Estimado Hermano:
Yo estoy saliendo del evangelio, y estoy estudiando mucho , pero tengo algunas preguntas en cuanto a los familiares que fallecen.
Yo soy hija adoptiva, mis padres biológicos aún viven, pero mis padres adoptivos fallecieron, yo los adoré con todo mi corazón, él tiene 15 años de muerto y ella tres años, yo en cuanto puedo voy al Panteón y visitarles, se que ellos están en otro plano el Espirítual, pero llevo tantos recuerdos hermosos que no puedo apartarlos de mi vida, sin embargo he visto con tristeza que sus hijos biológicos si los abandonaron, porque finalmente soy la única que los sigo visitando y he procurado que su tumba esté limpia y bien cuida.
1- Esto es bueno?
2- O tengo que olvidarlos?
Desconozco que debo hacer al respecto, ya que de acuerdo a mis creencias y como mezclaban muchas cosas, por un lado no es correcto visitar a los muertos y por otro si.
Muchas gracias por su atención, que el Eterno le guarde.
Donata González Aparicio
México, D..F.

Bienvenida y gracias por enviarnos su interesante misiva.

1- Sí, es correcto.
Siempre y cuando su visita al cementerio sea esporádica.
Si se convierte en una obsesión, en una dura obligación diaria o semanal, entonces no estaría aportando a la vida sino a la muerte.

Tiene pleno derecho a mantener el cariño por sus padres adoptivos, debe respetarlos incluso luego de difuntos, e incluso aunque sus padres biológicos estén con vida.

Es bueno que se encargue de que el lugar de reposo sea digno, esté prolijo y aseado, etc.

Pero este afecto no debe amargar su vida, cortar su crecimiento, impedirle vivir a plenitud en los cinco planos de existencia.

Por otra parte, no mire lo que hacen los hijos biológicos de ellos. No es usted quién debe juzgar sus acciones o actitudes.

2- La idea es que a los muertos los dejemos descansar en paz.
Que los recordemos cada tanto, que visitemos sus tumbas algunas pocas veces al año, que en su aniversario de defunción oremos por el bienestar de sus almas.

Pero si luego de varios años el recuerdo de los difuntos es presente, es doloroso, es actual, algo no está en armonía en su vida.
Trate de descubrir qué es lo que la estaría reteniendo al recuerdo, si es que éste es como una cadena que no le permite caminar con alegría y paz.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Dios te bendiga, y que podamos ser constructores de Shalom.

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