Antes de querer lo que ignora y no le pertenece,
mejor quiera lo que ignora pero le pertenece.
(Consejo general, pero en particular aplicable a los que están apasionados, enceguecidos, enajenados con la idea de convertirse al judaísmo, pero ignoran por completo lo que significa ser judío y vivir como tal, y tristemente también ignoran su propia identidad como noájida y qué es vivir como tal, como Dios manda.)