar a su adorada patria. ¡Las mujeres, sí soldados, las mujeres del país que estáis pisando combaten contra los opresores y nos disputan la gloria  de  vencerlos!  Y  con  estos  ejemplos  de singular heroísmo en los fastos de la historia ¿habrá un solo hombre en Colombia, tan digno de este nombre, que no corra veloz a engrosar nuestras filas, que deben marchar a San Carlos, a romper las prisiones en que gimen esas verdaderas Belonas? No, no todo hombre será soldado puesto que las mujeres se han convertido en guerreras y cada soldado será un héroe, por salvar pueblos que prefieren la libertad a la vida…" Cuartel General de Trujillo, 22 de junio de 1813.  
Entre las mujeres, entre las “Belonas” que representan tanto a la heroína de extraordinario relieve como a la mujer del hogar que anima con su ejemplo a su esposo y a cuantos saben de su valor cívico y alta calidad moral, está Luisa Cáceres de Arismendi. Su respuesta al jefe español Urreiztieta, en momentos en que está prisionera en las bóvedas del Castillo de Santa Rosa, en La Asunción y espera el nacimiento de un hijo, es el mejor retrato moral de su personalidad, la más elocuente definición del rol de la mujer, en la historia de Venezuela: "Jamás lograréis -dijo Luisa Cáceres- que aconseje a mi esposo a faltar a sus deberes."

Deja una respuesta